Mercy - [BLACKEXO]

- Culpable -

Pov. Narrador

Las luces de aquella habitación la cegaron por completo, notó de inmediato el suero al que estaba conectada, sus ojos ardían y se sentía débil, tenía la boca seca y su cabeza retumbaba.

Creía que se le saldría el cerebro, cerró sus ojos con fuerza y se movió aún con las quejas que recibió de su cadera.

¿Qué demonios estaba haciendo ahí? ¿Qué había pasado?

—Jennie...

Aquella voz le resultaba lejana, distorsionada hasta cierto punto, cuando sus ojos se adaptaron, tardó un segundo en reconocer la silueta delgada y el cabello negro que caía en sus hombros.

—Hola, nena.

JiSoo le mostró una cálida sonrisa.

—Hola.

Tenía muchas preguntas que hacer pero hasta su estómago se volcó cuando pronunció aquellas palabras, luchó por no terminar vomitando en las sábanas que cubrían su cuerpo.

La habitación era bastante grande, su cama lo era igualmente, había una mesa de madera café y cuatro sillas al centro complementando el sofá blanco que se encontraba cerca de su cama.

JiSoo la miraba igual, buscando respuestas a las preguntas que rondaban en su cabeza, mordiendo su labio inferior, angustiada.

La mayor agarró un pequeño banco que estaba al lado del sillón donde estaba anteriormente, lo dejó al lado de la camilla y se sentó con calma.

—¿Cómo te sientes? ¿Estás bien o debemos llamar al médico?

Solo negué, no estaba preparada para poder hablar y que mi vómito llenara el lugar.

JiSoo asintió, con algo de duda se levantó de su asiento, traía un cambio diferente que la última vez que la ví.

Agarró un portafolio metálico que se encontraba a los pies de mi cama, me sonrió nerviosamente, parpadeando tantas veces como fueran posibles en un minuto.

—Jennie, hay algunas cosas que tengo que decirte respecto a...— titubeó al querer terminar la oración.— Tú salud.

¿Qué hay de malo con ella?

Mi ceño se frunció, no comprendía.

Se volvió a sentar al lado de mí, con un poco de fuerza me enderece en la cama para poder sentarme.

Nos quedamos en silencio lo que pareció una eternidad, solo veía de reojo como leía, leía y leía una y otra vez aquellas hojas que estaban en el portafolio, se mordía los labios con fuerza, no tanta como para dañarlos pero lo suficiente para dejarlos un poco hinchados.

Mire mis brazos, mi mano izquierda estaba vendada desde los dedos a mi codo, mi cuerpo estaba cubierto por una bata azul que me quedaba muy grande.

JiSoo carraspeó.

La miré expectante.

—Jennie, sabes que te amo y que voy a estar contigo toda la vida, pase lo que pase, ¿Lo sabes no? Somos mejores amigas y creeme que no te voy a dejar en este momento de necesidad, yo...

—Solo dímelo ya.

Me animé a decir, sonreí un poco, no podía ser tan grave de todas maneras.

Pov.JiSoo

Las cosas que debía decir, eran muy fuertes, sobretodo para la chica que estaba frente a mí, Jennie... Ella no podrá con tanto sola, sobretodo ahora que Baek...