Ana se acercó peligrosamente a Erick y comenzó a bailar muy pegada a él.
Suspiré y corrí mi vista. No te preocupes Azul, es solo trabajo. No recordaba que estuviese planeado, pero seguramente no había escuchado bien las indicaciones del director.
Volví mi vista, y Ana se dio media vuelta y comenzó a refregarse contra Erick, mientras él solo cantaba mirando a la cámara.
Sin que nadie se diera cuenta, me alejé lentamente hasta salir del edificio donde se grababa el video musical de "Ahora lloras tú".
Cerré los ojos y moví mi cuello de un lado para el otro, tratando de no ser una típica novia tóxica, pero realmente me enfadaba y no servía de nada tratar de engañar a mi mente. Yo sabía que ese baile pasado de tono entre Ana y Erick no estaba planeado. Minutos después de calmarme, volví al edificio.
...
Una vez que terminaron, todos se fueron hacia el restaurante que se encontraba en la otra calle del edificio, incluida Ana, por lo que no se me apetecía quedarme, y menos a ver cómo le coqueteaba a MI novio.
-¿No te quedas bella?- Chris pasó un brazo por mis hombros en cuanto cambié la dirección de mi camino, hacia mi casa, donde mis padres todavía no habrían llegado de su viaje de negocios.
-No me siento muy bien- Hice una mueca para convencerlo -Pero disfruten ustedes que pueden- Dejé un beso en su mejilla -Nos vemos luego.
-Adiós niña- Oí su voz antes de que se perdiera por entre el bullicio de la gente que se encontraba en el restaurante.
Recorrí un par de calles tratando de sacar los malos pensamientos de mi cabeza, hasta que alguien tomó mi brazo.
-Gracias por decirme que te irías- Erick tomó mi mano y comenzó a caminar junto a mí -¿Te encuentras bien?- Asentí mirando un vestido corto y negro por una vitrina para no tener que mirarlo a él.
Caminamos en silencio un par de calles más, Erick sacó su celular y comenzó a grabar historias de Instagram.
-Aquí la señorita no me habla, no se que le pasa- Me enfocó y tapé la cámara del celular con mi mano.
-Ya Erick- Comenté con vergüenza mientras sentía mi cara ardiendo.
-Ey- Sonrió, pero al ver que yo no lo hacía, tomó mi mano, se detuvo e hizo que me apoyara en la pared de una casa -A ver...- Suspiró -¿Qué sucede?
-Nada- Quise seguir caminando, pero volvió a colocarme contra la pared y presionó su cuerpo contra el mío -No me pasa nada Erick, suéltame- Pedí sin mirarlo.
-Azul...- Tomó mi mentón y me obligó a que lo mirara -Eres muy mala para mentir, ¿lo sabes?
-Ya déjame- Luego de luchar unos minutos, terminé rindiendome. Miré sus claros y hermosos ojos, y acarició mi mejilla con la parte dorsal de su mano.
-¿Qué sucede amor?- Susurró y me besó lentamente.
-Estoy cansada- Escondí mi cara en su pecho.
-¿Cansada o celosa?- Preguntó quizás advirtiendo algunas de mis reacciones -Mira bebé... Tú eres la única mujer en mi vida, tú eres la que amo y con la que deseo formar una familia algún día, nunca voy a cambiarte por Ana, ella solo es una compañera de trabajo- Se encogió de hombros -Tú eres la que me importa, y tienes razón en enojarte y reclamarme, debí haber negado ese beso, lo siento...
-¿Beso?- Pregunté confundida y tragué saliva.
-Luego de que Ana se me acercara, el director cortó y propuso un beso entre nosotros, "porque había visto química"- Hizo comillas con sus dedos.
-Había salido a... tomar aire en ese momento- Dije con mi vista baja.
-Sé que debí haberlo negado, pero tampoco lo acepté, ella me tomó desprevenido- Tomó mis manos y lo miré mordiendo mi labio inferior -Tienes que creerme...
-Y lo hago Erick- Respondí e instantáneamente me besó.
...
-Erick- Gemí cuando llegué al orgasmo. Apreté las sábanas fuertemente mientras sentía un líquido desplazarse dentro del condón. Erick me besó muy lentamente atrapando mi labio inferior, y se sacó el preservativo. Le hizo un nudo, y lo dejó en la mesa de noche, prometiendo tirarlo luego. Nos pusimos nuestra ropa interior y volvimos a la cama.
Apoyé mi cabeza en su pecho mientras tratábamos de regular nuestras respiraciones, y comenzó a acariciar mi espalda suavemente con las yemas de sus dedos.
-Si así es como vamos a terminar siempre, me pondré celosa más seguido- Opiné haciendo que riera -Oye...- Apoyé mis codos en la cama -Lo siento...- Dibujé formas invisibles con mi dedo en su pecho para evitar mirarlo.
-¿Y lo sientes por qué?- Preguntó confundido.
-Sé que celarte por Ana es demasiado ridículo, y confío en ti cuando tú me dices que solo es trabajo para ti, pero aún así no puedo evitar ponerme celosa...- Suspiré y bajé mi vista -Soy una estúpida.
-Ey- Dijo bruscamente, a lo que lo miré -No quiero escuchar jamás que te trates de esa forma...- Volví a bajar mi vista arrepentida -La culpa fue mía amor, tú no tienes de qué ser culpable, yo en tu lugar hubiese hecho lo mismo y más.
-Me siento mal de verdad...- Dije y comenzó a reírse -¿Qué ocurre?- Pregunté mientras me contagiaba una sonrisa.
-Es que eres demasiado tierna- Dijo todavía sin parar de reírse.
-Cállate- Rodé los ojos con mi cara ardiendo de la vergüenza.
Tomó mi mentón para acercarme a él y besarme de forma inesperada. Sus labios eran gruesos y suaves, y tenían sabor a menta.
Sonreí entre el beso y me acurruqué en su pecho. Me envolvió con sus brazos, y mientras repartía dulces caricias en mi pelo y suavemente me cantaba al oído, ypoco a poco fui quedándome dormida.
