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La primera vez que JungKook despertó al día siguiente, abrió sus ojos despacio y observó al chico que dormía sobre su pecho.

Sintió en su pantalón la incomodidad del semen seco pegado a su ropa interior y a la vez sintió como su pecho se retorcía al recordar lo que había sucedido la noche anterior.

Por un lado, se sentía jodidamente complacido y feliz. Había pasado muchísimo tiempo desde la última vez que había logrado conectarse con alguien de la manera en que lo había hecho con JiMin. El chico era inteligente, era gracioso, era talentoso y además era malditamente hermoso.

Pero por otro lado se sentía extremadamente culpable. El chico solo tenía 20 años y él ni siquiera se preocupó en averiguar si el chico era virgen o no. Tampoco era como que habían tenido sexo convencional, pero de igual manera JungKook no se había preocupado en si era la primera vez de JiMin haciendo algo sexual con otra persona.

'¿Y si ahora cree que le quise ayudar porque quería cogérmelo?' pensó JungKook y cerró sus ojos con frustración. Los abrió de nuevo y miró su reloj de pared.

5:42am.

Era demasiado temprano como para estarse quebrando la cabeza por algo que probablemente no era tan grave como su mente cansada estaba haciéndole creer.

Trató de volver a dormir pero su mente era como un enjambre de pensamientos, era demasiada la bulla mental.

Teniendo muchísimo cuidado en no despertar al menor, JungKook salió de su cama y tomó su celular y también un pantalón de dormir limpio.

Después de cambiarse en el baño de la sala, caminó hacia el sofá y se sentó con un suspiro. Desbloqueó su celular y fue a sus llamadas más recientes, marcando a la última llamada registrada.

Sabía que ella se despertaba temprano por la escuela de su hijo, así que creía que no se molestaría por llamarla a esta hora, ¿cierto?

— ¿JungKook? ¿Sucedió algo? ¿JiMin está bien? — dijo Hwasa al contestar y JungKook sonrió al escuchar la preocupación de su agente por el castañito.

— Buenos días, Hwasa. — murmuró JungKook con voz baja; a pesar de que JiMin estaba en la habitación dormido, y él no quería arriesgarse a despertarlo.

— Deja las formalidades y dime la razón por la que me llamas a esta hora. — dijo Hwasa y JungKook rió. ¿Por qué nunca había intentado hacer amistad con su agente? — ¿Le pasó algo a JiMin?

— Pues... no exactamente. — contestó JungKook sin saber cómo decir lo que quería decir. En realidad ni siquiera sabía por qué la había llamado. — Es decir, pasó algo pero no necesariamente malo, o al menos eso espero, no lo sé, es decir-

— ¿Cogieron? — preguntó Hwasa sin tapujos. JungKook se atragantó con su saliva y empezó a toser. — ¡Oh por dios! ¡SÍ COGIERON! ¡Lo sabía!

— ¡No! — intervino JungKook y escuchó como Hwasa abucheaba al otro lado del teléfono. — Es decir, no cogimos pero sí pasaron... cosas.

— JungKook, tienes la edad suficiente como para dejar de referirte al sexo como 'cosas'. — dijo Hwasa y JungKook pudo notar en su voz que la chica quería reír.

— Tenga la edad que tenga igual no me gusta andarle contando a la gente que tuve un orgasmo con un chico al que le llevo siete años. — reprochó JungKook y Hwasa entendió la razón de porqué JungKook la había llamado.

— Eso es lo que te tiene más preocupado, su edad, ¿cierto? — Preguntó Hwasa y JungKook afirmó en un murmullo. — Querido, JiMin no es un niño. Sé que tienes una extraña necesidad de protegerlo, pero no es un niño.

JungKook tragó grueso al recordar que Hwasa no sabía que JiMin vivía en la calle.

— Sé que no es un niño pero... — dijo JungKook y soltó un suspiro frustrado. — Hwasa, el chico ni siquiera sabe quién soy en realidad. No sabe que soy el Jeon JungKook que tiene su maldito nombre impreso en letras gigantes por toda la ciudad anunciando su nuevo libro y temo que si se da cuenta, huya.

— Antes temías que fuera uno de esos que se aprovechan de tu trabajo pero ahora temes que huya por tu trabajo. No te entiendo.

— Es que me di cuenta que JiMin no haría eso. Él no es de ese tipo de persona. — contestó JungKook y pasó su mano libre por su rostro. — Él es diferente y siento que huiría al darse cuenta de quién soy.

— Realmente te gusta, ¿cierto? — Dijo Hwasa con suavidad y JungKook se sintió como un niño al que su madre le preguntaba si le gustaba su compañerito de primaria.

— Más de lo que debería. — respondió el ojinegro y cerró sus ojos.

— Pues entonces vuelve a la cama, acurrúcate a él y despiértalo dentro de un par de horas para hablar y decirle quién eres.

— Supongo que es lo mejor. — respondió JungKook resignado y colgó la llamada después de despedirse.

Se quedó unos instantes sentado en el sofá y luego se levantó.

Al llegar a la habitación, suspiró con alivio al ver al ojiazul aun dormido y se acostó detrás de él, uniendo su pecho a la espalda del menor y puso una posesiva mano sobre su pecho.

Dejó que el calor de aquel cuerpo junto al suyo lo arrullara y volvió a quedarse dormido.

(🍒)

La segunda vez que JungKook despertó esa mañana, estaba solo en su cama.

No necesitó levantarse de su cama para saber que JiMin no estaba en el baño, ni en la sala, ni en ninguna parte del apartamento.

Simplemente sabía que JiMin se había ido.

(🍒)

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Mood JungKook:

Mood JungKook:

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