-Estas mucho mejor esta mañana. -
Hinata se movía constantemente, tratando de mantenerse caliente mientras examinaba la peor de las lesiones de Naruto. Le encantaba la sensación de sus pequeñas manos, tan suaves en su piel.
-Pensé que te habías hecho mucho más daño al tener que salir de la cueva-.
Yo también, creo que tuvimos suerte. Me siento en condiciones de volar, siempre y cuando nos lo tomemos con calma.
Mitsuki se movió más empujando nieve por todas partes.
¿Cuanto tiempo nos llevará llegar a tu tierra?
Unos días más creo, pero estará más cálido en cuanto pasemos las montañas. Espero que podamos hacerlo mañana por la tarde.
-¿Así que sólo será una noche más de nieve? -Los dientes de Hinata castañetearon mientras recorría con la mano la lesión en su ingle.
Él hizo todo lo posible para concentrarse en nada más que su toque de curación en sus áreas
privadas.
Si estás de suerte, puede haber algo de nieve en el suelo, pero no hará tanto frío.
Hinata estornudó delicadamente cuando dio un paso atrás y se movió de su lado.
-Ya casi acabo, por ahora.
Creo que estarás bien siempre y cuando lo tomes tan suavemente como sea posible. Sin acrobacias, ¿de acuerdo?
Sí, madre.
Hinata se echó a reír cuando Mitsuki lo hizo también y jugó en la nieve.
Naruto fácilmente podía ver que había sido una buena madre para el huérfano dragonet.
Él era feliz y su inocente corazón estaba lleno de risas y diversión, como debía ser.
Después de escuchar lo que habían pasado a manos de Danzo, sabía que podría
haber resultado muy diferente.
Naruto sintió el calor hormigueando en su costado y el alivio de su dolor, acompañado de su gasto de energía.
Ella se apoyó en él un momento y desplego su ala buena para sostenerla.
¿Estás bien?
-Eso es lo que debería preguntarte. Estas balanceándote sobre tus pies. Tienes que dejar de darme toda tu energía, Hina. Tenemos un largo viaje por delante.
-No mucho, espero.
Te prometo que parare cuando tenga que descansar.
Ella se enderezó en el abrazo de su cálida, y envolvente ala.
-Está bien entonces. Eso es todo lo que puedo hacer por ahora.
Haremos paradas frecuentes,
Naruto, y te comprobaré de nuevo cada vez que aterricemos.
No encontraron a ninguno de los hombres de Danzo en dirección a las montañas, aunque Naruto se movía mucho más lento de lo que hubiera deseado.
Sin embargo, encontró una posición segura y de tolerable temperatura para pasar la
noche, aunque todavía muy por debajo de cero, se sentía un aire más caliente cuanto más volaban al sur. Hinata se acurrucó a su lado de nuevo, en busca de su calidez y compartió su energía con él inconscientemente mientras dormía.
Era un tipo diferente de energía, una que no drenaba la suya, o él le habría puesto fin a esa situación.
Ella daba tanto de sí misma para curar sus graves heridas cuando estaba despierta, que era justo
que hiciera lo mismo por ella mientras dormía.
Pero esto era diferente.
Este era un intercambio de energía a un nivel totalmente distinto.
Se alimenta de su inmensa
fuerza, mientras le devolvía una energía curativa.
El potenciaba la suya, y ella lo
sanaba. Era lento, pero definitivamente beneficioso.
