|4|

716 53 5
                                    

Lucy

Querer ver el rostro preocupado o irritado como antes lo hacía, pensaba ver esa expresion en su rostro siquiera, un rastro de molestia pero no, todo cambió. El simplemente lo obvió

-Levy

-¿¡Lu-chan!? Que pasó, donde estan

-L-lo siento pero no vendré, me doy cuenta que perdí a mi gran amigo de la infancia, perdón

-Espera Lu-

La llamada se colgó, mis pisadas eran pesadas, tenía la necesidad de seguir pero mis pies no podían más que me senté en una roca

A estas circunstancias, tal ves Natsu se había ido solo. No me sorprendería quenlo haga despues de todo

Mi mirada estaba perdida, no sabía si continuar o volver

-Me quedaré -Fue lo único que salio

-Hey tonta -Su voz agitada, y las enormes pisadas que se aproximaban

-N-Natsu -Estaba asustada, tal ves me haría daño como esa noche

-Por qué mierd* te largaste sin decir palabra alguna -Estaba enojado

-Y-yo

-Tu nada, deja tus caprichos para otro momento porque no soy alguien que soporte esas mañas y deberías de saberlo más que nadie -Me sentía con miedo pero a la vez con mucha ira

-Quería que me tomes más importancia si dejaba que Sting haga eso pero no. Rapidamente lo evitaste y seguiste -Lo vi a los ojos pero la furia se intensifico en él haciendo que bajara mi mirada

-Eres una estúpida sin remedio, aún te voy aclarando que tu y él son novios, Sting puede hacer contigo lo que desee por el simple hecho de haberte dejado esa marca, solo soy un amigo, recuerdalo. No tengo que hacer el papel de padre y protegerte todo el tiempo

-Pero Natsu, lo prometiste -Se acercó y sacó una mano de su bolsillo

-Estamos próximos a ser adultos Lucy.  ¿Esa cabeza pequeña que tienes ahí no lo comprende? -Con un dedo me daba punzadas en la cabeza, me sentía humillada y con ganas de llorar

-¿Todo fue mi culpa? -Bajé la cabeza de inmediato

-¿Qué?

-Todo lo que pasó contigo, simplemente cambiaste, todo porque te evite jaja -Comenzaba a reir pero las lagrimas no dejaban de salir

-Estás mal, caminemos o seguirás hablando incoherencias

-Es verdad, yo gustaba de ti pero no. Nunca te hice caso -Me limpié la cara

-No sigas Lucy -Lo estaba molestando. Quería que mostrara una reacción

-Porque, tal ves porque eras un chico inmaduro de mente muy abierta y poco serio con las cosas

-¡No sigas maldita sea! -Su puño choco contra un árbol, realmente estaba enojado

-Nunca soportaste que te digan la verdad y más frente tuyo -También lo vi amargado

-No me jodas niñita, eso quedó en el pasado y te digo la verdad. Por tu puta culpa, empecé a sentirme bien jugando con las personas pero no de la misma forma que tu -Lo vi

-Jugabas con sus sentimientos, no te importaba quien resultara afectado. Simplemente lo hacias pero yo, pero yo jugaba con sus cuerpos, desde lo más profundo de ellos. -El ambiente cambió a uno muy extraño

-Que dices -Estaba confundida

-Te lo aclaro Lucy, ya que tampoco planeo dejarte fuera de lo estoy preparando, esa tal Lisanna que encontraron aquella noche. Con el aspecto totalmente desfigurado y ese trato no humano que se notaba en el cuerpo fue hecho por la persona que esta frente a ti

-Que broma es esta Natsu -Porque contarme esto

-¿Una broma?

Tomó de mi mano con fuerza y nos echamos a caminar. Forzadamente me llevaba

Mis deseos de safarme eran incomprensibles, este Natsu que conocí no era el mismo, ahora lo veía como un desconocido, alguien tenebroso que en lo único que podría pensar era hacer daño sin importarle las consecuencias

Llegamos de inmediato a la casa, estabamos en total oscuridad

-Natsu sueltame -Tomó mi mano con la otra para intentar sacarme su mano pero no funciona, él apretaba mas

-Piensas que lo que te cuento es una broma, veamos si esto te convence

Llegamos a la parte trasera de la casa, un montón de leña húmeda aguardaba y al lado una pequeña puerta directo al sótano

Tenía miedo

-A donde vamos

-Deja de preguntar tanto que me irrita -Sacó una llave con la mano desocupada y abrió la puerta. Bajamos las escaleras

-Detente porfavor -Mis pies temblaban

-¡Deja de llorar! -Seguía jalandome la mano

Al fin paramos frente a otra puerta, esta era de metal y se encontraba bien oculta. Él la abrió como si nada y me aterrorizé al ver aquella escena

-Que es esto

-Una linda muchacha que encontré perdida -Una niña de cabellos azules y con los ojos llorosos que pedía que la ayude, completamente amarrada

-Q-que harás -Cerró la puerta con llave y me dejó. Vi sus pasos y caminaba a una bodega, la abría y mi susto empeoró. Cuchillas, una sierra, agujas...

-Ayuda -Es lo que salía apenas

-Tranquila Lucy, aún no te toca -Su sonrisa me atemorizaba

-N-no puedes, sacame de aquí porfavor -Trataba de abrir la puerta por donde ingresamos pero era inútil

-Trata de abrirla como puedas, es imposible que alguien logre salir. Al menos vivo

-Natsu porfavor dejame salir, esto me asusta -Trataba de tomar calma pero era imposible

-Solo observa -El hombre tomó a la niña de los cabellos sentadola y ella tan solo lloraba, en sus ojos mostraba terror

-Dejala -El volteó y me penetro con esa mirada de horror

-¿Creías que esto se trataba de una broma? Fijate bien -Sacó una pequeña cuchilla y empezó por cortar la piel de los brazos

-¡Detente! La dañas -Salté sobre él sin pensar lo que pasaría después

-Estúpida -Me empujó para atrás y caminó rapidamente hacia mí, trataba de levantarme pero Natsu ya estaba encima

-Sigues creyendo que esto es una broma ¿Lucy? -La navaja iba sobre mi cara, lentamente y sin miedo la seguía frotando

-N-no lo hagas

-Hacer que -Su voz en mi cuello me hacía temblar, no soportaba esto que pasaba

-Natsu... -Seguía jugando con la cuchilla en manos hasta llegar al ombligo y darle clavadas delicadas sin fundirla en mi cuerpo

-Aún no pienso hacerte daño Lucy -Mis manos temblaban

Volvió con la niña que estaba desesperada y mientras el pelirosa se acercaba, esta solo negaba con la cabeza

-Desde el principio estabas en mi vista. Wendy Marvell -Sus gritos ahogados y las pataletas que hacía eran horribles

-Lucy, observa atenta -La jalaba de los cabellos y finalmente le dio una estocada en el cuello

Tan aterrorizada estaba que no podía ni gritar, solo observar los ojos llorosos de aquella pequeña que sin vida ya se encontraba

Me Convertí en Esto... LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora