La soledad siempre fue mi morada, algunos amigos si pero nada real, solo conocidos. Una noche cambio mucho mi existencia totalmente, un chico, un bar, un callejón y la Luna fue testigo del comienzo de mi eternidad, yo soy la novia del vampiro y es...
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P.O.V: Katherine
Cuando desperté ya era de mañana al parecer, me gire hacia el lado de la cama de Vlad y no había nadie, pero lo peor...ni siquiera estaba destendida, suspiré pesadamente sin querer imaginarme lo peor pero vino a mi mente la imagen de anoche y con ella el recuerdo de el cuervo, preferí concentrarme en eso, miré detenidamente la silla y no lo ví en su cama
Con pesar me levanté de la cama y acomode mi cabello, en ese instante entró volando por la ventana el cuervo y se posó en mi hombro
- Buenos días amiguito, parece que eres el único que no me ha dejado sola he - le dije acariciando su cabeza, este se dejó hacer y luego voló hasta el borde del espejo de mi peinadora desde el cual me observaba, le dedique una sonrisa y pase hacia el armario
Hoy también entrenaría pero solo medio día así que saque mi ropa de entrenamiento y la coloque sobre la cama, luego me dirigí al baño al igual que el cuervo quien se posó en el borde de la tina, se me hacía raro que me cuidará tanto pero no le preste mucha atención, me despoje de mi ropa y me metí a la tina que había llenado previamente con escencia de Bungavilia, mi flor favorita en aroma. También sobre la espuma agregué algunos pétalos de aquella flor color rojo sangre
- Me preguntó porque será que me cuidas tanto he amiguito - le digo al cuervo el cual solo giró un poco su cabeza observándose
Volví mi atención al baño que me estaba dando y lave mi cuerpo con tranquilidad, aunque en mi mente había un tormenta de pensamientos y en mi corazón de emociones
Sentía tristeza, desilusión y rabia al mismo tiempo que las imágenes de anoche pasaban por mi mente, no sabía cuánto tiempo llevaba allí pero hasta la espuma se había dispado.
"Que te tiene tan intranquila Katherina?"
Escuché que me preguntó una varonil y suave voz en mi mente, una voz que me hizo entrar en un trance de tranquilidad mientras me hundía en el agua
"Todo lo que está pasando, esta situación, todas estas cosas nuevas. Me siento abrumada y sin saber qué hacer"
Respondí con frustración de igual manera en mi mente, no sabía porque pero sentía confianza hacia aquella voz
"No desesperes Katherina, todo se aclarara con el tiempo, te vienen tiempos difíciles pero sabrás afrontarlos con sabiduría, un don que pronto entenderás"
Aquella voz me transmitía una calma indescriptible, así mismo me llevo hacia mis más viejos recuerdos donde el rostro de mi padre aparecía, justo cuando me dijo aquella frase antes de morir:
"Katherina, eres más brillante que una estrella, más fuerte que el vibranium, más hermosa que una galaxia y más sabía que un elefante, úsalo a tu favor y jamás dejes que tú corazón se oscurezca"
