Tercera Generación: el libro

Sasha Nott

—Sasha Nott.

—De verdad, chicos, ¿a qué se debe esa falta de creatividad? —preguntó Draco, pero fue ignorado.

Hola pasado. Soy la primera en nacer y última Nott en presentarse. Lo hicimos a la inversa de nacimiento. Mamá y papá tuvieron un 2×1 con Saul y conmigo; somos cuates.

—Los gemelos son los del mismo sexo que son iguales entre sí. Los mellizos son de distinto género que son iguales entre sí y los cuates son los que no se parecen. No importan los géneros —explicó Hermione, aunque nadie se lo había preguntado.

Y no, yo tampoco tengo segundo nombre.

—Reitero, poca creatividad.

Ah, y me he tomado la libertad de mencionar que Albus es una mala influencia para mi querido primo.

Harry y Ginny se miraron entre sí.

Ron se puso a la defensiva.

—Claramente es al revés.

—Cállate, comadreja —le exclamó, para sorpresa de algunos, Astoria—. No te metas con mi niño.

¡Mentira!

Dejaste a mi hermano en la enfermería dos días.

Theo volteó a ver a los padres de Albus y luego a los de Scorpius.

—No sé quién sea la mala influencia, pero no dejaré que Saul esté cerca de ellos cuando estén juntos.

Eso no tiene nada que ver con Scorp.

—Creo que Albus sí es la mala influencia —soltó Luna. Nadie le dijo nada.

Pues…

Na-da.

—¿Seguros que no es adoptado? —preguntó Sirius. Ginny lo miró fastidiada y Harry se encogió de hombros.

Scorpius necesita nuevos amigos.

—¡Sí! —gritaron las familias de los chicos.

Claro que no. Estoy bien con el que tengo.

Bueno, pero yo te lo advertí. En fin, volvamos a mí.

Tengo 16 y soy dos minutos mayor que Saul. Yo soy de Slytherin, no soy perfecta ni juego Quidditch. Pero sé que quiero hacer al salir de Hogwarts; trabajar en la boutique de mamá. Ella me inculcó su amor por la combinación de telas, texturas y colores.

Theo hizo una mueca y Daphne alzó la cabeza, orgullosa de su futuro empleo y de su futura hija.

Mi padrino es Blaise Zabini y la mano derecha de mamá en la boutique a quien conocerá después.

—¡En tu cara! ¡Me dieron a la primogénita! —le gritó el mencionado al Malfoy.

—Por dos minutos —aclaró el rubio al igual que Saul lo hará reiteradas veces en el futuro.

Y ahora, el detalle que no va a gustarles; salgo con un chico que ya se graduó de Hogwarts.  Es sólo dos años mayor que yo y llevamos saliendo ya tres años, pero eso no es lo que los va a enloquecer.

Y los ánimos de Daphne se desplazaron hasta tres metros bajo tierra. Theo, por su parte, rogaba en silencio porque tuviera mejor suerte que su hija menor.

¡Adiós!

* * *

Sasha corría por los pasillos de Hogwarts sin importarle a quien o quienes arrollaba. Al menos hasta que el profesor Lupin la detuvo.