Magia

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Hinata despertó sintiéndose un poco más fresca de lo que esperaba.

Utilizó su don de curación, pero esta vez se sentía un poco diferente. Se incorporó,
manteniendo una de las pieles sobre sus hombros. Llevaba sólo su fina camisa y pantalones remendados.

Mitsuki mantenía cálida la cueva, pero dejar un montón de
pieles acogedoras era difícil cuando se despertaba.

Siempre sentía frío.

Hinata se metió en el bote pequeño que se había hecho con ramas y barro, luego lo orneó con el aliento caliente de Mitsuki.

Más tarde lanzaría el contenido a una pequeña zanja que había cavado fuera de su guarida.
Por ahora, se lavaría con la
nieve derretida que mantenía a mano dentro y fue para su paciente.

Los ojos del dragón negro estaban abiertos y seguían todos sus movimientos.

La sensación de su mirada zafiro le calentaba de una manera que no podía definir. Su olor a canela y clavo se hacía más fuerte a medida que se acercaba a él,
bañando sus sentidos de un calor extraño que parecía venir de su interior.

¿Me oyes?

Sí, señora, tienes mi agradecimiento.

La sensación íntima de su voz profunda que resonó através de su mente la hizo temblar. Nunca había compartido este tipo de conversación con nadie excepto con Mitsuki. Hinata se movió con más cautela hasta al dragón negro, buscando las heridas
que había empezado a curar la noche anterior.

-Me alegro de que fuéramos oportunos. ¿Cómo te sientes?-

Vivo que es más de lo que podía haber esperado ayer.

Hinata se le acercó con cuidado. No conocía a este sorprendente dragón negro.
Mitsuki se despertó y le dio un codazo con la nariz juguetonamente.

Naruto no se movió porque le dije que te volverías loca si comenzaba a sangrar de nuevo.

Ella se levantó para abrazar al dragón plateado, rascándole detrás de las crestas de los ojos de la manera en que le gustaba.

-Eres un buen chico, Mitsuki.

No es una mascota. La voz del dragón negro gruñó en su mente solamente.

Hinata le respondió de la misma manera.

No, no es una mascota. Es un bebé, necesita amor y alabanzas.

El dragón negro retrocedió. Acepto la corrección.

De hecho ¿Quién diablos eres? Ella se enfrentó a él con más coraje que inteligencia, teniendo en cuenta que era mucho más grande que ella y tenía la
ventaja de ser capaz de respirar fuego.

Debes saber que no te dejaría hacerle daño ninguna manera.

Suenas como su madre.

Soy lo más parecido que tiene a una y también de protectora, así que cuidado.

El dragón negro inclinó la cabeza con rigidez. Mitsuki me estaba contando sobre Danzo mientras dormías.

Sus palabras resonaron en la mente de ella y del dragonet
mientras incluía al chico en la conversación una vez más.

-Sus exploradores descubrieron esta guarida hace dos días. Supongo que volverán pronto con vigor, tratarán de capturarte o matarte de nuevo, por lo que
necesitas curarte rápido. -

Amor de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora