Cap. 35

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Que extraño’ ‘La maquina debe estar mala’ susurraban entre ellos las personas a mi alrededor.
—Ya se cual es el problema —dijo para sí mismo el entrenador. Se acerco a James y le hablo bajo. James le respondió y rieron juntos, el entrenador le indico a James que volviera a su puesto.
El entrenador nos demostró el cambio de pulso con el chico de apellido Green y Bonnie. Pero no lo demostró conmigo.

— ¿Qué te dijo el entrenador? —le pregunte a James al salir del gimnasio, ya cambiados, y con las manos entrelazadas. — ¿Y por qué no me saco a demostrar el pulso?
—El tenía una teoría —rio. —Sobre mi actividad extrema.
— ¿Cuál? —pregunte curiosa.
—Que —tiro de mi mano, hasta que su boca estuvo a milímetros de mi oreja. —Había ‘realizado’ —hizo comillas con su mano libre. —Un ejercicio intenso recientemente.
— ¿El trote? —lo mire. Se acerco hasta otra vez estar a milímetros de mi oreja.
—No —sentí su sonrisa rozar mi oreja. —Anoche hice un ejercicio intenso.
Me sonroje.
—Por eso no te saco adelante, seguramente tu también tenias actividad extrema —me guiño su ojo derecho.
Iba a decir algo pero fui interrumpida al instante por James.
—Viene Logan —advirtió. Y de hecho, Logan venia caminando por el pasillo. Con su gran único estilo de chaquetas de equipo de futbol. Unos pantalones que marcaban sus tan bien musculadas piernas, y su cabello siempre bien peinado cuidadosamente con gel.
—Hola —salude a Logan y James le hizo un gesto con la cabeza en señal de saludo.
El siguió caminando, sin prestarnos atención. Pero se devolvió, en sus mismos pasos, hacia nosotros.
— ¿James porque tenias tu pulso en extremo? —pregunto sin más llegar hasta nosotros.
James rio.
—Supongo que soy un caso especial.
—El entrenador te lo debió haber dicho. Es un caso muy extraño, y bueno, la curiosidad me mata —me miro de reojo.
—Bueno. Si tanto insistes. Te lo diré —Logan sonrió. —Anoche fue nuestra primera vez —James sonrió y me acerco a el por la cintura.
No, James no está diciendo esto. No a él. No se lo está refregando de este modo, me decía, tratando de convencerme que estaba en esos sueños donde todo se hace peor, a casa segundo.
—Y el entrenador cree que mi pulso aun no se ha acostumbrado o algo —dijo como si no le hubiera entendido mucho al entrenador.
Mire a Logan. Su rostro destilaba tristeza, desprecio, enojo y decepción. ¿Pero a cual de nosotros dos iban dirigidas esas emociones? No lo sé.
—Oh —susurro bajo.
—Tú querías saber —se defendió James.
—Lindo, vamos —forcé una sonrisa, tome la mano de James. —Adiós Logan —tire de James hacia el pasillo.

—En que estabas pensando —le dije enojada a James.
—Uhmm…en provocarle celos —respondió obvio.
—Pero… —trate de controlarme. — ¿Así?
—Claro —rio entre dientes. — ¿Viste su cara? —rio. Le golpee el brazo.
—Debo ir a clase —le dije.
Estiro los labios.
— ¿Y mi beso?
—No hay besos por una semana —respondí seca.
Río.
—No resistirás —tosí un ‘Egocéntrico’. —Da igual, debo hacer cosas.
—Uhh…cosas —le moleste.

Tres horas después caminaba por el estacionamiento del instituto.
Varios grupos de chicos estaban conversando, alrededor de sus autos.
Yo buscaba el auto de James, a quien no había visto en el resto del día, hace más de 10 minutos que lo buscaba.
—Se fue —susurre enojada. Cuando me di cuenta de que el Bentley de Presley estaba a unos metros de mi. Sonreí y camine hacia él, a esperar a Presley y que tuviera la bondad de llevarme a casa. Me acerque a su ventana, a esperarla. Pero me di cuenta de que ya estaba dentro.
Llorando sobre el volante.
Toque despacio el vidrio. A lo que levanto y la mirada, y secándose las lagrimas me sonrió. O lo intento.
— ¿Estás bien? —articule sin pronunciar palabra.
—No —saco el seguro del auto y yo entre.
— ¿Qué pasa? —pregunte mientras sobaba su espalda, en un vago intento de tranquilizarla.
—Hay un chico —suspiro. —Me gusta mucho, pero él no está interesado en mí —se lamento.
— ¿Cómo sabes eso? Tal vez si este interesado en ti.
—No está interesado en mi, estoy completamente segura —se seco las lágrimas. —Es mas creo que me odia.
Así estuve unos veinte minutos tratando de tranquilizar a Presley, hasta que dejo de llorar y pudo conducir. Y amablemente se ofreció a llevarme a casa.
—Cualquier cosa —llámame, le dije cuando llegamos a la avenida de al frente de mi casa.
—Está bien —me baje del auto, pero antes de que cerrara la puerta me llamo. —_____(tn).
— ¿Si?
—Gracias…por todo.
—De nada —sonreí y entre a mi casa.

— ¿¡Es lo más fuerte que puedes golpear!? —me grito Jared. — ¡Vamos te he visto en mejor forma!
— ¡Deja de gritarme! —golpe el saco de boxeo que tenía entre sus manos, justo enfrente de su abdomen.
— ¡No lo hare! ¡Vamos tu puedes! —Jared sudaba su sudadera blanca.
Golpee aun más fuerte el saco hasta que Jared cayó de espaldas en la colchoneta que teníamos en nuestro pequeño gimnasio, en el sótano de la casa.
— ¡Eso quería ver! —con un salto se puso de pie.
— ¿Quieres más? —lo desafié, mientras con mi mano me quitaba un mechón de mi larga cabellera que se había soltado de mi coleta.
—Estoy listo —me guiño un ojo mientras afirmaba el saco con fuerza. Arremetí contra el tan fuerte haciendo que Jared soltara un pequeño gemido. —Mi costilla —se quejo.
— ¿No querías más? —reí.
—Esto ya es personal —tiro el saco a un lado de nuestro pequeño round de boxeo para entrenar.
— ¿A si? No te tengo miedo —me aleje y me puse en posición de defensa.
—Ya me lo tendrás —se acerco con los puños en alto, y tiro un puño a mi hombro derecho. Fui más rápida y me agache.
—Deberás esforzarte mas —le dije.
—Entonces prepárate —respondió.
—Nací preparada —le sonreí en respuesta.
Tiro dos golpes a mi lado izquierdo, me agache. Dio una patada de derecha a izquierda por el sector de mis pies, pero salte. Me sonrió y se acerco con los puños abajo, sin ninguna defensa. Un viejo truco, pensé.
Durante toda mi vida aprendí a permanecer en defensa, por más que el enemigo se vea inofensivo. Y si hay oportunidad atacar, atacar, y atacar cada vez más fuerte.
Y eso hice.
Di una voltereta hacia atrás, y con mi pie izquierdo le di un golpe en su mandíbula. Levante la mirada y reí.
Se toco la mandíbula.
—Bien hecho —se acerco, le mande un lateral por izquierda, lo esquivo. Arremetió contra mí y me tiro varios golpes alternando izquierda y derecha.
Sonó un celular.
— ¡Tiempo fuera! ¡Tiempo fuera! —grite.
Siguió dando varios golpes, a lo cual me defendí a todos.
—No hay tiempos fuera en las peleas callejeras —rio.
— ¡Oh, vamos! —esquive mas golpees con la respiración agitada.
Dio un golpe a mi tobillo derecho con su pantorrilla. Grite de dolor.
—Animal —susurré, me agache y revise mi tobillo.
—Va a salir un moretón muy feo —me dijo, mientras tomaba de su botella de agua.
— ¿¡Estás loco!? —le grite. Mi celular había dejado de sonar.
—Me golpeaste en la mandíbula —se la toco con cuidado.
— ¿Era necesario seguir peleando cuando pedí un tiempo fuera? —me queje y tome mi celular. ‘Un mensaje de voz’.
—Que te puedo decir, soy vengativo.
Bufe, y apreté el botón de escuchar. Me puse mi teléfono al oído y escuche.
—_____(tn) —dijo una voz quebrada. —Soy una mierda —la voy sollozo. —Lo siento, ya no puedo más —se corto la llamada.
Mi teléfono cayó de mis manos.
Oh, Dios. Presley.

ღ"No es mi vida, es solo una misión masღ (Logan Y Tu) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora