La soledad siempre fue mi morada, algunos amigos si pero nada real, solo conocidos. Una noche cambio mucho mi existencia totalmente, un chico, un bar, un callejón y la Luna fue testigo del comienzo de mi eternidad, yo soy la novia del vampiro y es...
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P.O.V: Liam
Este Reino era realmente encantador, estaba plagado de especies sobrenaturales en su mayoría de sangre demoníaca es cierto pero no le quitaba su encanto, era finales de otoño, llegando el invierno cuando llegue hasta acá con toda mi guardia personal que no eran más que mis ángeles de confianza
Las hojas de un color naranja y café se veían hermosas decorando los árboles o cayendo y amontonadas en pilas, por lo que sabía era una época de festivales y era gratificante ver la alegría por todos lados
Como el Arcángel más noble entre mis hermanos sentía fascinación por ver a cualquier ser vivo feliz de una manera sana y era por lo mismo que me había enamorado de la bebé a mi cargo, desarrolle sentimientos humanos y eso me llevo a amar hasta su respirar.
Desde niña unos hermosos ojos mieles adornaban un bello rostro angelical, ella era poderosa incluso sin saber su verdadero yo interior, era de una manera muy pura, en verdad era un ángel cercano a mi puesto y poder, un ángel que habían creado y dejado ir sin memorias para contener el poder demoníaco avallasador de la segunda alma en el cuerpo y de paso un gran poder destructivo.
Aún sabiendo todo eso la adore desde el primer momento que sus ojos mieles casi achocolatados me vieron, siendo ella un pequeño bebé sus risas juguetonas al hacerle señas divertidas alegraba mi alma.
Pero al ir creciendo perdió ese sentido de poder verme aún así siempre la cuide de su torpeza humana. Mi vida siendo su ángel guardián fue feliz hasta que llegó aquel demonio
Era su cumpleaños número 18 cuando ella había decidido ir a festejar con sus amigos mala junta, fueron a una discoteca a bailar, lo peor es que yo jamás podría interferir en sus decisiones así que la vi tomar su primer shot y muchos más después, en ese momento alguien cerca ( que no detecte ya que oculto su presencia ) pudo oler el aroma dulce de su sangre y como abeja a polen llegó hasta ella.
Lo vi llegar tras su espalda y acariciar sus hombros, ella asustada se giró y dio dos pasos hacia atrás. Por mi lado yo desenfunde mi espada, nadie podía verme pero estaba seguro que él podría sentir el filo de mi arma cortar su garganta.
Pero solo fue que aquel demonio viera a los ojos de ella para darse cuenta que dentro suyo estaba esa alma gemela que tanto buscaba, quise maldecir al notarlo, eso solo significaba que ahora no se querría despegar de ella para nada del mundo.
En ese entonces solamente le borro la memoria de ese corto lapso de tiempo en que se conocieron, al día siguiente mientras la cuidaba sentado a su lado en una parada de bus él también llegó, revele mi presencia a él y pudo verme, me miro al principio con confusión
- Tú....que haces aquí? Primero mi bella esposa y ahora hasta su reencarnación? - pregunta agresivo alzando una ceja de pie y de brazos cruzados recostado en el poste
- No te creas tan importante Vladimir, si cuide con celo de tu esposa es porque era mi hermana y ella es porque... - suspiré como tonto mirándola fijamente mientras ella con ojos curiosos analizaba su nueva parada
