O6

14.1K 2.3K 388
                                    

Con mucha dificultad, JungKook logró levantar el cuerpo de JiMin del piso y cuando lo estaba llevando a la calle principal, el castaño habló.

— Mi g-guitarra... — Dijo JiMin con la voz ronca y débil, señalando al bote de basura que estaba al lado de donde estaba sentado antes.

JungKook lo apoyó en la pared y se movió rápido hacia el bote, encontrando la guitarra en su estuche debajo del bote, escondida, junto a un pequeño salveque. Tomó el salveque asumiendo que era de JiMin y la guitarra la sacó con delicadeza para luego correr al lado del ojiazul.

Pequeñín estaba extrañamente tranquilo y siguiendo a JungKook sin necesidad de tener que llamarlo. Era como si pudiera sentir la seriedad del momento.

JungKook guindó la guitarra y el salveque sobre su espalda y rodeó a JiMin con los brazos, ayudándolo de nuevo a salir del callejón.

Cuando llegaron a la calle principal, JungKook chifló y un taxi se detuvo al instante frente a ellos.

Al ver el estado de ambos hombres, el chofer del taxi se bajó apresurado y abrió la puerta de atrás.

Con ayuda del chofer, JungKook acostó a JiMin en el asiento trasero y acomodó la quitarra y el salveque al lado. Rápidamente alzó a Pequeñín y se sentó el asiento del copiloto, diciendo la dirección de su apartamento.

El chofer del taxi empezó a manejar antes de que JungKook terminara de decir su dirección, entendiendo la urgencia del momento.

En pocos minutos estaban frente al apartamento y el chofer de nuevo ayudó a JungKook a sacar a JiMin, llevándolo hasta la puerta. JungKook procuró darle una gran propina al chofer.

Tan pronto entró al apartamento, dejó a JiMin acostado sobre el sillón y tocó de nuevo su frente. Maldijo al sentir que la fiebre de JiMin no había bajado ni un poco.

JiMin de nuevo empezó a tener fuertes y violentos ataques de tos y JungKook entró en pánico. Estaba tan asustado que ni siquiera recordaba qué tomaba él cuando se enfermaba. Aun así se sentó al lado de JiMin y le dio golpecitos en la espalda.

Sin pensarlo, sacó su celular y buscó entre sus escasos contactos a alguien que le pudiera ayudar y la única que consideró que sería algo de ayuda fue Hwasa, su agente.

Rápidamente marcó el número y pegó su celular a su oreja.

— ¿JungKook? — Contestó Hwasa con evidente confusión en su voz. JungKook pudo escuchar música y voces junto a la voz de su agente y asumió que la chica estaba en una cena familiar de noche buena.

— Hwasa. — Empezó a decir JungKook pero una fuerte bulla en el lado de Hwasa lo detuvo.

— Espera... — Dijo Hwasa y JungKook pudo escuchar como la mujer se alejaba del estruendo de sonido hasta quedar todo en silencio. — Listo, ¿sucedió algo? Nunca me has llamado, siempre recurres a los mensajes.

— Tengo una emergencia y no tengo idea de qué hacer y estoy muy asustado y me siento como un niño y necesito ayuda y-

— ¡JungKook! — interrumpió Hwasa al escuchar el balbuceo de JungKook.

— Tengo un chico ahogándose por la tos en mi sillón y está ardiendo en fiebre y tengo miedo porque ni siquiera podía estar de pie solo y-

— ¿Tienes tylenol? — interrumpió Hwasa de nuevo y JungKook murmuró una afirmación. — Dale un par y ponle paños con agua tibia en la frente. Busca entre tus cosas algún jarabe para la tos y hazle un té caliente.

— ¿Eso es todo? — preguntó JungKook mientras se levantaba y caminaba a su baño. Abrió su gabinete y no vio jarabe por ningún lado. — Mierda Hwasa no tengo jarabe ahora qué voy a hacer no quiero que muera y menos en mi sillón...

— JungKook, ya cálmate. — interrumpió Hwasa exasperada. — Llamaré a la farmacia y haré que te envíen. Debes calmarte, el chico no va a morir... y si pareciera que va a morir, llévalo al hospital.

JungKook escuchó las últimas palabras y sintió como si su corazón se contrajera al darse cuenta de que el pobre chico probablemente ni siquiera tendría un seguro como para que lo atendieran en el hospital.

Después de un par de murmullos y agradecimientos, JungKook colgó la llamada y llevó las pastillas a la cocina. Llenó un vaso con agua y al escuchar a JiMin toser de nuevo, se apresuró a él y colocó el vaso y las pastillas sobre la mesita que estaba frente al sillón.

— Ven, bonito. — susurró JungKook y alzó a JiMin de las costillas para acomodarlo de manera que estuviera mitad sentado, mitad acostado. — Toma.

Con ayuda de JungKook, JiMin tomó las dos pastillas y se bebió casi todo el vaso con agua.

Al bajar el vaso, JiMin alzó su mirada y selló sus ojos en los de JungKook.

No articuló alguna palabra, pero su mirada le hizo saber a JungKook lo que estaba sintiendo.

'Gracias por no dejarme morir en la calle.'

(🍒)

Mood: 🥺

Gracias por el amorcito que le están dando la historia ♡♡

Home 내 집 "Kookmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora