𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐦𝐲 𝐩𝐮𝐩𝐩𝐲 ━ 𝐥𝐮𝐰𝐨𝐨.

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—amor, ¿estás segura de ésto? ¿no crees que hay otra manera? —preguntó el hombre observando a la mujer, a quien poco a poco sus ojos iban cristalizandose; Jungwoo había sido importante a lo largo de su adolescencia, sin embargo, ante los costos de los impuestos y de las necesidades básicas, ya no podían mantenerse ni a ellos mismos. Odiaría su decisión por el resto de su vida, pero no encontraba otra manera de poder confrontar los gastos.

—ambos tenemos dos empleos, y ni así podemos pagar todas las cosas.—murmuró la mujer, limpiándose las lágrimas que poco a poco se iban escapando de sus ojos. Ante aquello, su marido la abrazó fuerte, él sabía lo importante que había sido Jungwoo, pero respetaría su decisión aunque él creía que debían hacer otra cosa.—creo que lo peor de todo ésto, es que nadie nos haya contactado para adoptarlo, ¿por qué todo nos sale de la peor forma?—preguntó con la voz algo quebrada, escondiéndose en el pecho del hombre, mientras dejaba que todas las lágrimas fluyeran. Odiaba a todos, pero más se odiaba a sí misma por la acción que iba a cometer; nunca iba a perdonarselo.

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—¡Jungwoo, cielo! —exclamó la mujer, llamando la atención del híbrido, quien estaba intentando comerse su propia cola; no sabía cuánto tiempo había pasado a su lado, solo sabía que estaba gigantesco y que era lo mejor que le pudo haber sucedido. El no tan pequeño híbrido ━a pesar de que tenía casi tres añitos perrunos━, corrió hacía su dueña, y al estar en frente de ésta, rápidamente se convirtió en un humano para saber qué era lo que le estaba pasando.

Nadie podía combatir la belleza de Jungwoo, era simplemente hermoso; al momento en que se transformaba en un cachorro, su pelaje era muy suave y amarronado, casi llegando a un anaranjado, sus ojos eran grandes y de un color claro tan hermoso y puro que era imposible poder decir con certeza el color real. Al momento de ser un humano, todas las facciones de su rostro eran tan marcadas, tenía una nariz respingona y unos labios bastante gruesos... si le decían que en realidad él era un ángel, iba a creerles inmediatamente ya que una persona como él era imposible de ver en la vida cotidiana.

 Aún recordaba cuando apareció en su vida; fue en un parque y en una tarde de primavera, en la cual se había escapado de su casa debido a una discusión con sus padres, y su único lugar de refugio era un parque cerca de su hogar. Allí había podido encontrarlo , quien apenas era un cachorrito y se encontraba perdido, sin embargo aquello no le impidió acercarse a aquella chica, quien no dejaba de llorar y parecía que necesitaba un abrazo. Se amigaron casi al instante, el pequeño híbrido había podido alegrar a la joven muchacha e incluso había podido conseguir un hogar, en menos de una hora.

—¿Qué sucede Anh?—preguntó suavemente, recibiendo unas pequeñas caricias en el cabello de parte de su dueña, provocando que su colita se moviera para todos lados, sin embargo al ver los ojos llorosos de la mujer, se preocupó al instante; no quería que algo malo le sucediera a ella, ¡si era la mejor dueña de todo el mundo!—no llores, ¿qué sucede? 

La mujer solo se quedó en silencio, limpiándose las lágrimas y pensando en alguna excusa para ir al parque sin parecer algo sospechoso.—no sucede nada cariño, solo me puse a pensar en cuando eras pequeñito.— respondió, soltando un pequeño suspiro, porque a pesar de que quería mentir simplemente le salió una verdad. Ante ello, Jungwoo se calmó, y comenzó a mover nuevamente su colita con felicidad, esperando más caricias por parte de la joven.—¿qué te parece si vamos al parque donde nos conocimos?

El híbrido al escuchar ello, no pudo más con su emoción, y se convirtió nuevamente en aquél cachorro tan precioso, corriendo por todos lados debido a la felicidad que estaba experimentando en ese instante. Aquella sería una sesión de juegos luego de bastante tiempo para Jungwoo, mientras que para Ahn aquella sería la última sesión de juegos con el cachorro; no sabía cómo reaccionar ante ello, no sabía si reír o llorar. Realmente no le deseaba aquella situación ni a su peor enemigo: el abandonar a tu fiel compañero de vida, era lo peor que le podía pasar a un ser humano.

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—¡ve Jungwoo, ve y atrápalo! —Exclamó Anh, quien había tomado una pequeña varita de madera, que fue lo primero que pudo encontrar al llegar al lugar, y lo lanzó con toda la fuerza que poseía, para que así llegase hasta un lugar alejado. Unas cuantas lágrimas se escaparon mientras que observaba como el cachorro iba en busca de aquél objeto que había arrojado, su pecho dolía muchísimo y antes de que el híbrido volviera con la varita en su boca, ya se había subido al auto. No podía hacerlo, no se sentía lista para abandonarlo ni tampoco quería hacerlo. Merecía un premio a la peor persona del mundo. 

Cuando el cachorrito consiguió volver con el objeto, pudo ver que no estaba su dueña, por lo que comenzó a buscarla felizmente, puesto que pensaba que ella se había escondido para jugar a los cazadores, tal y como hacía a menudo. Al ver su silueta en el auto corrió hacía ella, pero al encontrarse con la mirada de la mujer, pudo notar que estaba llorando desconsoladamente, tal y como la había encontrado la primera vez que se habían visto. Sin embargo, ésta vez ella no lo adoptó, ella aceleró el auto, dejando al cachorrito confundido aún con la vara entre sus dientes.

Jungwoo no entendía qué estaba pasando, ¿por qué lo estaba dejando? ¿se había olvidado algo en casa? ¿había hecho algo mal para que lo dejara aquí? Rápidamente comenzó a correr desesperado, lo máximo que sus patitas le permitían, a aquél auto que le pertenecía a su —ahora ex— dueña, el cual a pesar de todos sus esfuerzos por perseguirlo había desaparecido completamente, dejando al híbrido muy asustado, ya que no sabía por dónde debía ir para volver a su hogar, y lo más importante: solo, aunque con la esperanzas de que ella iba a volver y que todo era un simple error.

Pero lo que Jungwoo no sabía, era que Ahn jamás iba a volver a aquél parque.

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— Por si algún motivo de la vida les está sucediendo una situación parecida, por favor, dejen al cachorrito/gatito/cualquier animalito en algún refugio o intenten que alguna persona les adopte. Los animales no son juguetes; ellos buscan el amor y cuidado de alguna persona, y es horrible el verlos en la calle con la esperanza de que los 'dueños' van a volver a buscarlos, o verlos totalmente descuidados al no tener un hogar. 

—Si van a adoptar, sean conscientes de lo que están haciendo y de la responsabilidad que ello conlleva. Also, adopten no compren!!

Anyways, gracias por leer y espero que nos veamos durante todo éste fic. 🥺