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-Volverás a la cama conmigo -Tan solo verla así, dispuesta a mí y yo sin hacer absolutamente nada, me hacía ver como un completo imbécil

Ella confundida asintió, sospechaba que estaría con miedo a lo que intentaba hacer hace unos momentos, aveces pensaba que como me veía ella ¿Como una bestia o un completo maniático? En realidad no importaba, la había hecho prisionera en mi propia casa. Sabía que tarde o temprano las autoridades tomarían riendas en el asunto y buscarían hasta la ultima roca sin ser removida, aunque eso era lo de menos

Las sabanas sirvieron como cobija para nuestros calientes cuerpos, ella nerviosa estaba delante de mi. Su delicada y pálida espalda me incitaba a desearla, no me pude contener y de un tirón, lo acaricié, se estremeció ante mi toque pero ella tenía miedo

En un movimiento repentino, lo besé para luego cubrirlas con la delgada tela. Su respiración estaba muy acelerada

-Relájate -Bueno, creo que no había sido buena idea decirle algo así luego de lo que pasó aquella noche

Pero presentí que su cuerpo se ablandaba más que antes ¿Funcionó? No supe en que momento ambos nos habíamos dormido de nuevo

-Natsu -Sentí delicadas manos tocándome

-Que pasa -La vi solo con una sabana alrededor del cuerpo

-Ne-necesito ropa -El rubor estaba por todo su rostro. No podía creer que aún tenía la oportunidad de ver esa expresión en ella

-Yo -Retiré la mirada de inmediato pues, el pecho estaba muy expuesto

De inmediato Lucy entendió lo que pasaba y se fue para un lado. Era necesario ir por un poco de ropa de mujer. No siempre la tendría con una chaqueta mía

-Que es lo que necesitas -Agradecía muy adentro que ahora cooperara con cada cosa que le preguntaba

-Un vestido y algo de lencería -Bien, lo ultimo sería algo complicado de conseguir

-Quiero pedirte algo. Te dejaré en casa, sola pero. Si vuelves a salir o siquiera tienes pensado escapar. Juro Lucy, que te encontraré y no volverás a ver la luz del día -Una inquietud se apoderó de ella junto al miedo que tornaban sus ojos. No lo podía decir mejor pero era necesario hacerlo

-Si-si. Estaré aquí - Si tan solo pudiera ser cierto. Respiré hondo y tomé una ducha, ella debía de hacer lo mismo y la metí conmigo

-Esper- -Tarde

-A que le temes -Ella aun no se costumbraba verme así, con poca ropa

-No haré nada indecente -Volteó la mirada escondiéndose en un rincón.

-Saldré primero -Estaba rendido, tampoco podía evitar o ignorar su presencia

El cambio fue de inmediato, ahora la cosa era ¿Como conseguir esa ropa sin que se vea sospechoso?

-Buenas tardes ¿Que se le ofrece? -Una jovencita vino a mí al entrar en la tienda en donde se supone que vendían todo tipo de ropa femenina

-Quiero, un vestido

-Oh pero hay muchos vestidos por aquí -La seguí y era verdad ¿Cómo es que las mujeres diferenciaban de entre tantas cosas?

-Ese de ahí, no, ese de ahí. Espere, el otro -Esto era desesperante

-¿Es la primera vez que compra ropa para su novia? -Asentí sin importancia

-Es para una amiga, no tengo novia -Luego de aquello, presentí que la mujer de al lado actuaba muy cercana ¿Por qué hacen eso?

-Creo que ya encontré el indicado, deme ese para llevar -Escogí un vestido sin diseño, solo esperaba que le quedara. Tan rápido como pude, salí del lugar

-Vuelva pronto -No deseaba hacerlo

Los próximos minutos repetí lo que había salido a comprar, no sabía en que momento mis manos estaban casi repletas de ropa. Me veía ridículo

-Lencería -Casi olvidaba ese detalle

-Oh, parece que tenemos un cliente poco usual -Que tan extraño podía ser esto

-Muéstreme un poco -Dije con toda la seriedad posible

-Tenemos una gran variedad, sean brasier o las bragas -Fui tras ella pero ¡Grave error!

La mujer de edad avanzada me mostraba muchas cosas que jamás en mi vida había visto o pensaba ver en mi vida

-¡Espere! No deseo comprar cosas así, solo quiero llevar algo cómodo y sofisticado

-Siento incomodarlo, pensé que buscaba algo atrevido para su mujer. Normalmente los hombres vienen a buscar eso

-No debería de tener esa perspectiva de todos -La señora solo alzó los hombros y volvió a la planta principal, no sabía que se debían de escoger por colores y tallas

-¿Algún problema?

-Yo, yo no sé de su talla -La mujer balbuceó y comenzó a reír

-Esta juventud de ahora. ¿Observa las formas de allá? Dígame a cual se parecen -Para mi sorpresa ninguna de esos pechos se parecían al de ella

-Creo que es algo más grande que ese de ahí

-Oh jovencito, tu novia debe de tenerlas muy grandes -¿Solo una pareja podía salir a comprar cosas así?

-Tengo estas, los encajes son mínimos, así no la lastimarán o la incomodarán -No entendía del todo pero asentí a lo que decía, al poco tiempo me trajo un conjunto similar al color, eran las famosas bragas. Si seguía aquí, no dudaría en comprar algo que no debería

-Es todo -Suspiré agotado frente a casa. ¿Ella estaría adentro si la nombraba? Sonreí sin ganas

Abrí la cerradura con dificultad, la casa estaba algo cambiada, extraño

-Llegaste -Bien, supongo que mis límites se sobrepasarían en cualquier momento pero no sabía que el que ella vistiera así, lograra que deseara lo que trataba de evitar en todo el día

-Ponte lo que hay aquí

-¿Todo esto?

-No sabía lo que usabas exactamente -Prácticamente corrí a mi habitación. Lucy se había quedado en casa, me alegraba de algún modo

Asintió y se fue, no siempre debía de actuar distante con ella pero tampoco podía bajar la guardia, después de todo, tarde o temprano volvería a intentar huir.

No sé en que momento se había vuelto una necesidad, desear tanto poder salir con ella  pero eso no podría ser así. Sería mejor salir un momento

-Señor ¿Se encuentra bien? -Una niña muy pequeña me tocó del pantalón

-Si, una niña como tú, no debería de estar sola por aquí

-No estoy sola, mis papás vienen allá -Apuntó a un lugar detrás de ella

-¡Asuka!

-¡Mami! -Volvió con ellos. Una pareja muy joven

-Papi, ese chico estaba muy triste -El mencionado subió la mirada y sonrió amablemente

-Está bien -Me despedí con la cabeza y volví a caminar

Bien ¿Lo estaba? Había cometido un sin fin de atrocidades sin pensarlo. ¿Matar personas era correcto? Ellas habían hecho las cosas mal, yo solo, yo solo las castigué

Me Convertí en Esto... LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora