Cap. 38

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Estacione la motocicleta en la calle al frente del hospital, el cielo tenía un color anaranjado. El viento despeinaba mi cabello mientras le quitaba las llaves a la motocicleta. Las anaranjadas hojas de los arboles estaban en el suelo, ya era otoño y pronto llegaría el invierno. Frio y duro, pero en tres meses llegaría la primavera, los hermosos días de primavera donde las flores crecerían y las aves cantarían al borde de las ventanas. Luego de esos tres meses llegaría el verano. Y a mitad del verano estaba programado un viaje. A Japón. Necesitaban una buena camarera para un servicio en un crucero de un año. Mi siguiente misión.
Entre a la recepción del hospital, fría, casi congeladora, y con un fuerte olor a desinfectante barato. Me acerque al escritorio de la recepción, donde se veía a una vieja secretaria leyendo una revista tras unos pequeños anteojos rojos.
—Presley Henderson —dije sin rodeos. Bajo su revista y me miro con ojos abiertos y curiosos.
— ¿Disculpe? —me dijo con voz áspera.
—La paciente Presley Henderson su habitación —pedí, casi ordene. Perfectamente me podrían haber puesto un cartel con luces que dijera: NO ESTOY DE HUMOR, POR FAVOR NO MOLESTAR CON ESTUPIDECES.
Tecleo perezosamente en su computador antiguo, y se acerco bastante al monitor para leer lo que la pantalla le decía.
—Hmm…Samuel…Sammy —siguió leyendo. —Savannah.
—Señora, no tengo todo el día —dije ya frustrada. —Mi amiga está internada de urgencia, me podría decir dónde está su maldita habitación, ahora.

Narra Presley.

Cerré de un golpe la puerta del baño de mi habitación y me arrastre por ella hasta queda sentada con la cabeza entre las piernas en el suelo. Había sido tan tonta. Un chico como James, que lo tenía todo. Nunca se fijaría en mí. El tenia perfecto cabello, perfecta dentadura, perfecto cuerpo, perfectas notas, perfecta personalidad, y…la perfecta novia.
La chica nueva. La chica que hablaba italiano. La chica por la que todos los chicos del instituto, hasta mi hermano, luchaban. La chica más codiciada. La chica más simpática. La chica que era voladora en las animadoras. La que lo tenía todo. Mi mejor amiga. _____(tn).
La perfecta combinación entre una modelo, una atleta, una genio y una comediante.
Yo solo era una chica con el pelo castaño oscuro. No lo tenía castaño claro que cayera en perfectas ondas hasta la cintura, como ella.
Tenía una estura promedio y un cuerpo normal de cualquier adolescente, no perfecto ni muy horrendo. No era una alta con cuerpo de modelo, como ella.
Tenía ojos cafés, nariz plana y labios rosados pálidos. No tenia perfectas facciones, ni perfectos ojos azul mar, ni labios rojos como los de Blanca nieves, como ella.
Yo solo era una chica, ella era la chica.
Aun así quería a mi amiga, pero no podía estar cerca de ella y su novio. Me rompía el corazón en mil pedazos. Cuando el tomaba su mano y besaba su mejilla, o cuando ambos se sonreían cómplices en clase.
Hay una canción que dice, que lo que no te mata te hace más fuerte.
Pero esa canción estaba equivocada.
Lo único que quería era que la tierra me tragara y volver al pasado.
Hace un poco más de dos meses, cuando yo fui feliz completamente por una vez en mi vida.
Antes de conocer a ____(tn), antes de que comenzara el año escolar, antes de volver a ver a James.

Flashback.

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Me sentía mal, mi estomago daba vueltas y veía doble. Solo había probado media cerveza y ya tenía una resaca. Nunca volveré a beber, me dije.
No tenía ganas de vomitar, pero apenas podía caminar.
Para mejorar las cosas estaba en New York, perdida en la ciudad más abarrotada de gente peligrosa de Estados Unidos.
El viento soplaba fuerte, haciendo que la lluvia no cayera de forma vertical, si no que en diagonal, mojando mi ropa aunque intentara cubrirme con mi paraguas negro.
Mi cabello estaba completamente mojado, al igual que mi ropa.
Me apoye contra una pared llena de grafitis. No recordaba cómo llegar al hotel donde con mi familia nos estábamos hospedando.
Mi hermano se había ido en busca de fiesta, apenas su padre y mi madre salieron a una reunión importante diciendo que volverían a la tarde del día siguiente.
Noche de fiesta, había dicho Logan apenas ellos cerraron la puerta.
Lo acompañe, y como buen hermano había desaparecido, obligada a ir caminando al hotel, me perdí. Tantas calles. Tantas personas. Definitivamente New York no era mi ciudad. Pero en el lugar donde estaba no se veía ninguna cara, nadie.
Sentí como unas manos duras y bruscas me empujaban a un callejón donde abundaba la oscuridad, me quitaron la cartera bruscamente.
Mi visión era pésima, y el dolor de cabeza estaba aumentando, apenas podía mantenerme en pie y creo que mi asaltante lo noto.
Me empujo bruscamente a una pared y caí golpeándome mi cabeza.
Un faro parpadeo y pude verle la cara, un mendigo sucio y mugroso caminaba con una sonrisa malévola, que se quedo en mi mente por los próximos segundos.
— ¿Estas perdida linda? —pregunto con una voz áspera y ronca.
—No —logre decir tratando de incorporarme pero fallando en el intento. Mi chaqueta estaba toda llena de la lluvia sucia y negra del suelo.
Rio como si lo que hubiera dicho fuera el mejor chiste del mundo.
—Eres muy bonita —se puso en cuclillas frente a mí. —Y yo llevo un tiempo solo —me tomo por el pelo y me acerco a él, hasta que pude oler su rancio y sucio hedor.
—Suélteme —quise gritar, pero solo me salió una súplica vaga. Veía tres mendigos en vez de uno. Pero los tres tenían las mismas intenciones.
Me dije que fui una estúpida por perder de vista a Logan. No. Fui una estúpida por salir de fiesta con él.
Me pego una cachetada muy fuerte y me tiro contra la pared. Sentí como un líquido espeso y caliente recorría mi cara por el borde desde mi frente. Hasta que cayó al suelo. Sangre. Mi sangre.
Una sombra negra se abalanzó sobre el mendigo, tirándolo al suelo.
Mis ojos se iban cerrando, no me importaba lo que pasara desde ahora en adelante.
Una mano toco mi mejilla, espere el golpe. Pero no paso nada, era una mano diferente. Cálida y suave, y me estaba quitando un mechón mojado de la cara.
Abrí los ojos con dificultad, y pude ver un rostro de chico.
El chico más guapo que jamás había visto. Castaño y con ojos Miel verdosos. De perfectas facciones. Pero con una mirada preocupada.
— ¿Estás bien? ¿Te hizo algo? ¿Te duele mucho? —pregunto rápidamente.
Iba a responder que estaba bien pero mis ojos se cerraron involuntariamente, y lo vi todo negro.

FinFlashback

Mire un cuchillo que estaba en la mesa de mi baño, lo había dejado ahí después de con el abrir el paquete de un jabón que me regalo mi madre.
Me levante entre llantos y lo tome. Me mire en el espejo.
Esto era lo mejor, terminar con esto de una forma indolora.
Puse el cuchillo a un lado de mi muñeca y lo fui arrastrando hasta el otro lado, viendo cómo salía la sangre mezclada con las lágrimas de dolor que caían de mi cara, dos tipos de dolor. Físico, por el corte, y emocional…por James.

Flashback

—Gracias —dije recibiendo el café que me ofrecía James.
—Aun no se tu nombre —se sentó al borde de su cama.
Yo había despertado sin la chaqueta dentro de una cama desconocida. Y con un pijama de hombre doblado al borde de la cama con un papel que decía: ‘Fui a comprar algo de café, ponte ropa seca. Tu herida ya está curada, te lo cuento todo cuando vuelva – James.’
—Presley —respondí. —Dime Pres —bebí un trago de café.
El sonrió mostrando sus perfectos dientes blancos.
—Hermoso nombre —me ruborice un poco. —Dime Pres, ¿Qué hacías en un callejón con un tipo a punto de violarte?
Por alguna razón lo que dijo me dio risa, haciendo que el sacara otra deslumbrante sonrisa.

FinFlashback

Quería que ese día se repitiera una y otra vez en mi cabeza. De todo lo que paso, hasta de salir de fiesta con mi hermano, no me arrepentía de nada, de otra forma no hubiera conocido a James.
Mi cabeza me comenzaba a doler y de ambas muñecas ya salía mucha sangre cayendo al suelo, pero no tenía fuerzas suficientes para ponerlas en el lavamanos.
Escuche la voz de ____(tn) gritando abajo, recordé que la había llamado, quería decirle que fue una gran amiga y que ser novia de James no era su culpa. Pero no pude.
Caí al suelo y mi cabeza se golpeo con el suelo de cerámica, haciendo que como ese día que conocí a James perdiera la consciencia.

Flashback

— ¿Cómo hiciste para que el tipo se fuera? —pregunte curiosa mientras me arreglaba el cuello de el pijama de James, era tan grande que se corría por mi hombro.
—Bueno —pensó. —Esto no se lo he dicho nunca a nadie —cambio su anterior tono de voz amigable a uno bajo y serio. —Pero —se acerco a mí hasta que sentí su respiración en mi oreja. —Soy un PowerRanger —susurro, y yo rompí a carcajadas.
—Claro —dije mientras me seguía riendo. El sonrió.
— ¿No me crees? —se hizo el ofendido. —Ahora ya no destruimos la ciudad matando monstruos gigantes, solo rescatamos damiselas en peligro —me reí y él me miro sonriendo. —Damiselas muy bonitas —dijo bajo, casi susurro mientras sacaba un mechón de mi pelo casi seco y lo colocaba detrás de mi oreja.
Sus labios se posaron sobre los míos con una delicadeza antinatural, puso una mano en mi cintura y me atrajo a él, hice lo mismo con su cuello. El sonrió sobre mis labios cuando le respondí el beso.

FinFlashback

Flashback

Alguien tiro de mi mano a un pasillo.
—Ten —dijo su voz dura y fría, y me arrojo a los brazos mi blusa amarilla que se me quedo esa noche en su casa.
— ¿Aun la tienes? —lo mire incrédula.
—No, ahora la tienes tu —respondió burlándose de mí.
—Pero tú la tenias, todo este tiempo —guarde la blusa. —Dos meses.
—Dos meses y medio —me corrigió. —Y si la tenia, pero no quiero tener nada de ti en mi casa. Así que ahí la tienes —sonrió hipócrita.
Estaba a punto de llorar, el era muy distinto al James que había conocido.
— ¿Significo algo para ti, esa noche? —lo mire firme. No iba a derramar ninguna lágrima más, no por él.
Rio divertido.
—Fue una buena pérdida de tiempo, me hubiera salido menos complicado seguir caminando y que ese drogadicto te violara —se fue, dejándome a mí al borde del llanto.

FinFlashback

Narra _____(tn)

Desperté por una suave caricia en mi cara, abrí lentamente los ojos, y era Logan jugando con un mechón de mi cabello. Me sonrió forzado.
—Te fuiste de mi casa —me dijo mientras seguía jugando con mi cabello.
—Lo siento, tenía que venir a verla —me disculpe.
Suspiro frustrado.
— ¿Por qué aun no nos dicen nada? —dijo para sí mismo.
—No lo sé —suspire. —Pero lo que importa es que está con vida —le tranquilice.
—Al borde de la muerte —cerro los ojos pesadamente.
Sonó mi celular. Lo saque de mi bolsillo, y era James. Corte la llamada.
— ¿Qué pasa? —miro la pantalla de mi celular. — ¿Problemas en el paraíso? —dijo sarcásticamente.
—Al parecer si —suspire frustrada y apague mi celular. —Hemos terminado — ¡Listo! ¡Lo dije!
Abrió los ojos como platos y me miro confundido.
— ¡¿Enserio?! —pregunto muy feliz, reí.
—No puedo hacer sufrir a mi mejor amiga —mire el techo, lo solté todo.
—Oh, lo sabes —lo mire espantada.
— ¿Lo sabías?
—No —rio nervioso. —Es solo que…
Fue interrumpido por el doctor.
—Familiares de Presley Henderson —llamo con una carpeta en las manos.
Los padres de Presley, Logan y yo, nos levantamos de un salto y casi corrimos a donde el doctor.
— ¿Cómo esta? —pregunto su padre.
— ¿Podemos verla? —pregunto su madre, sacándose las lagrimas de los ojos.
Logan y yo permanecimos en silencio.
—Está estable —leyó de su carpeta el doctor, tranquilizándonos. —La pérdida de sangre milagrosamente no afecto a su sistema nervioso central —nos miro sonriente. —Y para alegría de todos, el bebe está bien.
— ¡¿Bebe?! —dijimos atónitos Logan y yo.

ღ"No es mi vida, es solo una misión masღ (Logan Y Tu) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora