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No sabía cuánto tiempo había estado caminando, ¿días? ¿semanas? no lo sabía con exactitud, sin embargo, lo único que sabía era que estaba en unas condiciones deplorables. Después que su ━ex━ dueña lo haya dejado en el parque solo, intentó seguir al auto, pero al ver que sus esfuerzos fueron en vano decidió volver al lugar. Quizás había una mínima oportunidad en la que Ahn esté ahí, ¡no había que dejarse vencer tan fácil! A pesar de las palabras reconfortantes que se decía a si mismo, las horas pasaban y no había rastro alguno de aquella mujer de cabellos rojizos.

Al ver que la joven no iba a volver, comenzó a caminar nuevamente, recordando todo el recorrido que había hecho cuando corrió al auto la primera vez. El día estaba bastante fresco, lo cual lo ayudó muchísimo, puesto que estaban en pleno verano con días súper calurosos, aquellos en los que sin un aire acondicionado no podrías vivir. Y como si de una película se tratase, al llegar al mismo lugar donde había quedado el rastro del auto, el cielo se torno de un tono tan oscuro, que parecía que el apocalipsis estaba cerca; pequeñas gotas de agua comenzaron a caer, pasando a ser una lluvia, convirtiéndose así en una gran tormenta. El pequeño híbrido estaba completamente asustado, lo único que hizo fue correr hasta donde sus instintos le llevaron, recordando en todo momento las dulces canciones que Ahn le cantaba cuando aquellas situaciones se hacían presentes; pequeñas canciones de cuna, junto con algunas caricias eran las mejores medicinas para las fuertes y horribles tormentas.

Luego de unos minutos corriendo, el pequeño cachorro se desmayó; el hecho de no haber comido en días, le afectó de la peor manera. Lo único que el pequeño híbrido quería, era que todo aquello sea una pesadilla, que al despertar Ahn se encontrara a su lado y le cantase muchas canciones de cuna, mientras que le hacía algunas caricias en su cabeza o en su pancita, como casi siempre hacía.

Simplemente quería ser amado por alguien, y quería poder brindar todo su amor a ese alguien, sin embargo ante los anteriores acontecimientos, estaba dudando si era merecedor de aquel amor, puesto que había sido un cachorro malo ¿verdad? Estaba completamente seguro de aquello, ya que si no se hubiese comportado mal, seguiría estando en su pequeña casa, recibiendo comida y caricias.

Quería que todo fuese una pesadilla, y quería despertar pronto.

⛓🥀

━amor, ¿qué estás haciendo?━preguntó la joven, quien se estaba acercando a su novio, para así abrazarlo por la espalda. A pesar de que su novio le llevaba una gran diferencia de altura, pudo ver de que se estaba tratando; un gran dibujo de su vecindario. No importaba cuántas veces había visto los dibujos o las pinturas de Yukhei, siempre iba a maravillarse por el talento que él poseía.

━¿te gusta?━preguntó un poco nervioso el alto, el cual tenía varias manchas de pintura en su rostro y en sus dedos, provocando una dulce risa en la más pequeña. Yukhei recibió un visto bueno de parte de su novia, lo cual le impulsó a seguir con su creación, la cual era para el lunes y lo estaba haciendo de último momento, ¡pero no era su culpa! tuvo un millón de cosas que hacer, gracias a su 'adorable' profesor de historia del arte, lo cual le ocupó todo su tiempo libre.

━voy a hacer la cena, querido Picasso junior.━dijo la joven, pero el chino no le prestó atención puesto que estaba continuando con su pintura. Yuqi ante ello rodó sus ojos, mientras una pequeña sonrisa aparecía en su rostro, pensando en lo torpe que su novio podía llegar a ser.

Wong Yukhei, estaba en su segundo año para ser un profesor de dibujo. Dedicarse al arte era su mayor sueño desde pequeño, y era lo que más le apasionaba en el mundo; no creía poder imaginarse siendo un profesor, sin embargo al cuidar de sus pequeñas sobrinas y ver lo mucho que le gustaba aconsejarlas o ayudarlas a la hora de hacer dibujos, no pudo evitarlo. Además de aquello, unos amigos de sus sobrinas, tenían unas clases especiales con el chino, a quien los padres de esos pequeños lo felicitaban; tenía tanta facilidad y paciencia para enseñar, que era sorprendente cómo lograba transmitir a esos pequeños de 6 y 7 años, grandes cosas para realizar los dibujos. Se podría decir que su vida era una simple; trabajaba en una pequeña biblioteca además de darle clases a esos pequeños, tenía una novia preciosisima que lo apoyaba en absolutamente todas las cosas que quería hacer, e incluso era uno de los más inteligentes de su clase. No podía pedir más porque sabía que tenía todo lo que necesitaba.

𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐦𝐲 𝐩𝐮𝐩𝐩𝐲 ━ 𝐥𝐮𝐰𝐨𝐨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora