-¡Natsu! -El mencionado había salido muy temprano. Se supone que Lucy se encontraba tan tranquila pero fue inevitable alertarse ante esa voz que vagamente se le hacía conocida
-Hey niño, necesito que veas lo que acabo de preparar -No. Si abría la perilla lo descubriría. Lucy temía más por la posible reacción que tendría contra el desconocido de la puerta
-Oh Natsu, no puedo creer que tengas un sueño tan pesado -Aquella cerradura iba dando vueltas poco a poco. Estaba pérdida pero... ¿Y si esa persona era capaz de salvarla? No lo sabía. Tantos fallos habían hecho que perdiera la esperanza
-Ayu- -Un golpe repentino en la puerta hizo que todo se tornara tan tenso
-Ya me encuentro aquí. Solo salí a dar una vuelta -Las manos temblorosas de Lucy cubrían apenas sus labios asustados
Casi, estaba a punto de estropear la vida de otra víctima
-Qué haces aquí
-Solo te iba avisar que el desayuno ya se encuentra servido
-No comeré, compré algo de regreso -Creo que su actitud no mostraba ni un poco de agradecimiento ante esa persona
-Entiendo. Yo, me ausentare en todo el día, dejaré lo que queda en la-
-No tienes que hacer esto, Igneel -¿Había escuchado bien?
Un silencio repentino se apoderó detrás de la gran puerta solo oyendo ecos de pasos desapareciendo. Era su padre, ese hombre que estaba ausente durante casi toda la vida de Natsu
-Despertaste -La mujer aún sorprendida asintió con recelo
-Era, ¿Era tu padre? -No sabía como reaccionaría ante esa pregunta ¿Lo molestaría?
-Si, aunque creo que no debería de importarte. Solo espero que no cometas otra tontería, Lucy
Se podía predecir lo que iba hacer, su temor y temblorosas manos la delataban
-No -Calló de inmediato
-Levántate. Puedes bajar, pero no salir
-¡Eso lo sé! -De alguna manera se encontraba ansiosa
Los pies iban tocando el frío suelo, el notarse cansada era de esperarse. No sabía si había ganado peso en todo ese tiempo encerrada, aunque pensándolo bien. ¿Cuánto había pasado?
-Traje algo de comer
-No tengo hambre
Las manos de Natsu soltaron el pequeño desayuno
-No puedes negarte a lo que digo
-Al menos debería de preocuparme del cómo estoy alimentándome, no quier-
-¿Te sigue preocupando eso? -Natsu lo sabía, otra de las porquerías de Lucy era el hecho de cuidar exageradamente su físico. Ella era hermosa sin esos cuidados tontos
-Si -Salió de su lado, él lo notaba, Lucy estaba más delgada y tal cosa lo disgustaba
-No está bien -La rubia confundida ignoraría sus palabras mas no fue así. Sus dedos habían sido entrelazados por su acompañante
-Qué haces
-Necesitas comer
-Dije que no quiero -Odiaba ser contradicho. Estaba molesto, su fuerza fue contra ella haciendo que tocara la pared bruscamente
Sus ojos aterrados pensaban y pensaban sobre lo que había hecho para que se comportara así
-Odio tener que repetirlo, querida -Un pequeño pastelillo se encontraba en sus manos, estropeado
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Me Convertí en Esto... Lucy
Short Storymi obsesión llegó muy lejos... tan solo deseaba estar cerca de ella pero. Todo se salió de control