17.5 Despedida de solteros

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Mayo, un jueves antes de la boda.

La sonrisa de Kongphob podría durarle varios días. Una cena tranquila como en los viejos tiempos, su comida sosa y simple, un enorme vaso de leche rosa e interminables anécdotas de sus años universitarios. Pasaron un rato agradable, olvidando que era el centro de atención. Durante la comida Kong no dejo de llamar al mayor Ai-oon, logrando que Arthit se atragantara un par de veces y que sus mejillas estuvieran rojas todo el tiempo. De camino al bar de Brigth Kongphob no dejaba de sonreír y llamar a su prometido sin razón aparente, recordaba lo que había pasado en la cena:

Horas antes
-Kong..- bebió agua y trago fuerte, estaba listo para decirlo -Kongphob...- respiro profundamente -Kong..- 

-Si,  Ai-oon...- esa sonrisa amplia y brillante, esos hermosos ojos llenos de luz, decir lo que tenia que decir era mas vergonzoso que pedirle a su prometido que jugaran fútbol.

-Kong... Kongphob- suspiro, -llevamos mas de cuatro años juntos y...- Arthit parecía algo pálido a pesar del rosa intenso en sus mejillas.

De pronto los ojitos de Kong se apagaron. Quizas...

-P'Arthit...- el joven no quería escuchar malas noticias, su corazón estaba que se le salia del pecho y ahora podía romperse en pedazos.

-Kongphob, espera... me cuesta mucho decir las cosas, por favor- respiro de nuevo, levanto la mirada -creo que hemos pasado muchas cosas juntos, y que bueno, vamos a casarnos...- Kong volvió a sonreír, Arthit no se estaba arrepintiendo 

-P'Arthit...- coloco su mano sobre la mano de Arthit, para mostrarle su apoyo.

-Kong, nos conocemos bien el uno al otro, defectos, virtudes, -apretó la mano de su prometido para que este no le interrumpiera de nuevo -sabes que me molesto fácilmente, me despierto tarde cada vez que puedo, no soy muy romántico...

Las palabras del mayor resonaban en su cabeza, como aquellas palabras que le dijo en el puente Rama VIII cuando lo beso por primera vez.

-y sé, que eres demasiado ordenado, ere como una alondra mañanera, te gusta la comida sosa, eres infantil, y muy terco y que... a pesar de todo, me gustas así como eres.- Arthit apretó los labios, sentía vergüenza, pocas veces le podía decir esas cosas a Kong -y creo que, bueno yo creo que... después de tanto tiempo, me gusta que digas solo mi nombre sin honoríficos, y extraño cuando no me llamas Ai-oon.. 



ARTHIT

Todo el camino hasta el bar de P'Brigth, Kong no había dejado de sonreír, no solo por el detalle tan cursi del ramo de rosas que ahora estaba en el asiento de atrás. Arthit había amenazado con castigarle de nuevo si no dejaba de decir su nombre sin motivo.

La fiesta dentro del bar parecía haber empezado sin ellos, la música ensordecía a los invitados, las bebidas circulaban por cada rincón, todos los invitados estaban ya presentes, cuando Arthit y Kongphob entraron al local globos de colores volaron por todo el lugar. Antes de que pudieran decir algo, las luces del bar se apagaron oscureciendo por completo la pista improvisada en la que se escuchaban risas nerviosas. la música empezó a sonar a todo volumen y la pista se ilumino dejando ver a un grupo de hombre con atuendos extraños, intentando bailar una canción cliché.

Todos parecían disfrutar de la coreografía improvisada que presentaban Brigth, Prem, Knott y Tutah, sobre todo cuando los chicos imitaban la coreografía original e incluso se desprendían de sus prendas. La cara de Arthit era una mezcla extraña entre ira, conmoción y vergüenza ajena, no apartó la vista de sus amigos a los que quería matar sobre todo cuando Brigth le lanzó su camisa a la cara.

SOTUS XX. El difícil camino hacia el altar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora