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Ahora puedes bajar tu pie.- le indicó la ojimorada una vez finalizó con la revisión de sus heridas.- ya sanaron totalmente tus lesiones.-la miró sin abandonar su característica sonrisa.

¿En serio?.-una gran sonrisa adornaba el rostro de la castaña, estaba feliz de al fin poder volver a sus labores como cazadora de demonios.

Si, pero te aconsejaría que no te fueras en una misión ahora mismo, porque a pesar de que ya sanaron tus heridas, aún no recuperas del todo tu estado físico.-la miró seriamente a fin de regañarla, por dejarse estar.

Lo lamento y me disculpo por eso Shinobu-san.-agachó la cabeza.

Era verdad, durante todo ese tiempo la ojiverde había entrenado bastante poco y esta lo notó al ver que se cansaba más de la cuenta al realizar sus acostumbrados paseos.

Pero, le prometo que me esforzaré al 1000%, para recuperar mis fuerzas.-su expresión se volvió seria y apretó los puños decidida.

Sé que así será.-a la pilar le enternecía ver la determinación de la menor.

Y así se dió inicio a las dos semanas de entrenamiento intensivo a las que estaría sometida Naomi, dicha ejercitación se basaría principalmente en correr por los bosques, y en poder mantener la respiración de concentración total durante las 24 horas, sumando a esto los indispensables estiramientos, para aumentar así su flexibilidad. También hay que decir que durante ese tiempo no dejó de lado la escritura de aquellas cartas que iban dirigidas a Kyoujurou, pero estas lamentablemente aún no eran entregadas, puesto que la autora de estas estaba completamente enfocada en la recuperación de su estado físico.

Es hora de la prueba final de tu entrenamiento.-Shinobu miró sonriente a la castaña frente a ella.

Shinobu-san aquí está la calabaza.-dijeron al unísono las tres pequeñas que traían con ellas una calabaza de gran tamaño con un listón rojo.

La pilar agradeció a las tres chicas y luego se volteó a ver a Nao.-¡Muy bien!, quiero ver los frutos de tu arduo esfuerzo Naomi-san.-juntó sus manos y miró expectante a la nombrada.

La espadachín se acercó al objeto y comenzó a soplar dentro de este.

¡Ánimo Naomi-san!.-las chicas gritaron y le sonrieron a la mencionada.

Mientras más pasaban los segundos más rojas se ponían las mejillas de la ojiverde, sentía que no iba a poder más, todo su trabajo se iría a la basura, decepcionaría a su maestra, cuando este último pensamiento llegó a su mente, desde lo más profundo de su interior nació una fuerza que la impulsó a que entregara su último esfuerzo, hecho que tuvo como resultado el que lograra romper la calabaza.

¡Felicidades Naomi-san!, tu trabajo te ha traído grandes resultados.-la mayor le otorgó una gran sonrisa.- ahora te encuentras en plenas condiciones para volver a cazar demonios y recuerda que siempre eres bienvenida aquí.-con su mano acarició la cabeza de la castaña.

¡CAWWW CAWWWW!-la llegada de un cuervo interrumpió su conversación.-¡Al sur!, ¡debes ir a un pueblo en donde han desaparecido muchos niños!, ¡al sur!.-el animal una vez terminó de gritar el mensaje voló hasta llegar al hombro de Naomi y gritó.-¡debes partir ahora!.

Agh.-se quejó la ojiverde y adolorida se tapó el oído adolorido tras escuchar las palabras del ave.-lo entendí, no era necesario gritar.-miró molesta al causante de su dolor y este solamente se limitó a reír.

Ánimo en tu misión Naomi-san y ten cuidado.-a pesar de no haber quitado la sonrisa de su rostro se podía apreciar la preocupación en ella.

『Cartas Anónimas』≪Kyoujurou Rengoku≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora