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Los murmuros iban y venían en mi dirección, la mirada de todos los presentes contemplaba cada movimiento que hacia. El ataúd yacía abierto, una punzada de culpa me golpeo la mente como una daga al corazón.
Tan frío, tan pálido, tan sin vida.
Las palabras sobraban, no podía creerlo, no podía ser verdad aquello que estaba frente a mi, mi respiración se fue extinguiendo.
— Lamento todo esto, todo lo que hice antes, no podré vivir en paz después de esto... MinSeok, lo lamento tanto. — mis ojos volvieron a ahogarse en mis lágrimas, lágrimas que no tardaron en caer por mis mejillas.
Era verdad, me sentía una completa basura, todo se me estaba callendo a pedazos de un segundo a otro, me aferré al ataúd de madera mientras mis sollozos inundaban la estancia.
Tenia que ser fuerte, tenía que serlo por todos nosotros, ya tenemos suficientes cosas que hacer como para preocuparse por lo que nos está pasando a todos, ¿Quien sería capaz de asesinar a alguien como MinSeok?.
No me cabe en la cabeza, el era una persona muy dulce, muy talentosa, muy amable con todos... Ese maldito bastardo va a pagar por todo lo que nos está haciendo.
Un tacto en mi hombro izquierdo hizo que me relajara, era increíble el poder que tenía ella sobre mi, un beso en mi mejilla y un abrazo fue lo que me hizo soltar el ataúd y caminar hacia los demás mientras JunMyeon se acercaba a MinSeok.
—Tienes que ser fuerte, eres más fuerte que esto mi vida, más fuerte que cualquiera de nosotros y no voy a dejar que te derrumbes.— pasó su mano por mi cabello mientras dejaba un beso en mi frente. —Al menos no solo.
—Si nos vamos a la mierda al menos nos vamos juntos.
Asintió mientras mi hoyuelo aparecía por la sonrisa enorme que había aparecido por aquellos comentarios, un suspiro salió de mis labios mientras recargaba mi cabeza en su hombro, sintiendo las caricias que le daba a mi cabello.
2 meses después
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Habían pasado unos cuantos días desde la ultima vez que estuvimos todos juntos, nos habían pedido estar separados siempre y cuando estuvieramos al menos con alguien acompañandonos, claro que hablábamos por el grupo que teníamos en Line, podíamos saber de los otros sin la necesidad de verlos. Pero había alguien que me moría por ver.
Mi KyungSoo.
KyungSoo había salido a un viaje familiar a Jeju, desde ese momento me quedé en casa de mis padres hasta que llegara, le rogó a sus padres quedarse pero no accedieron, y teniendo en cuenta que no tengo una relación muy buena con ellos con mayor razón le prohibieron quedarse, un suspiro salió de mis labios mientras me revolvía en la cama con mi celular en la mano esperando que mi pequeño pudiera contestar.
Cosa que nunca pasó, "Debe estar muy ocupado con ese tal Kris" pensé, había estado muy distante desde que conoció al amigo de su primo favorito, si estuviera ahí no dejaría que nadie se le acercara, mi pequeño era ingenuo y si le ponían una mano encima yo mismo le arrancaba las manos al osado que se atreva.
La oscuridad en mi habitación se vió interrumpida por la intromisión de mi nana, una señora de origen ingles, rechoncha, con nariz teñida de rojo y unos cachetes enormes, casi tan enormes como una pelota.
—Señor JongIn, el desayuno ya está listo, ¿quiere bajar al comedor o se lo traigo para acá?.— preguntó mientras sus manos llenas de agua se limpiaban en su mandil blanco.
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Mercy - [BLACKEXO]
Acak-Una muerte lleva a otra, que no te sorprenda acabar de la misma forma. -¿Cómo? -Muerto. Gracias a @Yong_In por la portada tan bella. 💕