Mayo, 10 días para la boda.
KONGPHOB
72 horas sin sexo, solo 3 días y Kongphob se estaba poniendo nervioso, no porque necesitara tocar (manosear, agasajar) a su P'Ai'Oon, lo que lo ponía realmente nervioso es que la chica japonesa no se le despegaba a su prometido. Siempre tenía una excusa para colgarse del brazo de Arthit, y aunque este trataba de alejarla amablemente ella se mantenía firme.
Se había golpeado la rodilla tres veces en el día, y aun no llegaba la hora del almuerzo. Quizás era la falta de sexo, quizás solo le hacia falta abrazar al sol, o tal vez era la bruja japonesa que ahora estaba sentada junto a Arthit en la reunión administrativa varios pisos sobre el área de producción; era eso, o la cantidad ridícula de reporteros fuera de la empresa que los esperaban para entrevistarlos.
Hacia algunos meses Arthit y el había dado una entrevista en la universidad, a una escritora de novelas románticas, la novela acababa de estrenarse hacia unos días, todos sus amigos y conocidos había conseguido una copia y no dejaban de hacerles bromas al respecto.
Recargo la cabeza sobre el escritorio, estaba cansado y ansioso; cansado, quería dormir abrazando a su sol, aunque podían pasar algunos días lejos del otro, como cuando el mayor se fue de viaje de trabajo, era muy diferente a tener que compartir la cama con el y no poder abrazarlo. Ansioso, Arthit le había prohibido acumular recompensas, y escondido la caja que donde las guardaba, irónicamente bajo la promesa de una recompensa interesante para su luna de miel: Kongphob podría conocer la colección de juguetes de Arthit.
-Nong Kong....- P'Cherry estaba frente a el con una enorme sonrisa, seguramente le preguntaría nuevamente sobre la ropa que debería llevar a la boda. -¿rosa o azul? mi novio y yo llevaremos atuendos de pareja pero no sabemos que colores usar, no queramos empacarlos....
-eh?- últimamente no tenía cabeza para nada relacionado con la boda del siglo, según los periódicos, ¿acaso se casaba un príncipe? -P' usa lo que te quede mejor...
-pero quiero saber de que color será su traje para no usar el mismo...- P'Cherry intentaba obtener cualquier detalle de la ceremonia, algo que no supieran ya los medio Tailandeses.
Sinceramente, Kong se había probado tantos trajes, tantos estilos y colores diferentes que no estaba seguro cual de todos había elegido las damas de la familia. Si, su madre y su suegra se encargaban de cada detalle, el creía que exageraban, ni el, ni Arthit tenía idea de qué flores había elegido, desconocían los detalles de la ceremonia, a lo mucho sabia que la lista de invitados era de mas de 500 personas. Empezaba a sentirse cansado, era vergonzoso enterarse de los detalles de su boda de la boca de sus amigos.
Si tan solo pudiera abrazar a su Sol toda la noche, el podría soportar tanto estrés pre nupcial. -¡ah! ¡mie...!- Un dolor agudo y punzante le trajo de vuelta a la realidad.
ARTHIT
Faltaba una semana para la boda del siglo en el país, los periódicos hablaban de la feliz pareja en cada edición, Arthit sentía a las personas a su alrededor mirarle con atención y hasta podía escuchar esa risita nerviosa seguida de un grito eufórico y el flash de las cámaras. El mayor estaba listo para huir con su nong a Las Vegas, todo eso de la boda se estaba saliendo de control, si no fuera por su suegra y su madre que parecían muy emocionadas el ya estaría de viaje con Kong. Sinceramente, el prefería una boda sencilla e intima como la habían planeado con el menor, la playa tranquila, sus amigos y sus familias, buena comida y música tranquila, lejos de todo ese circo mediático al que se tenía que enfrentar ahora. Todo eso, sin contar a la chica japonesa que no se le despegaba, Arthit de verdad quería huir, regresar a su vida tranquila y simple, como la comida de Kongphob.
Kongphob... ¿qué estaría haciendo su nong en ese momento? Justo en medio de la reunión para un nuevo producto Arthit estaba pensando en Kongphob, quizás por que llevaba demasiado tiempo sin intimar o quizás por que necesitaba distraer su mente y no pensar en la tipa que colaba su mano sobre su rodilla.
Brinco en su asiento cuando sonó su teléfono llamando la atención de todos, sutilmente giro su silla y dio la espalda a los asistentes. Lo que escucho al teléfono lo hizo ponerse de pie inmediatamente, aunque P'Cherry estaba gritando alterado, Arthit había escuchado lo suficiente como para salir corriendo.
Unos segundos mas tarde el teléfono del presidente de Ocean's Electric sonaba informándole de un pequeño accidente en el área de producción.
-Kongphob!- grito casi sin aliento en cuanto llego al área de producción, reviso detalladamente el estado de su prometido, tenía un pequeño moretón en la frente, la mano derecha hinchada y casi amoratada, y un enorme corte en la izquierda sobre la rodilla. Arthit lo abrazó con fuerza y suspiro, Kong estaba a salvo, herido, pero a salvo.
Arthit no se separó de su lado ni siquiera cuando los paramédicos arribaron a la escena, no soltó su mano ni un solo momento, menos cuando subieron a la ambulancia. La herida de la pierna no era grave pero Kong necesitaba sutura, algunas inyecciones y medicamentos.
Para la prensa que acampaba en el estacionamiento de Ocean's Electric el incidente no paso desapercibido. El hospital estaba siendo invadido por reporteros. La casa de los Suttiluk tampoco era una opción. Mientras Em conducía el auto de la pareja por el frente del hospital despistando a la prensa, Knott los recogía en la puerta trasera del mismo para llevarlos a casa.
-Kongphob ¿como fue que te lastimaste?- Knott sabia lo mismo que decían las noticias, "el heredero de Grupo Siam Polimer tuvo un accidente laboral y estaba en el hospital, al escuchar aquellos todos sus amigos y familiares había intentado comunicarse con ellos alarmados y preocupados, los padres de Kong regresaban inmediatamente de su luna de miel número "a quién le interesa" para cuidar a su hijo.
-estaba algo distraído, no me di cuenta que las piezas estaban mal acomodadas- las mismas cajas con las que se había golpeado tres veces antes, solo que la ultima vez, a las cajas se les había agregado piezas metálicas afiladas.
-¿a si que la abstinencia es peligrosa?- P'Brigth iba en el auto con ellos y no dejo pasar la oportunidad de burlarse de la pareja, incluso cuando se gano un fuerte golpe en la cabeza por parte de Arthit.
-yo solo digo que no deben perder el tiempo y ¡auch!- ahora era Knott quien golpeaba al parlanchin. Arthit tenía la cabeza recargado sobre el hombro de Kong y sus manos seguían unidas, podían verse algunas lagrimitas en sus ojos hinchados; el más joven disfrutaba del contacto cálido, una lastima que tuviera que pasar así, pero ahora ya lo tenía bien pensado y lo había decidido así.
-P'Arthit...
-Kongphob...
Ambos pronunciaron el nombre del otro al mismo tiempo quedando las palabras ahogadas en sus gargantas.
-¡Ay! son tan lindos...- sonrieron nerviosos recordando que no estaban solos, cuando llagaran a casa tendrían que hablar seriamente.
Editado: línea temporal
ESTÁS LEYENDO
SOTUS XX. El difícil camino hacia el altar.
Hayran KurguSegunda parte de SOTUS X. Kongphob aún no tiene el consentimiento de su suegro para casarse con Arthit, su madre y su suegra planean la boda del siglo donde ni el ni su prometido han podido opinar. Su padre espera poder robarse a Arthit para que tra...