Pelota [YoonSeok]

🌅.8.🌅

Se ajustaba el cinturón mientras veía su reflejo en el espejo, asegurándose de que se viera bien, el color negro contrastaba bien con su piel pálida, no usaba loción porque le parecía innecesario ya que prefería su aroma natural.

Peinó su pelo hacia atrás, este regresando a su frente y optó por dejarlo así.

Checo la hora en su reloj de mano, sintiendo un revoloteo en el estómago, sus manos comenzaban a sudar frío y temblaba un poco.

No quería que algo saliera mal en su cita perfecta con su amor desde hace tiempo, por fin había reunido el valor para pedirle una cita a HoSeok, no dejaría que nada saliera mal.

Cuando escucho el timbre ser tocado, corrió hacia la puerta, tropezándose con algunas cosas que habían en el piso, abriendo la puerta con lentitud.

Al abrirla por completo sintió desfallecer ahí mismo.

HoSeok, su amor de la infancia se encontraba ahí, parado frente a el, con su cabello hecho rulitos, un poco de rubor en sus mejillas, un toque de bálsamo en sus labios, un suéter a rayas negras y rojas holgado que dejaba sus clavículas descubiertas, unos pantalones de mezclilla y unos converse eran lo que usaba aquel chico.

Un atuendo que lo volvía loco.

— ¿Te la pasaras toda la noche observándome? — río dulcemente el pelirrojo provocando un gran sonrojo en el pálido.

Este boqueo sin saber que decir exactamente, perdido en los bellos orbes de HoSeok.

— Te ves...te ves precioso. — soltó sin pensar dos veces.

Ambos se sonrojaron ante las palabras, HoSeok sonrió con los labios sellados tratando de ocultar su sonrojo.

— Gracias, tu te ves muy guapo. — murmuró tímidamente.

El pálido cerró la puerta detrás suya, para extenderle su mano a HoSeok, indicándole que entrelazara sus dedos con la suya, lo cual hizo casi al instante.

Ambos comenzaron a pasear por las calles, el silencio que los rodeaba era cómodo, ambos sonreían tontamente.

HoSeok tenía dudas de donde irían, ya que comenzaban a alejarse de la ciudad, caminando a un oscuro bosque, lo que hizo que se el pelirrojo se apegara más a YoonGi, ya que le tenía pánico a la oscuridad.

Caminaron unos minutos hasta que YoonGi detuvo su paso, HoSeok parándose por igual algo confundido.

El alfa miró a HoSeok, los rayos de la luna alumbrándolo un poco. Había escogido ese punto por la preciosa luz de la luna, le parecía bello como chocaban los tenues rayos con el rostro de HoSeok.

Apartó unas cuantas hojas para revelar un pequeño árbol con luce citas de color amarillo enredadas en sus hojas, abajo de él una manta a cuadros, unas copas de vino encima de éstas.

HoSeok sentía que moriría ahí mismo, JungKook nunca había hecho ese tipo de detalle, ni siquiera en su aniversario, sintió sus ojos picar ante aquel detalle tan precioso.

— ¿Te gusta? No soy el mejor haciendo estas cosas...también- — fue interrumpido por los brazos que rodearon su cuello.

— Gracias, esta precioso todo. — le susurro HoSeok al oído, poniéndole los bellos de punta a YoonGi.

Se separó para plantar un beso en la mejilla de YoonGi. Este lo observó por unos momentos, sus ojos brillaban y no por el brillo de la luna, sentía su estómago con mariposas revoloteando y sus mejillas se calentaban.

Tomo la mano del alfa para acercarse a la pequeña manta, ambos sentándose en el fresco pasto para tomar las copas y chocarlas sin mucha fuerza.

El omega le dio un trago a la copa, separandola de sus labios para jugar con la orilla de esta.

— ¿Por qué? — preguntó con cierta curiosidad.

— ¿Por qué, qué? ¿Por qué te invite a una cita? - — el omega asintió, soltó una risa nasal —. Porque me gustas desde que te golpe con mi pelota.

HoSeok se sonrojo violentamente, escupiendo el vino que tenía en su boca. El alfa río en lo bajo dejando su copa de lado.

— ¿Cual d-de todas las veces? Digo...me has golpeado como mil, no sé de cual de esas mil hables. — jugó nerviosamente con sus dedos ganándose otra risa más sonora del alfa.

— Bueno HoSeok, desde la primera vez que te golpee, ¿lo recuerdas? Éramos solo niños, y para llamar tu atención te golpee la cabeza con mi pelota — miró el cielo estrellado con una sonrisa —. De hecho siempre fue así. Siempre quise llamar tu atención golpeándote con pelotas

Fue el turno del omega reír, cubriendo su rostro al hacerlo, YoonGi río junto a él cerrando sus ojos al momento de hacerlo.

— ¿Enserio? Eres tan único YoonGi. — dijo HoSeok entre risas.

— Bueno, me gusta ser original — contestó YoonGi con una pequeña sonrisa —. Yo...bueno, yo estaba celoso de la rata- JungKook — corrigió de mala gana —. Porque el...el te tenía, y eso me ponía de malas. Sabía que era un patán, un...un conejo con pañal, ese chico siempre huele a pañales — arrugó su nariz haciendo un gesto que le pareció gracioso a HoSeok —. De hecho, a veces pensaba que era un omega disfrazado de alfa.

Ambos rieron, disfrutando aquel momento.

— No me gustó verte llorar por ese patán, cuando faltaste después de su ruptura yo...yo pensé lo peor y fui a tu casa — lo último lo dijo tan bajo, pero HoSeok entendía a la perfección —. Y le pregunté a tu hermana de tu estado, del cómo te encontrabas. No sabes el alivio que sentí al saber que estabas bien y yo...bueno, le pedí que no te dijera que había ido.

El omega rasco su barbilla, recordando vagamente que su hermana le había hablado de que un amigo había ido a casa para preguntar de su estado, pero estaba tan triste que no le había tomado atención. Ahora lo entendía y estaba más que claro que era YoonGi.

— Oh, así que...¿Eras tu el que preguntó por mí? — el alfa asintió —. Gracias...gracias por preocuparte por mi, YoonGi.

— No hay porque, HoSeok — toco la mejilla del omega tímidamente recibiendo suaves ronroneos de este —. Mira, HoSeok, yo...yo quiero ser tu alfa, pero se que aun es muy pronto para hacerlo, quiero conocerte de la manera correcta, quiero invitarte a citas, comprarte pequeños detalles. Quiero hacerlo y no necesariamente por medio de una pelota — sujeto las manos del omega —. ¿Me dejarías hacerlo? ¿Me darías el privilegio de conocerte Jung HoSeok?

El omega asintió perdido en los orbes color negro del pálido, con un rubor en sus ojos, se acercaron lentamente, sus respiraciones chocando y...

El celo de HoSeok se presentó.

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Mmm, advierto que no habrá Smut, puerks.

—Melhope.🌻