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Sentados uno frente al otro, el alfa estando en el sofá con una taza de té aún humeante en las manos y el omega sentado en el suelo, comiendo unas frituras que había conseguido en la alacena. Estaban en silencio, lo sucedido hacía poco más de una hora antes aún los tenía desconcertados a ambos.

El mayor intentaba mantenerse fuerte, pero ese lazo que un día tanto atesoró y cuidó ahora lo estaba acabando, si estuviera solo en su departamento lloraría hasta quedarse seco, hasta que ese dolor desapareciera, no quería hacer eso con el omega ahí.

Sabía que YongBok no era una amenaza, incluso estaba cuidando de él con esos simples gestos, hacerle un té era algo importante para Min, pero aún no podía permitir que su orgullo se viera tan lastimado.

— Hyung, sé que aún nos estamos conociendo y que literalmente soy un parásito en su vida, pero no es la primera vez que lo noto mal, algo no está bien y usted lo sabe —habló lentamente, mirando el rostro del moreno— ¿Podría decirme que es lo que sucede?

MinHo guardó silencio por unos pocos segundos antes de asentir, bebió un pequeño tragó del té y empezó a hablar.

Su vida fue muy normal, una familia de media clase en un barrio un poco alejado del centro, pero dentro de una buena zona. Calles seguras en las que jugar de noche y en donde conoció a su mejor amigo y a la que se supone era el amor de su vida.

Park JinAh, una chica de cabellos un poco rizados color azabache, con una sonrisa que desde la primera vez atrapó fuertemente a MinHo hasta el punto que no podía pensar en otra cosa. Humana portadora del alma de Luz, una loba dominante bastante cabezota, incluso más que Dante.

Era muy joven, por ello ChangBin siempre lo molestaba con que había conseguido el amor de adolescencia sin saber que la diosa los había unido.

Luz y Dante se amaban como es de lógica, tanto sus partes humanas como animales estaban dispuestos a pasar el resto de sus vidas juntos y apoyarse incondicionalmente.

Los años pasaron, dejaron de ser unos simples cachorros descubriendo sus sentimientos y empezaron una relación formal. Aún eran jóvenes, pero a sus edades se querían comer el mundo a bocados, apenas tenían dieciocho años y lo único que tenían seguro era que el otro estaba ahí si lo necesitaba.

Ambos empezaron la universidad, MinHo en una carrera musical ya que tocar el piano y la guitarra siempre fue algo de lo que fuera un amante, mientras que su adorada compañera JinAh estudiaba psicología. Siempre había bromas entre ellos, más de parte de la omega ya que cada vez que podía repetía «Quizás con esta carrera pueda entender lo que pasa por tu cabeza, aunque necesite una maestría».

Se mudaron juntos a Seúl, comprando con sus ahorros un departamento bastante grande para ambos, cada uno tenía su espacio al tiempo que aprendían a convivir juntos de manera permanente esperando que en algún momento las habitaciones libres pudieran ser las paredes que vieran crecer a su propia familia.

ChangBin los había ayudado, el mejor amigo de Lee se había olvidado de una carrera universitaria tan pesada y se fue por el lado de la justicia, empezando a trabajar como policía y patrullando las calles de algunos barrios de Seúl diciendo que este era su trabajo soñado.

Pasó un año, casi dos cuando el punto de quiebre sucedió.

Mesas antes, no más de tres o cuatro, ambos chicos habían decidido comprometerse luego de obtener la marca verdadera, la chica mostraba con total orgulloso la hermosa marca en su cuello saludable y perfecta como el lazo entre ambos mientras que MinHo demostraba su marca en el brazo sintiéndose el alfa más suertudo del mundo.

Planeaban la boda todos los días en la cama, mirando hacia el techo mientras el alfa se dejaba utilizar de almohada. Ella reía sobre qué MinHo apenas podría invitar a ChangBin ya que era el único que aguantaba lo rudo y cascarrabias que podía llegar a ser y él le respondía que así habrá más comida libre.

MinHo estaba sentado en el escritorio que tenía en su habitación, jugando a ratos con su propio cabello mientras analizaba por décima vez su tesis, para él estaba más que perfecta pero un simple error no era aceptable. Cuando en un momento cualquiera sintió que su lazo tiró de su alma.

Fue la primera vez se sintió de esa manera, ambos lados siempre habían cuidado con tanto cariño y devoción ese lazo y su relación que nunca subieron como se sentía sí algo lograba lastimarlo.

Llevó una mano a su pecho asustado, totalmente confundido. Otro tirón, está vez más fuerte logró dejarlo sin aire, lágrimas empezaron a salir de sus ojos y un grito solido escapó de sus labios al tercer tirón.

A través de las lágrimas pudo ver como aquel tatuaje que había estado en su brazo por tantos años empezaba a cambiar como si de una animación se tratara, desapareciendo en partes y rompiéndose.

Entonces entendió que algo le había pasado a su chica.

Su lazo se rompió en pequeños trozos, su corazón siguiendo el mismo camino que este. No podía respirar, su cuerpo entero temblaba.

Cómo pudo llamó a ChangBin, alertándole que algo había pasado con JinAh y que por favor la buscara. El otro alfa atendió a ese llamado con la petición de que Lee fuera al hospital. La búsqueda demoró unas horas, encontrando para dolor del alfa el cuerpo de la joven, tirado en un callejón.

Había muestras de abuso, también que la marca fue removida por otra lo que explicaba el primer tirón en el pecho de Lee, lo siguiente solo llegó cuando el malhechor mató a la omega terminando con su vida y con el débil lazó que la unía con el alfa.

La marca les permitía sentir lo que el otro sintiese, por lo que MinHo pudo sentir exactamente lo que sintió la pequeña chica antes de morir.

La noticia cayó como un balde de agua helada sobre Lee quien empezó a darse por rendido, su lobo lloraba por la pérdida de su compañero, a sus veintiún años ya pensaba en maneras en la que acabar con ese sufrimiento.

Es natural, cuando el lazo se rompe por una muerte este reclama al compañero de ese lobo, en este caso, Luz estaba reclamando a Dante.

No es común que los alfas sufran tanto por ello, suelen ser los menos afectados de todos; pudo ser el que sea cambia formas y su parte animal esté tan presente, o simplemente fue el que esa chica era su todo, pero Lee sentía que ya no podía más.

Se dejaba morir, si no fuera por ChangBin estaría algunos metros bajo tierra. Su amigo había hecho todo para que no acabara consigo, luchando a su lado.

Entre conversación y conversación Seo le dió una idea, acababan de aprobar una ley y crear un departamento de protección a omegas. Aún faltaba gente que entrara en él y era difícil por la sociedad, pero eso fue un nuevo inicio para Lee.

A los veintidós ya se encontraba rondando las calles con ChangBin a su lado para cuidar a cualquier omega, sin darse cuenta haciendo que su lobo alfa tuviera un propósito, no pudo cuidar de su omega, pero velaría por los otros omegas.

Y ese fue el problema, Dante ya tenía otro compromiso, ya no necesitaba de su pareja para sentirse bien y Luz no lo quería dejar libre, lo reclamaba cada que podía causando ese inmenso dolor en MinHo.

Él estaba bien con su trabajo, sentía que de verdad estaba haciendo algo que ayudaría a muchos y si se tenía que quedar horas extras en las frías noches lo haría. Cerca de él eso no volvería a pasar.

— Y esa es la historia —susurra jugando con la taza ya vacía en sus manos— Luz aún está encaprichada conmigo y bueno, creo que a la larga lo logrará.

YongBok tenía sus explicaciones, sus preguntas estaban resueltas y aun así se quedó sin palabras, mirando el melancólico rostro del alfa pudiendo entender una pequeña parte sus sentimientos. Quiso estirar la mano para acariciar aquella marca que de manera extraña se encontraba entre el parpado y la ceja del alfa, luciendo como si fuera un tatuaje nada doloroso para su portador fuera de la apariencia dada por tener un tono rojo tan puro como los ojos de aquel lobo pardo que le salvó. 

Zona de comentarios y peticiones:

Zona en donde pueden decirme lo que piensan de la historia, suelo leer todos los comentarios y he llegado a responder algunos. Agradezco las palabras de aliento, en serio.

Broken TieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora