Cap. 30

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Acababa de salir de las duchas, vestida y lista para ‘disfrutar’ el receso, y estaba caminando por el pasillo de los vestidores, en un atajo para llegar a mi casillero. Cuando escucho un pequeño llanto, desconcertada camine hacia un pasillo lateral, pequeño de la limpieza, desde donde se escuchaba el ruido. La luz estaba apagada, pero como la puerta tenía una pequeña ventanilla, podía ver quien estaba arrodillada en el suelo pegada a la pared. Entre tratando de no hacer ruido.
— ¿Beverly? —pregunte arrodillándome a su lado, por detrás de los estantes de la limpieza.
— ¿_____(tn)? —pregunto mirándome.
—Si —respondí. — ¿Estás bien? —pregunte arrodillándome a su lado.
—Si —sorbió su nariz. —No te preocupes.
— ¿Segura? —mire como secaba sus lagrimas.
—Si —Recién me di cuenta la fotografía que reposaba sobre sus piernas.
—Donde había una pareja joven aproximadamente de unos 28 años, y dos niñas pequeñas, aproximadamente de 2 años quizás menos, que estaban tomadas de la mano. Los 4 sonreían felices. Detrás de ellos se veía una playa en el atardecer.
— ¿Quiénes son? —pregunte tratando de no parecer muy curiosa. Miro la fotografía y me miro a mí sonriendo con tristeza.
—Mi familia —contesto.
— ¿Ellos son tus padres? —mire a los jóvenes adultos de la fotografía. —Son muy jóvenes.
—Sí, son ellos—miro la fotografía. —Es que es una…fotografía de hace 15 años.
— ¿Y por qué no tienes una más actual? Digo, ahí tienes unos ¿2 años? —apunte, a la niña de la derecha que tenia los mismos rasgos de Beverly.
—Soy esa —tomo mi mano y apunto a la del lado izquierdo.
—Podría jurar que eres la de la derecha, es muy parecida a ti.
—Era mi hermana —Oh, no. Esos ‘era’ no me gustan.
— ¿Era? —susurre tragando saliva.
—Si —suspiro con tristeza. —Murió —la mire y puse una mano en su hombro.
—Lo siento.
—No la recuerdo —dijo sollozando. —Éramos mellizas, muy parecidas, pero no identicas —un pequeño llanto se le escapo. —Me encantaría poder recordarla —lloro más.
No conocía mucho a Beverly, pero parecía buena persona. Era triste verla llorar, yo perdí a mis padres y no los recuerdo. Se lo que se siente. La abrace fuerte, tratando de darle a entender que estaba allí para apoyarla, aunque no nos conociéramos, y solo fuéramos compañeras de equipo. Me respondió el abrazo y lloro más fuerte.
—Está bien —suspire. — ¿Crees que contándome lo que paso, te desahogaras?
—Espero —suspiro. —Fue hace 15 años, ella y mis padres estaban en un auto de camino a la casa de mi tío, donde yo estaba —lloro. —Deberían haber llegado una hora después de la última vez que me llamaron, pero… —dijo llorando con tristeza. —Lo único que recibimos fue una llamada del hospital. Tuvieron un… —suspiro. —Horrible accidente, y ellos fallecieron al instante —me miro con sus ojos caramelos rodeados por el maquillaje corrido. —Los tres.
La perdida de ella había sido peor, sus padres y una hermana.
—Lo siento tanto —sobe su espalda.
—Daria cualquier cosa para volverlos a abrazar.
—Beverly —me miro. —Yo perdí a mi madre —le dije contándole la historia de _____(tn), pero diciendo parte de la verdad.
— ¿Enserio? —me miro secando sus lagrimas, asentí con la cabeza.
—Pero ahora ella está en un lugar mejor —sonreí tratando de darle fuerzas, pero derrumbándome por dentro.
—Tienes razón —sonrió. —No puedo seguir así.
—Ahora levántate —me levante y extendí mi mano, ella tomo la fotografía y la guardo en el bolsillo delantero de su pantalón, tomo mi mano y se levanto.
—Gracias _____(tn) —sonrió. —No no hemos presentado formalmente —me apretó mi mano y la balanceo de arriba a abajo. —Soy Beverly Anderson.
—Soy _____(tn) Winston —sonreí, trago saliva y me miro.
—Estas en ultimo año ¿no? —pregunto.
—Si —respondí. —Es mi primer año en el instituto—agregue.
—Bienvenida —sonrió. —Yo también estoy en último año, creo que tenemos Química juntas.
—No me había dado cuenta —mire la oscuridad del cuarto. —Deberíamos salir de aquí.
—Estaba pensando lo mismo —rio, y abrió la puerta saliendo de la pequeña habitación.
Una vez afuera, caminamos en silencio hasta la puerta que daba al pasillo general del instituto. Beverly se giro hacia mí.
—Gracias, por todo —sonrió. —Lamento que hayas tenido que verme así —miro hacia atrás de nosotras.
—Tranquila —sonreí, abrí mi bolso y busque un espejo, un delineador y una máscara de pestañas. —Ten —le tendí los tres objetos. —No tienes ninguna enfermedad ocular contagiosa ¿cierto?
—No —rio y tomo lo que le estaba tendiendo. —Gracias —abrió el espejo, y se delineo con delicadeza los ojos, por arriba y por debajo, dos delgadas líneas que hacían que sus ojos color caramelo se pronunciaran en su rostro, añadió la máscara de pestañas dándole largo a sus pestañas. Lista, sin ningún rastro de llanto, me sonrió. —Enserio gracias.
—No hay de que —abrí la puerta y salí al pasillo general, ella salió detrás de mí, atrayendo algunas miradas hacia nosotras dos.
— ¿Eres la novia de James, cierto? —dijo al entregarme mi maquillaje, suspire.
—Si —sonreí. —Los rumores corren rápido por aquí —dije frustrada pero sin hacerlo notar.
—De hecho —me miro. —Tienes suerte, hay muchas chicas que te envidian.
—Tanta suerte —murmure con un toque de sarcasmo.
— ¿Cuánto lleva aquí? ¿Dos semanas? —pregunto.
—Aproximadamente.
—Bueno, disfrútalo —sonrió. —Y que no te lo roben esas sueltas de algunas de nuestras compañeras animadoras —rio.
—Pensé que eras la capitana —le dije.
—Lo soy.
—Hablar así de tu equipo no es muy bien visto —aclare.
—Vamos, tú también piensas así —rio. —Y no me digas que no —reí.
—Está bien, tu ganas —la mire. —Pero no le digas a nadie.
—No lo diré, si tú no lo dices —rio y se dio media vuelta.
—Beverly —llame y ella se dio la vuelta. — ¿Ese es tu color natural? —pregunte refiriéndome a su cabello.
—No —sonríe. —Soy castaña, como tú —miro mi cabello —Creo que de tu mismo color, no lo sé —se encogió de hombros. —Llevo con este color unos tres o cuatro años —tomo un mecho de su cabello que reposaba sobre su hombro derecho. —Me gusta este color.
—A mi igual —sonreí. —Nos vemos mañana.
—Adiós —sonrió y se fue caminando por el pasillo.
Sonreí mirando como ella se iba por el pasillo y doblaba la esquina. Me di media vuelta y me puse a caminar por el pasillo hasta mi siguiente clase, ya no había tiempo para pasar por un frasco de cerezas en mi casillero, tenía hambre pero si lo iba a buscar seguramente llegaría tarde. Di la vuelta a la esquina trotando, casi corriendo para llegar a mi siguiente clase, al otro lado del colegio.
Cuando choque con algo…alguien.
Mi bolso se cayó, pero las cosas dentro del no. En los lentos segundos del choque, mire siempre al suelo, sabía perfectamente con quien había chocado.
Su olor, su forma, sus pantalones, sus zapatillas y su camisa. Con ver cualquiera de esas cosas podía perfectamente saber quién era, su estilo era único. Al levantar la vista lentamente, y al llegar hasta arriba, todo lo que vi fueron esos ojos color negros.
Pero la luz o la vida que siempre lo caracterizaba ya no estaba, solo eran un par de ojos color negros opacos, con mucho dolor y sufrimiento dentro.
—Logan —dije.

ღ"No es mi vida, es solo una misión masღ (Logan Y Tu) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora