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¡Hola Shinobu-san!.-la castaña entró corriendo a la residencia mariposa luego de completar su entrega.-He vuelto.- con una sonrisa saludó a la nombrada.

Hola Naomi-san, por lo que veo esa salida fue una buena idea.-le sonrió de vuelta al ver que la recién llegada estaba más feliz de lo normal.-Ah y parece que no fue solo una caminata.-su sonrisa se amplió mientras analizaba el rostro sonrojado de la ojiverde.

Al escuchar esa frase Nao se sobresaltó y con ello vino a ella el recuerdo sobre el propósito de su salida, lo que desencadenó que se sonrojara aún más.

Ehhhh, ¿fuiste a ver a alguien Naomi?.- le preguntó a la par que levantaba una ceja y no abandonaba su característica sonrisa.

Ante la pregunta la espadachín se sonrojó hasta más no poder y comenzó a negar muchas veces con la cabeza.-N-no, n-no, solo fue una caminata, ¿C-Cómo piensa eso Shinobu-san?.-Le respondió tratando de evitar cualquier contacto visual.

Shinobu la conocía desde hace mucho tiempo, de modo que para ella le era sencillo saber si la ojiverde ocultaba algo, además es necesario sumar a esto el pequeño detalle de que ella no podía mentir, puesto que los nervios siempre terminaban traicionándola, junto a esto hay recordar que cuando esta partió en la mañana, quería hacer su caminata totalmente a solas, cosa que a Kocho le extrañaba, puesto que siempre aceptaba su compañía en sus paseos, pero lamentablemente en ese momento no había podido preguntarle más debido a que ella había salido corriendo de la residencia.

Ehhhh, por lo que veo tu rostro está muy rojo, entonces... ¿tengo razón?.-La pilar insecto dió el golpe de gracia.

Con esas palabras le hizo entender a la sonrojada Nao que se encontraba entre la espada y la pared, y con ello no valía la pena seguir mintiendo y evitándolo.

Suspiró.-Bueno, no fue taaaan así.-Le respondió mirándola con una leve sonrisa.

Ojalá hubiera sido algo así.-Pensó la espadachín y se entristeció al recordar su poca valentía para expresarse directamente a su enamorado.

Shinobu a ver esos ojos la tomó de la mano y la arrastró a través de la finca, hasta llegar a su "oficina", una vez adentro, la pilar cerró la puerta y tomó asiento.-Cuéntame todo.

La castaña se sorprendió, pero se alegró, realmente necesitaba hablar con alguien, así accedió a decirle todo, desde como partió hasta terminar en la idea de las cartas.

Así que, ¿Rengoku-san, ehhh?.- la mujer de ojos morados estaba sonriendo mientras se acercaba más a una Naomi que cada vez más se parecía a un tomate.

S-Si...-estaba empezando a pensar que fue una mala idea el contarle.-¿Qué opina usted?.

Mmm, Rengoku-san es una persona muy alegre y apasionada, le gusta mucho la comida y tiene un gran corazón .-Miró él rostro expectante de Nao.-Tienes mi apoyo, si necesitas algo solo dime ¿vale?.-le sonrío.

¡Muchas gracias Shinobu-san!.-saltó de su asiento y la abrazó.

La pilar se sorprendió con la acción de la castaña, pero correspondió sonriente su abrazo, le aliviaba el saber y ayudar a la ojiverde con sus problemas sin importar cuales sean, todo con tal de no verla sufrir.

『Cartas Anónimas』≪Kyoujurou Rengoku≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora