El chico de cejas espesas y cabello negro observó al chico castaño que se posicionaba enfrente suyo con una sonrisa ladeada que parecía muy complacida de encontrar algo que ya tenía planeando que sucediera.
—¿Qué tal te trata la vida, lobo amargado?—preguntó burlón ganándose una mala mirada del chico oscuro.
Pero antes de que Derek pudiera atacar, Erica se interpuso entre su alfa y el casi lobo omega. Stiles se relajo notablemente acariciando el cuello de la chica con sus manos, sus dedos se enredaron dulcemente en un pedido silencioso que sorprendió a Derek que miraba todo. Su madre los hubiera hecho retroceder con un potente rugido y una mala mirada con ojos Alpha.
—Erica, cariño hemos hablado de esto—susurro por lo bajo con tono comprensivo.
—¡Pero Alfa..!
—Pero nada catwoman.
El puchero infantil de la rubia fue apagado rápidamente cuando las garras de la mujer lobo regresaron a su lugar. Un olor picante, fuera de lo normal le llamó la atención llevándola fuera de la casa vieja y casi en ruina. Boyd esperaba ha Stiles mientras ella revisaba el perímetro. El chico había pedido la mordida y prometido esperar mientras ellos regresaban. Pero Stiles se había negado rotundamente, algo sobre no estar cuando su beta humano deja de serlo y sobre lo tonto que sería dejar solo a sus lobos por el cambio fue apenas entendible entre sus divagaciones.
Se había alegrado que Stiles no lo dejara pasar todo por el solo, tampoco que le dejara acostumbrarse a sus sentidos y que posiblemente entrará en pánico al no tener a alguno cerca para hacer que su mente se relaje.—Se que estas pasando por malos momentos, Derek—se acercó calmado para no asustar al hombre—por eso estoy aquí. Eres el sobrino de mi pareja y por lo tanto mi sobrino ahora—se detuvo cuando él gruñido casi animal del antes beta le aseguro que no le quedaba mucho tiempo—somos familia, manada y por eso estoy aquí.
Derek dejo de escuchar para lanzarse con su turno beta en la superficie, las garras afiladas apenas y tocaron a Stiles que retrocedió sin tocar al chico. Antes de que pudiera decir algo, alejo al hombre lobo de Boyd. Aún le preocupaba la seguridad de su manada.
—Derek, reacciona—grito sin inmutarse mucho, simplemente retrocedió esquivando los ataques de las garras que resultarían mortales para cualquiera que no fuera un lobo.
Stiles miró hacia Boyd antes de soltar un ahogado: "lo siento, lo siento tanto" y darle un golpe impresionante al chico de anchos hombros. Simplemente suspiro cuando el de cabello negro retrocedió un par de pasos aturdido. Su parte más salvaje estaba reclamando sangre, y Stiles no quería hacer lo que estaba ha punto de tener lugar en la vieja casa.
—Lo siento, perdoname Derek—suplico dándole otro golpe en la nariz al mayor.
Boyd trago visiblemente sorprendido. Su alfa estaba rogando perdón, aunque sabía que era necesario. Aquello le enternecio, Stiles nunca lastimaria a quienes consideraba manada, por más enojado que estuviera. Porque habían hablado de Peter, les había contado todo lo sucedido y como aseguraba que el hombre mayor no era una mala persona. Tal vez sarcástico y un poco gilipollas. Pero nada realmente grave. Aterrador y egocéntrico también entraban en la descripción del chico de lunares.
Stiles se fastidio y se enojo de manera notable cuando Derek pensó en acercarse hacia Boyd.
—No toques a mi beta—gruñó tomando al lobo mayor de la chaqueta.
Sin saber cómo es que un hombre lobo recién mordido pudo someter a Derek Hale, Boyd se quedó quieto observando. Se sosprendio un poco cuando Stiles gruñó posesivamente mostrando los dientes, las garras desgarraron con facilidad la delgada piel entre los dedos del chico. Los ojos color whisky brillaron de un rojo intenso que consiguió al chico moreno conteniendo el aliento. No sabe en qué momento se maravillo ante el destello de poder bruto, mirar como el alfa, su alfa golpeaba el rostro de Derek Hale fue sorprendente. El chico era escuálido y menos impresionante de lo pensado. Pero era ágil e inteligente, había terminado por arrastrar al lobo por el suelo, con la sangre goteando por su nariz. El chico estaba lleno de sangre, pero no parecía ser suya. Mientras que el Hale intentaba llegar al cuello del otro, este ya no aguanto y gruñó de manera amenazadora consiguiendo que el hombre indefenso intentará salir de su agarre.
Pero no lo permitió, sujeto la chaqueta de cuero con fuerza y le gruñó a la cara, con los ojos brillando aún más rojos si eso era posible.
—¿Cómo hiciste eso?—preguntó sorprendido cuando el de cabello negro al fin ladeo la cabeza sumisamente.
—Soy el alfa—sonrió triunfante—¿Y Erica?—la preocupación en su voz se filtro.
Pero la rubia le habló desde la entrada de la casa, su risa peculiar llamó la atención del chico de lunares. Que sólo sonrió tranquilo antes de tomar al hombre como un saco de papas.
—Ve con ella, creo que va ha necesitar ayuda—arrugó la nariz al reconocer un olor extra que sólo le conseguía de mal humor—y si pueden sacar a esa cazadora de aquí, me sentiría aún mejor.
Boyd solo rodó los ojos con diversión. Sabía que Stiles estaba enojado, pero la risa detrás de la pronunciación despectiva del apodo de Allison le hacía dudar si realmente estaba enojado con la chica o solo era el olor que estaba molestándolo de sobre manera. Pero aún así asintió sabiendo que el chico nunca lastimaria al otro lobo. Salió para encontrarse la escena más extraña de todas. Erica estaba mirando a la chica Arget de arriba hacia abajo mientras Lydia era ocultada con el cuerpo de la rubia. Jackson se encontraba a un costado junto a Danny que parecía molesto. Miró a la mujer loba con una clara pregunta muda siendo expuesta en su rostro.
—Argent ha venido a decirle a Lydia que no necesita la ayuda de Stiles—contestó sin apartar la mirada de la que consideraba su enemigo.
Los pasos que vinieron de la casa pusieron a casi todos alertas. Pero Allison estuvo tentada ha reclamar cuando la voz fuerte y clara de Stilinski rompió el silencio.
—Sí, sí la necesita Argent—los tenis rojos alzaron tierra del viejo bosque ante cada paso—además de que eso es algo que Lydia decidirá. Al igual que Jackson y Danny.
—¿Qué te está dando Derek para hacer esto, Stiles?—grito la castaña dándole una mala mirada—¿te prometió la mordida?
—la risa rompió el aire y las largas extremidades se retorcieron al ritmo de esta—pobre e ilusa Argent, no necesito la mordida—levanto el rostro mostrando los ojos rojos—soy el alfa y tu estas en mi territorio. Ahora será mejor que te vayas.
La adolescente contuvo un gemido, y camino lentamente hasta su carro sin apartar la mirada del chico de lunares. Se sentía plenamente amenazada.
—¿Y bien aún quieres mi ayuda?
Ante la pregunta todos salieron de su sorpresa y Lydia fue la primera en querer saber exactamente qué estaba ocurriendo.
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El Alfa
FantasiaStiles acepto la mordida que le ofreció Peter. Algo en su pecho se aceleraba con tal potencia que parecía estarle dando un ataque al corazón de solo pensar en no tener al hombre lobo cerca. Pero Derek termino arruinando todo al arrancarle la gargan...