¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Regresando a la ciudad aún desconocida tanto para Meliodas como para Zaneri la mayoría de los primeros en levantarse eran los chicos que se preparaban para asistir a sus respectivas academias, pero la más llamativa era la academia Kuoh a la cual asistía una gran cantidad de personas no humanas: demonios.
En la pequeña cabaña abandonada que por fortuna encontraron en una pequeña colina, la líder Druida una vez que despertó salió de la habitación pero cuando vio al sofá viejo Meliodas ya no se encontraba.
Una voz desde afuera llamo su atención para que se sorprendiera en que a quien estaba buscando se encontraba asando a un cerdo que había encontrado por ahí en una pequeña fogata que le mismo había hecho.
Meliodas: Sate sate creo que esto ya está listo para comer –Para darse cuenta que la chica ya estaba levantada- Te levantaste a tiempo para desayunar.
Meliodas pasó un pedazo de lo que había preparado para que Zaneri se sentara sobre un pequeño tronco que estaba de casualidad, y gustosa acepto... pero ella nunca había probado ni oído de la cocina del capitán de los pecados, cuando lo probo su cara se puso azul.
Zaneri: C-como es que esto... puede saber tan... mal, si solo asaste al cerdo.
Meliodas: Que grosera, a Elisabeth y Hawk les parece deliciosa mi comida –Decía con su típica cara de póker-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
