Capítulo 2

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Los días simplemente pasaban, Eiji volvió a Japón porque tenía que hacerlo, ya la vida no tenía sentido para él.

Necesitaba distraerse, pensar era malo y le hacia daño de una manera impensable. Lloraba todas las noches, lloró por semanas antes, durante y después del funeral de su mejor amigo.

Con los días trataba de sonreír pero ya todos se dieron cuenta que no era el mismo Eiji, su inocencia e ingenuidad se habían echo pedazos con la muerte de Ash. Ni todo lo que vio y vivió lo marcaron como lo hizo este deceso tan cruel.
Estaba enojado con el mundo, con la humanidad y hasta con Ash por no haberse intentado salvar ¿Porque no pidió ayuda? Pero sus respuestas no eran más que más lágrimas.

Así seguían pasando los meses hasta que paso un año de la muerte de Ash pasando más tiempo en Nueva York que en Japón aunque iba una que otra vez, aún seguía en contacto con sus amigos, en especial Sing cuyo vínculo se fue haciendo más y más estrecho.
Eiji sabía que no era culpa de Sing, apenas era un chiquillo y ya estaba metido en líos que un chico de su edad no debería al igual que...

Iba tan metido en sus pensamientos que sintió como tropezaba con una pequeña niña y ella cayó de golpe con el impacto cayó sentada.

Lo siento mucho pequeña ¿Estas bien?- Le ofreció su mano y una sonrisa sincera. Lo que vio lo dejo embobado. La niña era rubia, sus ojos eran verdes, piel blanca y definitivamente era hermosa. Tenía ojos cansados y aflicción en su cara. Le recordaba tanto a Ash, hasta el tono de sus ojos era igual al de él. Parecía como si Ash hubiera tenido una hija o hubiera reencarnado.

Allí estas mocosa- Se escuchó un gritó y la niña se escondió detrás de Eiji- Ladrona devuelve esa muñeca.

MANDY, MANDY- Se escuchaba una voz femenina desesperada.

El tipo se acercó amenazante pero no supo porque se aferró a Eiji y lo miro suplicante.

Niña del demo...

Oiga es una pequeña ¿Qué le pasa?- Se enfrentó Eiji al tipo.

Ella me robó esa muñeca que tiene en las manos- Efectivamente la pequeña tenía esa muñeca en las manos y lo escondió detrás de ella.

Esa niña entró con otra Americana idéntica a ella a la tienda, luego ella volvió sola, la tomó y se la llevó.

Mandy- Se acercó una rubia idéntica a ella, dejando sorprendido a Eiji. Ambas eran idénticas y le recordaban tanto a Ash. Las miradas de Eiji y la de la chica se encontraron perdiéndose, como si se hubieran conocido de siempre, era el reflejo de otra persona lo que veía pero no quitaba que se miraran como almas gemelas.

Tú tendrás que pagar la muñeca- Se dirigió el hombre a la chica.

Señor lo siento mucho, mi hermana se fue y no supe a donde hasta después. Amanda devuelve la muñeca- Le pidió suavemente pero la niña ya había sacado la muñeca de la caja- Te dije que te la compraría después ¿Porque haces esto?- La meneo enojada.

Mentirosa- Le dijo la niña triste.

No tengo dinero para pagarla y ahora me has metido en problemas- Dijo llorando.

Son unas ladronas- Acusó el hombre- Aunque...- La miro de una forma que Eiji vio cuando Golzine se lo llevó y lo que tuvo que pasar Ash.

Yo la pagaré-Dijo el joven japonés- Recogió la caja, vio el precio y lo canceló- Ahora váyase- Le dijo frío y amenazante, él tipo sólo les dio un último vistazo con esa mirada repugnante y se fue.

No era necesario que hiciera eso joven, era nuestro problema pero gracias- Hizo la chica la típica reverencia japonesa- Hazlo tú también Amanda- y la pequeña obedeció- Dale la muñeca al joven.

No- Se aferró abrazándola.

Ya me causaste problemas. Dasela- le dijo en tono enojado.

¿Pero para que querría yo una muñeca?- Río Eiji rascándose la cabeza- Tengo una hermanita pero ella ya la tiene. Así que es tuya pequeña- Le sonrió.

Gracias- Se acercó a la pierna de Eiji abrazándola.

AMANDA- Gritó la chica adolecentes- No es correcto. No lo conocemos- ¿Cómo es que habla inglés tan perfectamente?- Dijo sorprendida ya que ahora lo notaba

Estuve un tiempo en América ¿Y usted como habla japonés tan perfectamente?- Le devolvió la pregunta.

He estado tanto tiempo perdida aquí que supongo que he estado practicando y sigo aprendiendo- Le sonrió.

¿Perdida?

Bueno no importa. Le prometo que le pagaré la muñeca aunque tenga que conseguir un tercer trabajo y...

¿Porque una chiquilla trabajaría tanto?- Ella sólo agachó la cabeza y su mirada se puso triste, los ojos de la pequeña y los de ella eran exactamente idénticos a los de Ash y su físico. Por unos instantes vio a Ash pero sacudió la cabeza volviendo a la realidad.

Las invitó un helado. Si va a pagarme la muñeca, debemos seguir en contacto.

No aceptó invitaciones de desconocidos- Lo miro con desconfianza pero divertida a la vez.

Yo ya no soy un desconocido. Me llamo Eiji Okomura- Le extendió él la mano para estrecharla.

Esto la sorprendió y ella le dio la mano pero haciendo la típica  reverencia japonesa- Me llamo Monique Soto y ella es mi hermana Mandy.

Hola- Saludó la pequeña y abrazo a Eiji- Te quiero Eiji por haberme comprado la muñeca- Le sonrió.

AMANDA. COMPORTATE- La regaño la rubia Mayor roja de la vergüenza.

No me digas Amanda, mami- Le sacó la lengua y abrazo más fuerte a Eiji.

¿Amanda?- Pregunto Eiji

Ese es su verdadero nombre pero sólo cuando me enojó la llamo así.

Tú eres mi mamá- Dijo la pequeña.

Esta bien, Mandy- La abrazo y se vio un gran amor en los ojos de ambas. Eiji se dio cuenta que en muchos momentos se vio así con Ash y ese vínculo de esas 2 chicas lo reflejaba.

Vengan las llevaré por un helado- Insistió.

Siiii- Dijo la pequeña y se dirigieron a comprar un helado.

La chica mayor vio al frente y fueron a una tienda de helados. Como había juegos Mandy se fue a jugar.

¿Están solas?- Preguntó Eiji

¿Porque la pregunta?- Levantó la ceja la chica.

Dijiste que conseguirias un tercer trabajo para pagarme la muñeca y Mandy te dijo mamá. Supongo que han tenido una vida difícil y además eres una adolescente. Las chicas de tu edad van a la escuela o se divierten. Tus ojeras te delatan y las de Mandy.

Nuestros padres murieron en un accidente aéreo hace año y medio. No quiero hablar de eso- Volteó la cara con fastidio pero sólo se puso a llorar.

Lo siento- Dijo Eiji.

Descuida. Perdón por mi actitud pero no quiero hablar de mi pasado en este momento. Parece que nunca se irá.

Te comprendo- Sonrió tristemente Eiji.

La chica sólo lo vio entendiendo que él estaba en su misma situación. Seguir no era fácil pero sabían que empezarían a ser amigos.

Parece una pesadilla- Soltó Eiji.

Lo es. No se como despertar de ella porque cuando abró los ojos al despertar y al pestañear sigue aunque me alegro que parte de ella acabará- La chica dijo eso llorando y riendo pero más lágrimas salían de sus ojos...

¿Porque los había unido el destino y que traería con él?

CONTINUARA.

El secreto de EijiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora