Nine

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Esa misma noche Perú se había vestido (aunque no alejado de como lo hacía siempre) para ir al boliche de siempre. No sabía por qué, pero, pensaba que esta vez sería diferente.
estaba cambiandose hasta que escuchó que alguien tocaba la puerta. Suponiendo que era Bolivia lo dejó pasar, aun si solo tenía los pantalones.
Pero ese no era Bolivia, sino Chile.

—Hola Perú.—Chile saludó buscando algo con la mirada hasta toparse con el mismo Perú.—Oh...

—Ya, ¿que quieres?—dijo algo sonrojado. No le gustaba que miraran su torso, o sus brazos desnudos.

—Estaba buscando a Bolivia... Pero veo que no está—Chile rió por la reacción de Perú—Oye, no te tapes, que no eres feo.

—Conchetumare veteee—Perú le lanzó una almohada viendo como se iba de ahi. Se destapó para luego verse a el mismo. Aun no creía del todo que pareciera mujer.

Luego de dar un suspiro solo se terminó de vestir y fue caminando hasta el boliche. Estaba un poco lejos, entonces era obvio que iba a llegar como a las 12 de la mañana

(...)

Algo cansado llegó a dicha discoteca,  la cual ya estaba llena. Trató de encontrar al Argentino con la mirada. Lo encontró rápido, porque estaba en su típico rincón de encuentro. Pero no estaba sólo. Tenía una linda chica a su lado, más linda de lo que podría ser el alguna vez. Le hirvió la sangre por los celos al ver como el otro reía y jugaba con la otra. Claro que el también podía tener amigos, pero...
Perú se sentía raro de alguna forma.
Se suponía que iba a ser SU cita y la de Argentina. Perú solo decidió acercarse a la barra y sentarse ahi, definitivamente, ya no tenía ganas de interrumpir al Argentino.

El barman, amable, se acercó a Perú.

—¿Va a pedir algo?—Preguntó con educación, y una sonrisita.

—No... O agua, no sé.—Perú desvió la mirada mientras se apoyaba en la mesa

—hmm... ¿Y dónde está el otro chico?—El jóven que estaba del otro lado sirviendo el vaso de agua solo preguntó extrañado.

—¿Argentina? Está muy... Ocupado.—Perú miró al barman algo confundido.

—Suelo verlos cuando no tengo nada que hacer. Ustedes siempre vienen aqui y parecen un par de enamorados...—El otro confesó, con una sonrisa. Cuando no habían personas a las que atender el joven observaba las distintas personas del lugar y siempre habían dos que llamaban su atención

—Ah. ¿Entonces viste... Todo...—Perú apenado preguntó por los besos que se dieron la ultima vez.—

—El segundo fue mi favorito.—Admitió divertido viendo el sonrojo en Perú.—Soy Rusia, por cierto.

—Yo soy Perú, un gusto.—Le dió la mano al otro chico.

—Oye, viene tu príncipe azul para aquí. Le prepararé lo de siempre, la casa invita.—Sonrió el ruso volviendo a irse.

Perú observó a Argentina sentarse a su lado y suspirar.

—Perú, acá estabas. Pensé que me dejaste plantado.—Argentina rió, desacomodando el gortito del otro. Perú pensó en si enojarse, o algo así, pero decidió que quizás era su imaginación.

Linda || ArgperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora