◐Treinta y cuatro

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Cuando reacciona por completo, Joel logra acomodarse bien para sostener el cuerpo del menor en sus brazos.

Tiembla por el miedo que lo invade.

El Omega abre sus ojitos como puede para mirarlo y sonríe.

Joel lo mira con ternura y las lágrimas comienzan a resbalar por sus mejillas cuando nota la gran herida que tiene en su abdomen.

La perdida de sangre es demasiada.

—Vas a estar bien, vas a recuperarte...

El pequeño niega ligeramente con la cabeza.

—¿Por qué lo hiciste? Debiste dejarme morir a mí —solloza.

—Mi Alfa... es lo que más amo...

Las lágrimas de Joel mojan su rostro y antes de que el rizado responda, el Omega pone un dedo sobre sus labios, callandolo.

—Aunque la luna no nos haya enlazado prométeme que me buscarás en otra vida.

—No vas a morir, bebé —habla desesperado.

—No tienes que amarme Alfa, sólo quiero tenerte cerca en todas las vidas restantes —su mirada se lo suplica.

—Te lo prometo. Nuestros caminos se van a cruzar en cualquier otra vida.

El Omega se estira un poquito hacia Joel y el Alfa hace lo mismo. Unen sus labios en una especie de beso que no llega a concluirse porque los latidos del corazón de Yoandri se van deteniendo poco a poco.

Hasta que cierra sus ojos completamente.

—Despierta bebé, no me dejes —llora Joel apegado al cuerpo del menor —Tenemos muchas cosas que hacer. Por favor, eres el único que me quería —solloza besando el rostro del Omega —Quédate conmigo...

Johann está en un estado de shock arrodillado un poco lejos de Joel.

Su consciencia no logra entender como es que sucedió todo. ¿En qué momento atacó a Yoandri?

Y su lobo está peor.

Era su Omega y lo mató

Lo único que se escucha en todo el acantilado es el desgarrador llanto de Joel sosteniendo el cuerpo ya sin vida de Yoandri, cuando el Beta llega al lugar.

—¿Qué pasó? —pregunta el Beta caminando con miedo hacia donde está Joel.

—A-abuelo... —es incapaz de responderle y dejar de llorar.

Pero no importa porque la evidente escena habla por si sola y puede hacerse una idea de lo que ocurrió.

—No... —murmura sintiendo como toda su vida, lo único que lo mantenía con vida se desvanece.

—¡Eres un maldito! —grita mirando a Johann con rabia.

El Alfa que no se había movido ni un solo centímetro hasta ahora, ladea un poco la cabeza para mirarlo.

—Al fin conseguiste lo que querías, ¿por qué finges que te duele?

—¡Era mi Omega! —grita poniéndose de pie, dejando que la rabia que estaba reteniendo finalmente salga —era lo único que amaba.

—Eres peor que tu padre —murmura con desprecio.

—Y usted no es mejor que nosotros —se defiende —¿o acaso ya olvidó todo lo que provocó? —el Beta agacha la mirada avergonzado —¡Pues mirelo! —grita —esos estúpidos rompieron su lazo. Su nieto está muerto y yo... también.

—Yoandri no era mi nieto —comienza a hablar con su voz temblorosa —tu padre me lo entregó cuando era niño, después que mató a su madre.

—Está mintiendo...

Niega —Ya no tiene caso ocultarlo. Yoandri era el hijo de líder de la manada. Tu padre mató a su madre frente a sus ojos y arruinó su vida y también la tuya —dice recordando —De todos modos al ser el Alfa del hijo de tu padrino serías el futuro líder de la manada y hubieras sido feliz.

—¡¿Por qué nunca me lo dijo?!

—Porque no te lo merecías.

—¡Era culpa de mi padre! —suelta agitado sosteniéndose la cabeza.

—Y también tuya —añade —Te dejaste contagiar por su odio y rencor. Y yo... —suspira —fui egoísta y deje que me manipularan. Los tres somos igual de culpables.

Johann baja la mirada y comienza a llorar, está vez ya sin poder aguantar todas las emociones encerradas en su interior, tantos años.

—Digame que hubiera sucedido si yo no hubiera buscado venganza.

—La noche que fuiste a mi cabaña a pedirme el nombre del Omega de Joel, te lo iba a decir, pero ví el odio en tus ojos y no lo hice. Todo hubiera sido diferente porque tu padre ya no estaba y tenías otra opción —suspira —Siempre hay otra opción.

Johann mira al cielo —Perdón, eres lo único que amé de verdad. Por favor, perdóname —susurra al aire dirigiéndose a Yoandri.

Mira a su alrededor mientras da lentos pasos hacia atrás y su mirada conecta con la mirada del ojiverde.

Está parado a escasos centímetros cerca de un árbol.

El Omega refleja tristeza pero sobretodo pena.

—Lo siento... —murmura aún mirándolo —No merecías todo lo que te hice, Erick.

Vuelve a bajar la mirada y cuando siente el borde del acantilado cerca a sus pies, cierra sus ojos fuertemente y se lanza hacia atrás.

Ya no puede dañar a nadie más.













Dividí este capítulo en dos porque se me hacía muy largo así que si quieren que suba el otro (el último, posiblemente) de una vez, ya saben que tiene que hacer.
Y vayan a leer "Remember November", es un OS por el aniversario Joerick.

Lazos Rotos ◑Joerick◐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora