La soledad siempre fue mi morada, algunos amigos si pero nada real, solo conocidos. Una noche cambio mucho mi existencia totalmente, un chico, un bar, un callejón y la Luna fue testigo del comienzo de mi eternidad, yo soy la novia del vampiro y es...
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Anteriormente en La novia del vampiro...
"Cariño, lamento no estar aquí como te dije que estaría pero surgió un problema que necesitaba de mi atención, volveré para el anochecer y pasaré toda la noche y el siguiente día junto contigo
Con todo mi amor y siempre tuyo
Vlad"
Suspiré al terminar de leer la nota, la dejé sobre la mesa y entonces algo pasó a una impresionante velocidad frente a mi, enseguida me puse en alerta pero no lograba ver a nadie cerca
-Parece algo melancólica Majestad....
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-Parece algo melancólica Majestad - dijo una misteriosa voz proveniente de algún lado
-Quien es? Quien se oculta como cobarde entre las sombras? - pregunte bastante molesta de que jugarán conmigo de esa manera
-Cobarde? Ese es un extraño concepto usado por alguien que constantemente se oculta tras la vaga excusa de que no sabe gobernar en vez de tomar cartas en el asunto en aprender - dijo aquella voz dejándome helada y molesta
-Tal vez tienes razón pero yo no soy más que una novicia aún, convertida hace poco y enterada de esto recien hace unos días - conteste cortante
-Es cierto....tal vez Vlad hizo mal en escogerte, eres solo una chiquilla asustadiza - dijo ya la voz con tono diferente, enseguida lo reconocí, era la voz de Nicolo
Entonces sentí una presencia tras mío, me gire y ahí estaba el imperturbable y con su mirada serena mirándome fijamente
-Es cierto, tal vez solo soy una chiquilla asustadiza pero soy la mujer que el escogió y estoy dispuesta a hacer valer su decisión y demostrarle que no se equivocó conmigo - respondí acercándome dos pasos a él quedando muy cerca de su rostro
-No podrás con el cargo pequeña - dijo sin perder la calma de su mirada acercándose más pero yo no me dejaría intimidar, algo cambio y entonces el sonrió de una manera que me hizo sonrojar y al mismo tiempo darme cuenta de la situación, mi corazón dió un vuelco, note la cercanía de ambos, su nariz rozaba un poco la mía, podía sentir su respiración mezclarse con la mía y su aroma inundando mis fosas nasales, me estaba empezando a perder en lo hipnótico de sus ojos y lo deliciosa que se sentía su cercanía generandome cierto cosquilleo en las puntas de los dedos de mis manos las cuales ansiaban tocarlo, baje la cabeza y suspiré tomando valentía y con mi fuerza de voluntad y me aleje dos pasos de él a una distancia prundente, había algo en él bastante hechizante que no tenía que ver con que me pareciera o no atractivo si no en él, algo que llevaba en su aura, un tipo de magnetismo del cual debía tener cuidado