Tercera Generación: el libro

Victoire Weasley

    —¡Siguiente capítulo!

    —¿Puedo leerlo?

    En esta ocasión, es Lavender quien levanta la mano, queriendo seguir la lectura. Seamus se lo pasa sin quejas. La chica se pone cómoda antes de abrir el libro e iniciar la lectura.

    Humm, hola. Soy Victoire Céline Weasley

    —Wow, wow, wow —Sirius frena la lectura—. ¿Estamos hablando de la despiadada y cruel mujer que se atrevió a engañar al retoño de mi Remusin?

    Los chicos Weasley se miraron entre sí, dudosos e incómodos. Aparentemente se trataba de una de sus hijas o sobrinas, pero no estaban seguros de qué hacer o sentir. Arthur mira a su esposa, preocupado por ella ya que Molly parece estar en estado de shock.

    En Slytherin, Draco y Astoria se miraron, sin saber bien cómo actuar. Esta mujer lastimaría a su hijo mayor, sí, pero indirectamente. El mayor pecado que ella habría cometido, engañar a su novio/prometido, no tenía absolutamente nada que ver con Blue y ciertamente no podían culparla porque Teddy la escogiera sobre su hijo.

    Finalmente decidieron que los Weasley tendrían que lidiar con el comportamiento impropio de su descendiente.

    , hija mayor de Bill y Fleur Weasley, de soltera Delacour.

    Lavender hace una pausa en su lectura, asumiendo que empezarían las felicitaciones para el futuro padre, pero sólo se encuentra con un silencio incómodo. Charlie le dio unas palmaditas a su hermano mayo, sin lograr sacar palabras. Ella se apresura a continuar.

    ¡Oh, vamos, Vic! ¡Pudimos dejarlos en suspenso!

    Sólo quiero terminar con esto lo más rápido, Dom.

    Los gemelos se miran entre sí, recordando vagamente ese nombre, pero sin comunicarlo en voz alta.

    Anda, hermana. Mejor dejemos a Vic con su presentación.

    ¿Qué? ¡Oh, vamos, Louis!

    Bueno, ya he dicho quienes son mis padres. Tengo veintiún años, estoy terminando mi entrenamiento como medimaga. En Hogwarts fui Gryffindor, prefecta y jugué como cazadora en mis últimos dos años.

    Hubo unos aplausos apagados en la mesa de Gryffindor a los que se les unieron unos cuantos de los fanáticos del deporte en Hufflepuff y Ravenclaw. La incomodidad del conocimiento pesa sobre todos, pero nadie estáseguro de cómo romperlo.

    También empecé a salir con Teddy Lupin a los quince hasta... hasta hace unos meses.

    Un gruñido bajo sale en dirección de Sirius, provocando que los nervios de los más cercanos vuelvan a disparase. Con el anterior comportamiento infantil y animado del hombre, muchos habían olvidado que se traaba de un peligroso asesino. Esto fue suficiente para recordárselos.

    ...¿Alguna vez han cometido un error y sienten que jamás terminarán de pagar las consecuencias? Soy la mayor de los primos Weasley y mis primos me veían como un modelo a seguir.

    —¿Y porqué será que ya no? —masculla Daphne, siendo perfectamente escuchada por varios miembros de su casa a su alrededor, incluída su hermana.