Mercy - [BLACKEXO]

- Juez -

Pov. Jennie

No recordaba cuando había sonreído por última vez, no recordaba la razón por la cuál una chica peliblanca de rostro familiar la miraba enojada desde la silla al lado de la camilla.

Partes de su mano estaban verdes o moradas debido a que los médicos la pinchaban tres veces al día, inyectandole proteínas y vitaminas. No le importaba mucho comer esos días, ni siquiera le importaba si la vida en su interior vivía o moría.

¿Quién eres? Quería preguntarle, ¿Qué quieres? ¿Por qué no me miras con lastima? ¿Conoces quién era yo antes de esta pesadilla?

Sus labios estaban agrietados debido a que no había bebido nada en dos días, hasta que una enfermera notó que tiraba el agua en la planta de lado de su cama y de vez en cuando se quitaba la aguja que le daba electrolitos.

¿De que color era su cabello? Aquí no había espejos, y tenía tantos nudos que era casi inútil intentar arreglarlo.
Los minutos pasaban y ella no decía nada.

El silencio no le gustaba, la hacía querer gritar, la hacía querer destruir las cosas, romperlas, quebrarlas.

¿Dónde esta el chico que amo? ¿Por qué no viene a visitarme? ¿Se habrá perdido en el camino? ¿Cómo se llamaba?

La chica misteriosa comenzó.

—Baekhyun...

Baekhyun, sintió tal alivio de recordar su nombre, ahora su recuerdo de el era más claro, cabello teñido de rosado, lindos ojos, labios suaves y sonrisa encantadora.

—Murió por tu culpa.

¿Qué? ¿El murió? ¿Cómo?

No recordaba haber ido a un funeral, ¿Por eso nunca venía a visitarla?

Aquello era raro, extraño, como si de alguna manera ya supiera que había pasado.

Pero su mente no quisiera recordar.

—Nosotros éramos muy felices.

La cara de la chica se contrajo en dolor y rabia, lágrimas cayeron por sus mejillas, sus manos estaban hechas puños sobre su bolsa en sus piernas.

No dijo nada, solo la miró tranquilamente, quizá con lástima.

—Nosotros éramos novios.

—No.

Baekhyun era su novio, al menos lo era cuando esta pesadilla inició. ¿Había muerto antes o después? Ni siquiera notó cuando sus ojos se nublaron y lágrimas cayeron.

La chica se levantó peligrosamente del asiento, la miraba con desprecio ¿Acaso ella le había hecho algo a ella? Ni siquiera la conocía.

—¿Tengo que recordarte imbécil, que terminó contigo? No, no terminaron. Nos encontraste besándonos en la cama que ustedes compartían y lo echaste de su casa.

¿Eso había pasado? Ella no recordaba nada antes de cuando vió a su amiga, ¿Quién era? ¿Cómo se llamaba?

La cabeza le dolía.

—El nunca te amó y nunca lo iba a hacer teniendo a alguien como yo, todo lo que te decía eran mentiras.

Te amo.
Nunca voy a dejarte, Jennie.

Jennie.

Su nombre en los labios de Baekhyun pareció una cerradura, una cerradura que había sido abierta a las puertas de su memoria.