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Chaeyoung soltó un suspiro de cansancio. Había momentos en la vida en los que amaba a su hermana con toda su alma por enseñarle algo nuevo o cosas por el estilo. Pero había otros en los que la odiaba con toda au alma por lo descuidada que podía llegar a ser. Este momento en particular era uno de los segundos y lo único que podía tener en mente era las miles de formas en las que asesinaría a su querida hermana. Todo por culpa de un pasaporte. Su pasaporte. El cual su hermana debía entregarle, lastima que lo había olvidado en casa de su novia obligando a la pequeña Chaeng a caminar por más de diez minutos lanzando insultos a todo y a todos.

Dio un pequeño salto cuando se encontró frente a su destino. Estaba lista para tocar el timbre cuando una muchacha con dientes de conejo abrió la puerta del lugar dandole un tremendo susto. La saludó con algo de vergüenza mientras escuchaba como la chica le preguntaba que estaba haciendo en la puerta de su casa, y de paso también preguntaba por Jeongyeon. Chaeyoung tuvo que explicarle el motivo de su visita, la cual ya veía como una total perdida de tiempo ya que por lo que se veía la otra iba de salida.

La chica con grandes dientes asintió para luego decir que sí había visto el pasaporte de la menor en su casa, pero que por cuestiones de tiempo no había podido darselo a su hermana. Después de todo la novia de Jeongyeon trabajaba la mayor parte del día así que era bastante entendible que su pasaporte siguiera en ese lugar, esperando ser recogido por su pobre dueña que maldecía a su mayor con todas sus fuerzas por hacerle caminar durante más de diez minutos para que no pudiera recoger el documento. Haciendo que perdiera el tiempo totalmente.

-- Supongo que tendré que volver mañana, gracias por todo Nayeon Unnie-- dijo algo apenada la muchachita girandose para volver a su propia casa.

-- Si quieres puedes pasar a buscar tu pasaporte-- la mayor abrió más la puerta dejando ver un poco el interior del lugar.

-- ¿Eh?

-- Así podrías tener tu pasaporte y no habrías venido por nada-- explicó mirando el rostro confundido de la otra quien negó rápidamente.

-- No, no-- Chaeyoung se rió nerviosa mientras agitaba sus manos-- No podría estar sola en tu casa, sería descortez de mi parte.

-- Pfff Claro que no-- Nayeon volteó los ojos-- Yo te estoy dejando entrar y realmente no estarías sola en mi casa.

-- ¿Vas a ayudarme a buscar mi pasaporte?-- preguntó sonriendo.

-- Eh no. Uno, porque tu pasaporte está en un mueblecito que se encuentra junto a el sofá más grande así en realidad sólo debes verlo tomarlo e irte-- habló la muchacha enumerando con su mano al tiempo que hablaba-- Y dos, porque me refería a que hay una chica que vive junto a mí, así que técnicamente no estarías sola.

-- Oh ya veo.

-- Claro que debes saber que ella es algo... Callada-- Chaeng ladeó la cabeza.

-- No entiendo.

-- Escucha si decides entrar por tu pasaporte, cosa que espero que hagas porque me estreza tener cosas de los demás, no hables con ella.

-- ¿Por qué no?-- preguntó frunciendo el ceño la menor.

-- Bueno Mina es extranjera así que probablemente no entienda ni la menor parte de lo que dices.

-- Oh entiendo, entiendo.

Una vez que Nayeon se despidió de Chaeyoung esta decidió entrar a la casa repasando la única cosa que la mayor le había dicho. Sus ojos se abrieron al ver la bonita decoración del lugar y lo limpio que se encontraba en comparación a su habitación. Avanzó con cuidado intentando hacer el minimo ruido posible para no molestar a la chica que vivía con su mayor. Cuando hubo encontrado el mueblecito que la chica le había descrito no pudo evitar soltar un grito de alegría al encontrar su pasaporte sano y salvo en ese lugar.

Por un segundo pensó que podría alzarlo al cielo para luego besarlo. Incluso si el documento no era algo de importancia y sólo lo había sacado por puro capricho. Guardó el documento en un pequeño bolso que siempre llevaba con ella sintiendo que con ese gesto todo estaba bien en el mundo.

Sabía que le había dicho a Nayeon que tomaría el pasaporte e inmediatamente saldría del lugar para no incomodar a su rommie, pero su cuerpo le pesaba por la caminata pir lo que no pudo evitar sentarse en el sofá que estaba junto al mueblecito. Dejó su bolso a un lado sintiendo como sus musculos se relajaban por lo cómodo que era el sofá. Su mayor si que sabía escoger las cosas que colocaba en su hogar.

Cerró sus ojos hundiéndose más en la comodidad proporsionada por el mueble. Su cuerpo relajadose al no tener que sostenerse por sí mismo. Incluso su respiración había escontrado el ritmo perfecto. Debía preguntarle a Nayeon dónde había comprado eso porque estaba necesitando uno en casa para poder descansar en el todo el fin de semana.

Lamentablemente su relajación terminó cuando le dieron ganas de usar el baño. Maldijo en voz baja. No creo que a Nayeon Unnie le moleste que use su baño. Pensó mientras se ponía de pie alejando toda la relajación que su cuerpo había avanzado. Bostezó antes de entrar al lugar, pero ni siquiera puso un pie dentro cuando un gran chorro de agua la impactó directamente empapandola mojando toda su ropa.

Intentó detener, inútilmente, el chorro con sus manos mientras abría un poco los ojos para descubrir quien era la persona que le estaba tirando toda esa agua ¡La cual además estaba muy fría! Balbuceo algo para que el repentino ataque se detuviera estirando sus manitos y haciendo el mismo gesto de intentar "detener" el agua.

Pasó sus manos por su rostro cuando por fin dejaron de tirarle agua. Maldijo un par de veces por la temperatura de esta y luego se giró a ver a la culpable de que todo su cuerpecito estuviera empapado. Sus mejillas se sonrojaron al encontrar a una chica en toalla que sostenía la manguera de la ducha (y su toalla) mientras la miraba fijamente con los ojos entrecerrados, como si esperara lo peor de ella.

Ella debe ser Mina.

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Lili Fever [Michaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora