Argentina y Perú solían ir a bailar por separado a una discoteca cada día con (o sin) sus amigos, allí se conocieron y se encontraban en el mismo lugar cada vez que iban. La confusa apariencia del peruano le hacía pensar al albiceleste que era una m...
Perú miró al argentino, con algo de pena, desvió la mirada y tomó la mano de Argentina
—O-oye, Argen.—Perú trató de mirarlo, y al recibir una sonrisa se tranquilizó un poco.
—¿Que pasa linda?—Argentina apretó la mano del peruano, y este último solo se desanimó. Pensaba decirle que no era linda, sino lindo en todo caso, pero se arrepintió y decidió cambiar la pregunta.
—Estoy confundido—Y ahi encontró algo más que también quería decirle.—Es decir... No entiendo. Nos conocimos hace poco y mira toda la escenita que hemos hecho de cursilerías y... Disfruté todo eso pero quizás deberíamos ir más lento o algo asi. Estos días no sales de mi cabeza, odio eso, a veces te odio un poco. Todos esos apodos que me pones y ¡ah! Solo ruego que te calles cada vez que hablas.—Perú se tapó la cara para ocultar su sonrojo. No supo biem que dijo, pero, tarde. Pensando que argentina estaba enojado abrió un poco la mano para ver la expresión del argentino. Al contrario que enojado, el otro estaba algo sonrojado y tenía una sonrisa.
—Perú—Argentina solo tomó las manos del otro y las apartó de su rostro. Le sonrió y soltó algunas risitas viendo al peruano fruncir la nariz.—ay, dios, que divertido.
—¡Deja de reirte por la chucha!—Perú estaba avergonzado
—Bien, ¿Quieres salir a algun lado?—el argentino le guiñó un ojo y el de rojo solo sonrió asintiendo.
—¡Vamos al parque!—Perú se liberó de la pena y solo exclamó sonriente
(...)
—Quizas no fue buena idea—Perú soltó ya estando en ese parque al ver el cielo nublado.
—Bueno, será genial mientras dure.—El argentino llevó de la mano a Perú hacia una fuente, y se sentaron alli mientras comenzaban a charlar. Temas cotidianos, preguntas para conocerse mejor. "¿Cual es tu comida favorita? Ay, ¿Atún? la mia tambien, somos almas gemelas kdohadh" o asi se sentían ellos.
—¿Que te gusta hacer en tu tiempo libre, Argentina?—Perú miró al otro con curiosidad
—A veces toco la guitarra, o cocino...—el argentino pensó.—Aunque normalmente hablo con algunos amigos y veo el techo hasta dormirme. ¿Y vos Perú?
—Oh, pues, a mi también me gusta cocinar y charlar con mi hermano. Igual tambien me gusta salir a pasear
—¿Vienes seguido a este parque?—Argentina sonrió, al parecer Perú se sabía el mapa completo de esa plaza que no era pequeña
—Oh, claro causa. A veces vengo con mis sobrinos para jugar—el otro sonrió, ya que los hijos de Bolivia no eran especialmente quietos
—Yo también venía aquí con tres de mis hijos. Pero eso era antes.—Argentina suspiró recordando cada momento que pasó aqui con Tierra del fuego, Soledad y Malvinas.
—¿Puedo preguntar por qué?—El de rojo notó un tono amargo en el argentino
—Bueno. Ellos crecieron...—Argentina desvió la mirada. Aunque eso era cierto, no tenía ganas de decir lo mal padre que era.
—Ah, te entiendo pe'.—Sonrió apoyando la mano en el hombro del otro.—Mis crias estan ocupados con un celular, ya no saben ni que existo.
—Yo sé que existes.—El portador del sol le dio un cálido abrazo al menor, quien correspondió sintiéndose menos triste. Apenas se separaron un trueno sonó fuerte, y el peruano saltó del susto.
—Al cielo le molesta que seas tan lindo—Provocó un sonrojo y una risita en el rostro del más alto, quien solo se levantó y le ofreció la mano al bicolor de rojo
—Vamos.—Lo llevó de la mano hacia su casa
—¿A tu casa?—Perú lo miró, era raro que confiara en el sabiendo que el mismo era muy inseguro
—A mi casa.—Afirmó.—No te preocupes, yo si tengo netflix y algunos pochoclos.
(...)
Capítulo corto como mi autoestima ahq. Miren, dibuje un Perú
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