La soledad siempre fue mi morada, algunos amigos si pero nada real, solo conocidos. Una noche cambio mucho mi existencia totalmente, un chico, un bar, un callejón y la Luna fue testigo del comienzo de mi eternidad, yo soy la novia del vampiro y es...
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P.O.V: Liam
Dos semanas en los que Kate aún no despierta, puedo ver un ligero bulto casi imperceptible en su vientre, me preocupa eso. Para una humana debería pasar más tiempo para mostrar esa señal que en ella era más que evidente.
Estoy desesperado por saber de qué se trata esto, al perder la mitad de mi, pierdo la capacidad de recordar la mayoría de cosas que aprendí en el cielo. Recuerdos que están sellados y ahora me servirían, solo me queda llamarlo a él pero no sé si sea buena idea.
La respiración de Kate es apresurada hasta que la estrecho en mis brazos estando recostado a su lado, solo así su respiración se calma por un intervalo de 3 horas si me alejo de ella.
No lo entiendo sinceramente pero tampoco lo cuestionó, según recuerdo la presencia de un ángel es capaz de apaciguar hasta el más indomable corazón. Lo que si podía era sentir a aquella vida crecer en su vientre, crecía a pasos apresurados y al parecer se alimentaba de magia porque entre más dormía Kate más iban desapareciendo los rastros de su magia blanca en ella.
Su vestido paso a ser negro y su cabello poco a poco dejó de ser blanco hasta ser cenizo y por lo que veía pronto sería negro de nuevo. Estaba tan metido en mis cavilaciones que me percate que Kate al fin había despertado al moverse entre mis brazos.
- Por Yahveh! Que alegría que estés despierta - susurré aliviado mientras ella se tallaba los ojos como recién levantada de una corta siesta
- Ni que estuviese resucitando, Liam - respondió de manera jovial con la voz ronca
- Pues pareciese que si, dormiste lo suficiente para pensar que moriste - reí ya recuperando mi buen humor al por fin verla despierta
- Mmm? Dormida... - murmuró confundida y su expresión adormilada paso a una de alerta en segundos, mismos en los que se separó de mi hasta la otra esquina de la habitación protegiendo su vientre - Yo....que hago aquí?
- Kate tranquilizate - dije con voz calmada - soy yo, no tienes que ponerte así - levante las manos en señal de paz acercándome con lentitud
Pero el cuerpo le pasó factura de su levantar tan pronto, sus rodillas flaquearon al tiempo que colocaba su mano en su cabeza. Gracias a mi rapidez la atrapé antes de que cayera al suelo. La cargué hasta que nos sentamos en la cama con ella aún en mis brazos acurrucada y su cabeza en mi pecho
- Que paso Liam? Porque estoy aquí contigo? - por su expresión deduje que no recordaba nada aún, quise mentirle pero no estaba en mi naturaleza mentir y menos cuando decía toda la verdad al intentarlo
- Por alguna razón que desconozco tu poder despertó y estaba menguando a cada demonio en el castillo, el pueblo y el bosque, yo sentí el poder y vine de inmediato. Cuando llegue estabas en la habitación de Vlad, pensé que él te había hecho algún daño
<<Luego sentí a tu bebé en tu vientre y mi instinto de protegerte fue mayor por lo que te traje conmigo hasta aquí >>
Al terminar de hablar pude ver la expresión ida de Kate con una mano aferraba mi camisa y con la otra acariciaba su vientre
