Error #5: abuso de adverbios terminados en -mente

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     Tengo una confesión: adoro las palabras terminadas en mente. Es más, tal vez sufra de una condición patológica que me obliga a usarlas a diestra y siniestra. Día a día tengo que luchar contra esta enfermedad que en más de una ocasión se ha apoderado de mis dedos y me ha forzado a teclear esas palabras que, cuando vienen acompañadas por otras de su clase, arruinan mis mejores esfuerzos.

     ¿Pero cuál es el problema de usar palabras terminadas en mente?

EL ERROR

     El problema no es usarlas, sino abusar de ellas. Y cuando estás acostumbrado a usarlas, es casi natural caer en el abuso. Dice Stephen King:

     «Los adverbios (terminados en -mente) son como el diente de león. Uno en el césped tiene gracia, queda bonito, pero, como no lo arranques, al día siguiente encontrarás cinco, al otro cincuenta... y a partir de ahí, amigos míos, tendréis el césped “completamente”, “avasalladoramente” cubierto de diente de león. Entonces los veréis como lo que son: malas hierbas, pero entonces, ¡ay!, entonces será demasiado tarde».

     El abuso de los adverbios terminados en mente es malo no solo porque todo abuso es malo, sino porque viene con los siguientes problemas:

     1) Genera cacofonías: una cacofonía es un efecto sonoro que se produce cuando hay sonidos similares muy cerca los unos de los otros. Si quieres saber más sobre este error, ve a «Vínculo Externo» en la barra lateral o busca «Cacofonía» en Wikipedia. 
     2) Denota flojera y pobreza de recursos: usar adverbios terminados en mente es fácil. Por lo general, todo lo que tienes que hacer es pensar en un adjetivo, añadirle –mente y ya está. Escribir es un arte, una expresión del alma. Quieres que aquellos que tengan la oportunidad de ver tu arte lleguen a apreciarla, y eso solo se consigue abandonando la flojera y esforzándose por mejorar. Dice King: «Los adverbios de modo terminados en -mente son un vicio empobrecedor…  me parecen feos, largos y fáciles, y casi siempre que se eluden se encuentran formas bellas y originales».

CÓMO EVITAR ESTE ERROR

     Hay autores que dicen que los adverbios terminados en –mente no deben usarse en absoluto. Gabriel García Márquez era uno de ellos y, bueno, se ganó un Nobel. ¿Cómo discutir contra eso? No voy a negar que el hombre era bueno en lo suyo, pero en lo personal, creo que los adverbios no son engendros del más acá pero menos allá que están aquí para acabar con la literatura como la conocemos. Si se ejerce algo de cautela, se pueden usar. Escribí unos lineamientos sencillos que puedes seguir para no caer en este error:

     1) No coloques dos adverbios de este tipo en el mismo párrafo, y mucho menos en la misma oración. De ser posible, usa solo tres por página de Word.

     2) Sé conciso; usa los verbos adecuados. Supongamos que tu personaje sufrió una caída y se golpeó la rodilla. Por desgracia, no tiene tiempo de siquiera respirar, pues tiene a una horda de zombis pisándole los talones. ¿Qué es mejor? ¿Escribir «caminó dificultosamente» o «cojeó»? Lo más probable es que «cojeó» sea una opción más viable porque así no tienes que usar ningún adverbio y el verbo caminar es mucho más común que cojear; podrías estar ahorrándote una repetición.  La concisión y la variedad son importantes.

    3) Por lo que más quieras, EVITA frases tipo “exclamó valientemente” “lloró lastimosamente”… son redundantes, pesadas, e innecesarias. Además, caes en el error número dos de esta serie: decir en lugar de mostrar. 

UN PEQUEÑO CONSEJO

     Es posible que lo que te estoy diciendo perturbe tu proceso creativo y te resulte mucho más difícil escribir. No te angusties, no vaya a ser que te bloquees. Escribe como te salga, con cuantos adverbios quieras. Pero una vez termines, lee lo que escribiste y haz las correcciones necesarias. La corrección es un paso importante, sobretodo antes de compartir nuestros escritos con otras personas. 

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Nota: el que esté escribiendo esta guía no quiere decir que tenga tiempo para corregir novelas. No uses la sección de comentarios para pedir a otras personas que vayan a leer tu historia ni me envíes mensajes pidiéndome que revise tu novela. No lo haré.

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