Alguien me empujo hacia dentro del camarín de los chicos.
-Vamos Richard- Suspiré aliviada al ver que había sido él y no cualquier otro chico.
-Ahora tú vas a escucharme- Cerró la puerta con seguro.
-Richard tienen que subirse al escenario en pocos segundos, vamos- Me acerqué a la puerta, pero se interpuso -¿Y a ti que te pasa ahora?- Me crucé de brazos.
-Pues dime que te pasa a ti, parecías muy contenta hablando con Chris- Se encogió de hombros serio y rodé los ojos.
-¿Es en serio?- Sonreí sarcásticamente -Es de tu amigo de quien estás hablando.
-Y tú eres MI, novia- Dijo caminando hacia mí lentamente, mientras yo retrocedía -Pero parece que quieres verme celoso, o te gusta tu castigo...- Me empujó fuertemente contra la pared y apretó su cuerpo contra el mío. Comenzó a morder, a lamer y a marcar mi cuello, sin ningún tipo de cuidado, y cerré mis ojos ante su tacto.
-R-Richard...- Jadeé poniendo mis manos en su pecho y tratando de alejarlo de mí, pero tomó mis manos y las apretó contra la pared.
-No te quejabas tanto cuando hablabas con el otro, ¿no?- Tomó mis muslos e hizo que enrollara mis piernas en sus caderas.
Me besó salvajemente mientras caminaba hacia un gran sofá en el centro del camarín. Me tiró sobre este sin suavidad alguna, y se tiró sobre mí sin aplastarme. Volvió a besarme y sacó mi remera de un tirón. Me miró con completa lujuria en sus ojos, y levantó un poco mi sostén para dejar mis pechos al descubierto. Atacó estos, lamiendo mis pezones hasta dejarlos erectos. Acomodó mi sostén nuevamente, bajó sus besos por mi abdomen y luego por mi ombligo bajo. Me miró antes de bajar mi pantalón, y admiró mi ropa interior de encaje negro.
-¿Christopher puede hacerte esto?- Me miró entrecerrando sus ojos y pasó una mano por mi feminidad sacándome un suspiro. Se pegó a mi cuerpo y miró fijamente mi rostro para sonreír por cada acción mía. Metió su mano por mis bragas y acarició mi clítoris. Cerré mis ojos ante su tacto, y comencé a sentir la erección de Richard en mis muslos interiores, cosa que repartió escalofríos por todo mi cuerpo. Metió un dedo en mí y mordí mi labio inferior conteniéndome a gemir -No te calles princesa...- Pasó un dedo por mis labios haciendo que los soltase, y aceleró sus movimientos. Apreté el suave almohadón que se encontraba a mi lado, y mis paredes comenzaron a contraerse de una forma lenta. Richard al notarlo, sacó sus dedos limpiándolos en otro almohadón que se encontraba cerca, y acercó su rostro a mi feminidad.
Pasó su lengua por toda mi entrada y llevé mis manos a su cabello para acariciarlo y tironearlo un poco. Su boca hacía realmente magia, y en poco tiempo acabé con un gemido más alto de lo normal.
Sacó su mano que se encontraba en mis bragas, y llevó sus manos hacia los bolsillos de su pantalón.
En un rápido movimiento lo dejé debajo mío, haciendo que sonriera y acomodara sus manos en mi cintura. Se apoyó en el respaldar del sofá, y me facilitó el trabajo.
Se inclinó un poco hacia adelante para que pudiera sacarle su camiseta, y admiré su pecho. Besé cada zona de sus tatuajes sacándole más de un suspiro, y fui bajando mis besos por su abdomen, y luego por su ombligo bajo. Tal y como él hizo conmigo, lo miré antes de bajar su pantalón. Miré detenidamente su bóxer gris, y pasé una mano por su erección.
-Venus...- Gimió y relamí mis labios con una inocente sonrisa en mi rostro.
Bajé su bóxer, y en cuanto miré su miembro, mi feminidad comenzó a palpitar. Mordí mi labio inferior y lo tomé con mis manos. Lo masajeé un rato y me lo metí a la boca de una buena vez.
Trataba de hacer mis movimientos lentos, para que Richard pudiera disfrutar la sensación, pero las ganas me ganaron, por lo que comencé a acelerar las cosas, y en poco tiempo sentí un líquido escurrirse en mi boca. Me quedé quieta por un segundo saboreándolo, me armé de coraje y me lo tragué. No sabía tan mal como pensaba.
Quise subirme sobre él, pero antes de completar la acción, me dejó en cuatro sobre el sofá y metió dos dedos repentinamente en mí haciendo que gimiera. Los quitó rápidamente y se limpió otra vez en otro almohadón.
-¿Creíste que con esto iba a cambiar mi enojo?- Rió sarcásticamente -Tu castigo aún no ha terminado niña.
Mientras escuchaba el ruido de un paquete al abrirse (un preservativo) mordía mi labio inferior de tan solo imaginarme la sensación. Me penetró sin preocuparse en hacerlo lento, robándome un grito. Tomó mi cintura y dirigía mis movimientos, haciéndome sentir literalmente en el cielo.
-¿Vas a volver a hablar con Christopher?- Preguntó y estaba muy ocupada gimiendo como para responder, así que me dio una muy fuerte nalgada -¿Vas a volver a hablar con Christopher después de esto?- Repitió.
-No...- Susurré como pude y tomó mi cintura para hundirme más contra su miembro -¡No!- Sollocé y Richard aumentó sus movimientos. Dejé caer mi cabeza mientras cerraba fuertemente mis ojos sin poder contener mis gritos y gemidos. Sentía que me iba a quedar afónica en cualquier momento.
En poco tiempo sentí un líquido correr por el condón, y con un par de embestidas más, obtuve mi querido orgasmo. Me tumbé al lado de Richard y nos quedamos en silencio tratando de regular nuestras respiraciones. Mi entrepierna me dolía, y sentía cansancio en mis piernas como si hubiese corrido kilómetros y kilómetros sin parar.
-¿Han terminado?- Preguntó Erick golpeando la puerta del camarín -Oigan quiero mi celular.
-Espera niño, cosas de grandes- Contestó Richard y reí.
Nos vestimos y salimos justo a tiempo antes de que Renato nos haya visto salir.
-Aquí estás Richard, ¿dónde te habías metido?- Chasqueó la lengua -En diez minutos suben.
Richard se dio vuelta y me miró.
-Suerte amor- Tomé su nuca y lo besé apasionadamente. Me tomó de la cintura y me pegó más a su cuerpo.
-Y espero que esta vez si me obedezcas- Me nalgueó suavemente y mordí mi labio inferior mientras sonreía.
-Claro- Besó mi mejilla y se acercó un poco más a las escaleras mientras movía mi cuello de un lado a otro al igual que sus manos, para espantar los nervios -Chris- Tomé su mano y Richard se dio vuelta rápidamente, pero ignoré su mirada -Suerte- Le sonreí.
-Gracias linda- Me abrazó y miré a Richard, que moduló un simple "Extrañarás caminar".