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—¿Estás completamente seguro de que puedo dejarte solo?—preguntó por décima vez Yuqi, quien estaba preocupada por su novio. Luego de haber recibido aquel audio de parte del mayor, quedó con un mal sabor de boca, por el hecho de que solo iba a poder cuidarlo menos de una hora gracias a otro compromiso que tenía.

—Estoy seguro cielo, por favor ve con tu familia y salúdalos de mi parte ¿sí?—pidió Yukhei, provocando un pequeño puchero de parte de la joven. Finalmente luego de varios intentos, Yuqi tomó su abrigo junto con su celular, y se fue, no sin antes darle un dulce beso en sus labios.

Una vez el joven quedó solo en el hogar, soltó un suspiro, tomar otra siesta no estaba mal ¿o no?

—¡Jungwoo!—el cachorro interrumpió todos sus planes, subiendo a su cama, colocándose en su regazo y comenzó a intentar lamerle la cara; aquella era su manera de pedirle disculpas por asustarlo, y también una pequeña promesa que iba a tener mucho más cuidado, pero Yukhei jamás se enteraría de eso. Con unas cuantas risas, el joven tomó al pequeño cachorro entre sus manos, dejándole pequeñas caricias en su cabecita; era tan adorable.—¿qué te parece si dormimos un rato?—preguntó volviendo a acostarse y a cerrar los ojos.

El híbrido rodó los ojos mentalmente, había ido allí para jugar un poco, y lo primero que le hacen hacer era dormir. No obstante, a pesar de todas las quejas internas del cachorro, se durmió al lado del mayor, sintiéndose protegido y muy feliz al saber que Yukhei no se iba a ir en ningún momento. 

🥀⛓

Mierda, mierda, mierda, mierda. Yukhei se había quedado dormido por más tiempo del planeado y ahora no podría llegar a su trabajo. Con rapidez se levantó de la cama y comenzó a colocarse su ropa, despertando al cachorro que, hasta ese momento, continuaba durmiendo plácidamente.

¿Qué estás haciendo? quiso preguntar Jungwoo. Se había dado cuenta de la palidez ajena, y sabía que tenía que debía descansar; la piel de Yukhei era como la miel, preciosa y suave, además que era tan bonita como la canela, no obstante en aquellos momentos se encontraba tan blanca como un papel.

—Hey Jungwoo, perdón por despertarte chiquitín.—murmuró el chino, al ver que gracias a todo el ruido que había hecho, el cachorro se despertó. Con suavidad acarició su cabecita, pero nuevamente el recuerdo de tener que ir a trabajar apareció en su mente, por lo que detuvo sus movimientos abruptamente, y se dirigió hasta la puerta, en donde fue detenido por una joven.

—¿A dónde te crees que vas tú?—preguntó con un tono enfadado Yuqi, quien ya había vuelto de la cena. Volvió hace una hora, pero al ver que su novio y Jungwoo estaban durmiendo plácidamente decidió no interrumpirlos; incluso había comenzado a prepararles una merienda para cuando despierten. No obstante, al escuchar unos pisotones de la parte de arriba, supuso que Yukhei se había levantado.

—Tengo que ir a trabajar.

—Escúchame bien Yukhei, ahora mismo, vas a llamar a tu trabajo, vas a decirles que necesitas estos días libres y te vas a ir a la puta cama, ¿me oíste?

El chico se sintió intimidado; cada vez que estaba enfermo o algo por el estilo Yuqi se ponía de esa forma. Sabía que era por su bien, ya que se sobre-exigía demasiado en todos los ámbitos de su vida, y lo peor de todo es que era consciente de aquello, pero estaba tan acostumbrado a hacerlo que no podía cambiarlo. Luego de asentir ante lo que su novia había dicho, una sonrisa apareció en la chica, y se acercó hasta Yukhei, colocándose en puntitas de pie para depositarle un piquito en sus labios.

𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐦𝐲 𝐩𝐮𝐩𝐩𝐲 ━ 𝐥𝐮𝐰𝐨𝐨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora