『Cartas Anónimas』≪Kyoujurou Rengoku≫

Especial san valentín

No estaba muerta andaba de parranda~
Sé que me he tardado mucho con la edición de los capítulos y realmente me disculpo por eso, lo que sucede es que al editar algunos capítulos han aumentado mucho el número de palabras kdkskdk y a Wattpad se le ocurre no guardar los cambios :(, pero bueno, dentro de poco tendrán todo actualizado♡.

Ahora a lo que nos compete.
A modo de disculpa y celebración del 14F (mega atrasado) les traigo este one shot situado en la época actual, espero que les guste~

—AHG —gruñó frustrada la castaña a la par que se recostaba sobre su escritorio, ocultando su rostro en este.

—Parece que Nao-chan tiene un mal de amores~ —habló burlona su amiga sentándose en el escritorio que estaba al lado de la mencionada.

—Mejor dicho el mal de los amores imposibles. —corrigió su otra amiga palmeando la espalda de la ojiverde.

—Bingo. —utilizando un tono desganado afirmó las palabras de la chica.

—Hay tantas personas y de todas ellas me tenía que enamorar de un profesor. —suspiró y se acomodó en el asiento.

—Tranquila~ no eres a la única que le ha pasado, la gran mayoría ha tenido esa fantasía. — su amiga iba a continuar hablando, pero la llegada del profesor de matemática lo impidió.

Con la entrada del albino, como por arte de magia todos los alumnos aparecieron ordenados, dispuestos a saludar al profesor entrante y Naomi no era la excepción, solo que físicamente se encontraba en el salón, pero su mente estaba en la luna analizando las palabras de su amiga.

Es cierto, pero desde hace un tiempo lo he pensado y no creo que sea solo una fantasía para experimentar lo "prohibido", en serio me atrae como persona, no como profesor.

Presa de sus divagaciones, no prestaba la atención necesaria a la clase actual, cosa que el albino notó.

—Kimura pase adelante a resolver el problema de la pizarra, si lo haces mal tendrás dos puntos menos en tu nota de participación en clase. —tal y como pensó el de cicatrices, aquellas palabras fueron suficientes para traerla de vuelta a la clase.

Con la orden del docente los pensamientos de la chica se esfumaron, logrando que esta concentrara toda su atención en lo mandado.

—S-Si profesor. —como pudo se levantó y acató la orden dada por el mayor.

Luego de aquella llamada de atención, la clase transcurrió sin problemas y una vez que el timbre indicó el inicio del receso, la ojiverde se apresuró a salir en dirección al baño, ya que necesitaba un tiempo sola.

Debo asumir que nada va a pasar y que es mejor para mi corazón que deje de pensar en el.

Suspiró estirando sus piernas dentro del cubículo.

—Siento que todo esto es una gran mochila, solo quiero sacármela, desearía que fuera posible el borrar los sentimientos por alguien con un simple puf. —susurró y rápidamente se incorporó al escuchar como un par de chicas ingresaban al baño.

—¿Qué vas a hacer?. —una de ellas había abierto una llave del lavamanos.

—Realmente no lo sé, pensaba en decirle en la celebración de San Valentín que me gusta, pero no tengo el valor para hacerlo. —sonaba apenada.

—Te entiendo, y ¿No has pensado en dejarle una carta en su casillero?.

—Podría ser, tengo que pensarlo. —ya no se escuchaba el agua correr.