"Corto ciclos pintándome el cabello, ¿Algún problema con eso?"
Donde Letha Martin tiene que lidiar con los Cullen.
Fanfic inspirado en la saga Crepúsculo
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"—¿Qué puedo decir? Soy única"
Justo cuando desperté, lo primero que llegué a ver fue el hermoso rostro de Rose.
—¿Acaso este es el cielo? —Dije dramáticamente, fue entonces que en mi panorama también vi al doctor Cullen y a Edward.
—¿Cómo te sientes, Letha? —El doctor se acercó a mi y me empezó a revisar. El doctor Cullen me ayudó a incorporarme.
—Justo como si un grupo de protestantes hayan caminado por todo mi cuerpo. —Le contesté. —Si es que puedo preguntar, ¿Dónde estoy?
Dije al observar la habitación en la que me encontraba. Era más como un tipo oficina, donde había algunos objetos de medicina, pero no lo suficiente para ser una habitación de hospital.
—En nuestra casa, estaba preocupado por tu estado, y no quería preocupar a tu padre. —Edward dijo.
—Ya le he enviado un mensaje a tu papá que te quedarías a dormir en nuestra casa. —Explicó Rose. —Como una pijamada.
—Me parece razonable, ¿Cuánto dormí?
—Exactamente 12 horas. —Carlisle contestó por Edward. —Pero parece que ahora estas completamente bien, solo fue un agotamiento físico.
Lo bueno que hoy es sábado así que no falté a la escuela.
—Vaya...—Dije sorprendida. —Supongo que hipnotizar a cuatro personas en una misma noche es agotador, he roto un récord.
—¿Hipnotizar? —Rose volteó a verme confundida.
—¿Acaso Edward no les contó? —Rosalie y Carlisle negaron con la cabeza y esta vez voltearon a ver a Edward. —Pensaba decirles cuando vinieras por primera vez a conocer a la familia.
Claro Edward exponme enfrente de toda tu familia, justo como un fenómeno de circo.
—No es como piensas Letha...—Rodé los ojos. —Además rechazaste mi primera invitación...
—Esa es mi chica. —Rose me sonrió y ambas chocamos las cinco.
¿Al menos ya les contaste que conozco su secreto?
Edward asintió con la cabeza.
—Pero al final estoy aquí. Supongo que lista para conocer a la familia. —Sonreí mientras me levantaba. Por suerte aún llevaba puesto lo del día anterior.
—No, primero tomarás una ducha. —Ordenó Rose.
—¿Qué? Pero...
—Nada de peros, al menos así nos da tiempo de hacer algo para desayunar.
—¿Van a cocinarme? —Los miré con ojos de cachorro —Nunca nadie se había preocupado tanto por mí.
Rosalie me tomó del brazo y me arrastro por toda su casa hasta llegar a su habitación. —Tal vez esto te quede, toma.
