Home 내 집 "Kookmin"

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Cuando JiMin despertó, lo primero que hizo fue sonreír.

El recuerdo de la noche anterior estaba completamente fresco en su memoria y, a pesar de sentir la incomodidad en su ropa interior, podría afirmar que era uno de sus recuerdos favoritos de toda la vida.

Se volteó en la cama buscando a JungKook y se sorprendió al no verlo allí o en la habitación del todo.

Se quedó quieto un instante y pudo escuchar el eco de murmullos dentro del apartamento.

Dudó unos segundos en si salir de la habitación o no, pero suponía que Hwasa había llegado al apartamento y que los murmullos que escuchaba eran JungKook y ella conversando.

Se levantó y recordó que tenía semen seco en su ropa, así que caminó hacia el armario de JungKook y sacó unos pantalones de dormir. Suponía que a JungKook no le molestaría y sonrió al darse cuenta de que a JungKook más bien lo pondría feliz verlo usando su ropa.

Cuando se cambió, abrió la puerta y se dio cuenta de que los murmullos eran de JungKook hablando por teléfono. Iba a salir pero se quedó congelado escuchar las palabras que salieron de la boca de JungKook.

— Sé que no es un niño pero... Hwasa, el chico ni siquiera sabe quién soy en realidad. No sabe que soy el Jeon JungKook que tiene su maldito nombre impreso en letras gigantes por toda la ciudad anunciando su nuevo libro y temo que si se da cuenta, huya.

¿Qué?... JungKook, su JungKook, ¿era el JungKook reconocido por ser un famoso escritor?

JiMin sintió ganas de patearse a sí mismo por no haberse dado cuenta antes. JungKook tenía mucho dinero, cualquiera que entrara a su apartamento podría notarlo. Y la noche anterior le había dicho que era escritor.

Claro, JungKook había dicho que tenía un par de historias... pero JiMin no sabía que con "un par de historias" se refería a tres libros que habían sido todo un éxito a nivel mundial. Sus libros eran traducidos a cuanto idioma existiera y tenía fans por doquier.

'Por supuesto que no lo ibas a reconocer, JungKook siempre hace sus entrevistas con gafas oscuras y ni siquiera sus fans, los que lo han seguido desde el inicio, lo reconocen en la calle.' pensó JiMin y sintió ganas de llorar.

Eso lo cambiaba todo.

Por supuesto que JiMin huiría; no podría estar con un famoso escritor mientras él mismo fuera una persona de la calle.

Si la gente se daba cuenta de solo el hecho de que JungKook estaba relacionándose con alguien como él, el escritor perdería toda su fama. Las personas lo empezarían a juzgar y dejarían de comprar sus libros y JiMin no quería eso para JungKook.

JungKook no merecía pasar por algo así.

Y JiMin no se merecía a alguien como JungKook.

Una lágrima cayó por su mejilla y se sobresaltó al escuchar que JungKook se despedía.

Rápidamente, se acostó de nuevo y pretendió estar dormido, luchando contra las lágrimas que querían escapar de sus ojos.

Sus nervios se dispararon cuando escuchó a JungKook entrar a la habitación y sintió como su estómago se estrujó al sentirlo acurrucarse a su espalda.

Después de unos minutos, la respiración de JungKook se hizo lenta y profunda y JiMin se dio cuenta de que se había dormido.

Muy despacio, salió del agarre de JungKook y en silencio salió en dirección a la sala.

Tomó su mochila y su guitarra y guindó ambos sobre su espalda.

Un pequeño ladrido retumbó por la sala y JiMin no pudo contener más las lágrimas. Giró en dirección a donde lo escuchó y vio a Pequeñín asomando la cabeza por la baranda que lo mantenía encerrado en una de las habitaciones. JiMin había olvidado que la tarde anterior lo habían metido ahí porque Hwasa era alérgica a los perros.

Sin poder resistirse, caminó hacia la baranda y se agachó para alzar al cachorro. Pequeñín empezó a lamer las lágrimas de sus mejillas y JiMin soltó una risa amarga.

— Debes prometerme que lo vas a cuidar mucho. — murmuró el ojiazul y dejó un beso sobre la cabeza del cachorro. — Te extrañaré Pequeñín. Dale mucho amor a tu papá de mi parte, ¿sí?

Dejó otro beso sobre su cabeza y lo volvió a dejar del otro lado de la baranda.

Cuando caminaba hacia la puerta, un estante que estaba en la sala llamó su atención y caminó hacia él.

Lo había visto antes, pero no había tenido razones para prestarle atención. Ahora sí tenía las razones.

Muy despacio, sacó uno de los libros y lo abrió, encontrándose con la foto de un sonriente JungKook impresa en la primera página.

Jeon JungKook, escritor #1 por cuatro semanas consecutivas en la lista del New York Times.

JiMin alzó su mirada y vio un vaso con una serie de bolígrafos. Tomó uno y buscó un trozo de papel en alguna parte del estante y escribió una pequeña nota.

Luego caminó hacia el centro de la sala y dejó el libro y la nota sobre la mesa que estaba frente al sofá.

Caminó hacia la puerta y sin mirar atrás, salió por ella.

(🍒)

Hoy es un día muy especial, por BTS y creo que un regalo seria terminar la historia ♡ así que discúlpeme si las lleno de notificaciones. Pero este es mi obsequio para ustedes y para mi. Como lectora amaría que una historia que leo se publicara así. ♡♡ les amo mucho y por sobre todo amo a mis 7 ángeles. ♡♡