«01 (C.V)»

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-¿Te sientes bien?- Christopher tomó mi rostro entre sus manos -Estás pálida.

-Me duele la cabeza- Contesté.

-Entonces será mejor que no vengas con nosotros- Besó mi frente y tomó su celular -Les avisaré a los chicos que tienen un lugar libre.

-¿Qué? ¡No! ¿Por qué? Yo quiero ir- Me quejé y me miró suspirando.

-¿Recuerdas que pasó la última vez que viajaste con nosotros y tenías dolor de cabeza?- Acarició mis mejillas -Te desmayaste- Dijo al ver que yo no respondía.

Me arrodillé en la cama y lo miré.

-Pero eso había sido otra cosa- Susurré jugando con mis manos para no tener que mirarlo.

-¿Y qué te sucede ahorita?- Jugueteó con el borde de mi remera.

-Emm...- Tragué saliva nerviosa.

-No importa. No te encuentras bien, no vas a ir, simple- Se encogió de hombros.

-Chris...- Me subí sobre él y puso sus manos en mi cintura -En serio quiero ir- Hice un puchero y mordió su labio inferior.

-No hagas eso- Desvió su mirada.

-Por favor, siempre dije que te acompañaría a tí y a los chicos a donde sea que vayan, por favor- Puse una mano en su pecho y luego lo miré -En serio quiero ir Chris.

-No quiero que nada malo te pase- Acarició mis mejillas -Yo no podré cuidarte, y si yo no lo hago nadie lo hace- Dejó un pequeño beso en mis labios y rodé los ojos.

...

Todo estaba oscuro. Me quede unos segundos escuchando atentamente para ver si algo me había despertado, pero supongo que había sido el simple hecho de que había dormido demasiado, pues ya no pude volver a dormir. Estaba en el lugar de la cama de Chris, y nadie lo ocupaba para dormir excepto él, así que era dácil darse cuenta de que no estaba, o estaba rondando por la casa.

Me levanté, me lavé los dientes, y bajé las escaleras. Antes de salir del pasillo, oí una voz femenina completamente desconocida para mí. Me quedé escondida mientras escuchaba sus murmullos y alguna que otra palabra.

-Adiós bebé- Habló la chica y tapé mi boca con mis manos conteniéndome a llorar.

Luego de un par de susurros más, oí la puerta principal cerrarse, y esperé unos minutos más escondida en el corredor, solo por si acaso.

Tomé aire y junté coraje para salir. Vi la gran espalda de Chris por la puerta de la cocina, y me dirigi hacia allí mientras entrecerraba mis ojos por la claridad de la luz.

-Hola princesa- Chris me sonrió.

-¿Por qué no estás durmiendo?- Pregunté, señaló la porción de pizza que estaba comiendo, y asentí.

-¿Estás mejor ahora?- Preguntó y me encogí de hombros.

-Sí, si, supongo...

-¿Lo supones o lo sabes?

-Chris...- Hablé y bajé mi mirada -No quiero ser tóxica, no es mi intención, pero...

-¿Escuchaste?- Preguntó de lo más normal mientras seguía comiendo. Bajé mi mirada para demostrarle que a mí me avergonzaba ser así, y el sonrió de forma tierna -¿Recuerdas a Stephanie, mi ex?- Asentí y tragué saliva -Quería regresar conmigo, pero le aclaré que ya tengo a una chica con quien despertar en las mañanas- Me sonrió y le devolví la sonrisa -Oh, si, te tengo un obsequio, como no pudiste ir con nosotros pensé en traerte algo- Habló caminando hacia el sofá, donde comenzó a buscar en los bolsillos de la sudadera que se encontraba ahí. Sacó una pequeña caja plateada con un moño negro, y me la entregó con una sonrisa. Lo tomé, lo besé y saqué la tapa.

-Chris...- Susurré viendo el contenido -Pero... Esto te debe haber valido una fortuna...- Toqué suvemente la pulsera con un pequeño dije plateado.

-Vale la pena por ciertas personas- Sonreí y rodeé su cuello con mis brazos.

-Te amo- Susurré y besó mi cuello haciéndome sentir un especie de electricidad (rara pero placentera) recorrer mi cuerpo -También yo te tengo un obsequio- Hablé de forma nerviosa y mis manos comenzaron a temblar.

-¿Qué es?- Preguntó sonriendo como un niño pequeño.

-Voy a buscarlo, tu quédate aquí- Subí las escaleras y tome las pequeñas cajas rectangulares. Las envolví rápidamente en un papel que tenía otro fin, y las inspeccioné unos segundos. Suspiré, bajé las escaleras y Chris dejó su celular a un lado.

-Feliz cumpleaños adelantado- Dije dándole los pequeño paquete.

Mientras más se tardaba en abrir el colorido papel, mis piernas más temblaban.

Al ver el contenido su sonrisa se fue esfumando lentamente. Abrió la caja, tomó la prueba de embarazo y dejó las otras dos cajas en la encimera de la cocina. Inspeccionó la prueba, y rápidamente me dio la espalda para abrir las otras dos. Cerré los ojos mientras suspiraba. Christopher se quedó estático por unos minutos y luego movió su pierna de forma nerviosa.

-Chris...- Puse una mano en su espalda y lo miré mientras me apoyaba en la encimera junto a él. Tenía el semblante serio -Lo siento, pensé que iba a alegrarte la idea- Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-¿Alegrarme?- Me miró -Dos pequeños están en camino, tenemos que prepararles su habitación y comprarles ropa, y juguetes y todo lo que...- Lo besé para que se callara.

-¿Dos pequeños?- Pregunté sonriendo al ver sus ojos llenos de lágrimas.

-Tengo buenos genes- Se encogió de hombros y me abrazó -Gracias por hacerme el hombre más feliz de esta tierra mujer...- Susurró y comencé a sentir gotas en mi hombro, haciéndome dar cuenta de que estaba llorando.

-Técnicamente tú hiciste todo el trabajo- Hablé y rió.

-¡Vamos a ser padres Sofía!- Tomó mis manos -Vamos a ser padres...- Susurró frunciendo sus cejas y perdiendo su vista en la pared detrás mío -¡Vamos a ser padres!- Volvió a exclamar y movió mis manos de un lado a otro -¡Tengo que decirles a los chicos!- Salió corriendo de la cocina a tomar su celular que se encontraba en el sofá, pero volvió rápidamente. Tomo mis mejillas, me besó y susurró un suave "te amo" contra mis labios.

one shots ; cncoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora