La soledad siempre fue mi morada, algunos amigos si pero nada real, solo conocidos. Una noche cambio mucho mi existencia totalmente, un chico, un bar, un callejón y la Luna fue testigo del comienzo de mi eternidad, yo soy la novia del vampiro y es...
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P.O.V: Katherine
Me senté en la cama y solté un suspiro mirando a través de la ventana hacia el paisaje algo sombrío y nublado que ofrecía el lugar donde estábamos, no era que me molestará, es más me agradaba el ambiente que daba a todo pero mi suspiro era más para tomar valor y por fin salir de la cama, mire a donde se suponía debía estar Vlad pero sabía que no había venido a dormir en la noche pues se la había pasado en su despacho trabajando sobre varias cosas que había dejado pendientes al haberse tomado unas "vacaciones" en las cuales me encontró, me gustaba pensar que era mi esposo aunque apenas era mi prometido, había dicho que no fijaría fecha aún y menos con la amenaza de Diana cerca, pero por suerte al ser el gobernante nadie rechazaría su decisión de proclamarme su Reina, me levanté lentamente de la cama y me estiré por mera costumbre, me despoje de mi bata de dormir, la única prenda que llevaba encima y así camine hacia el baño siendo consciente de mis pensamientos nada más, que daban vueltas y vueltas en mi cabeza haciéndome sentir ligeramente mareada, llegué en poco tiempo y sumergida en mi mente como estaba me bañé y quite la exesiva humedad de mi cabello dejándo que se secara de forma natural, me cambie con uno de los tantos vestidos reales que habían allí, elegí uno muy suave de una tela ligera y casi tan suave como el terciopelo, el vestido era de color azul rey, sencillo sin ser esponjoso, por órdenes de Nosferatu llevaba puesta una sencilla pero linda corona dorada en mi cabeza con tres pequeños diamantes incrustados en ella, unas zapatillas negras, oculto bajo la falda llevaba unas medias de encaje color blanco las cuales en sus ataduras en ambas piernas dejaban un espacio para colocar en cada una una daga las cuales coloque allí, jamás se sabe cuándo y donde saldra el enemigo, además agradecía que el vestido tuviera una sutil división que me permitía acceder a la daga de la pierna derecha con facilidad, salí con mi capa blanca con detalles dorados en mi brazo, me dirigí hacia el despacho de Nosferatu y toque dos veces en la puerta asomada por ambas puestas abiertas de par en par
-Puedo pasar su majestad? - preguntó con una cálida sonrisa en mis labios
Él levantó la vista de sus papeles y me dejó ver una cansada pero dulce sonrisa en sus labios
-Mi Reina siempre tendrá el pase libre para cuando quiera entrar - respondió con su particular forma de hablar tan caballeroso, hipnótico y con ese tono seductor que me encantaba
Asentí y sonriendo entre, llegué a su lado y a mi paso dejé mi abrigo en uno de los muebles cercanos, me posicione atrás suyo
-Puedo saber en qué ha estado trabajando toda la noche cariño? - preguntó colocando mis manos sobre sus hombros y con gentileza empecé a hacerle un masaje allí
-Un caso especial aquí, el clan de los lobos del norte se lanzaron a atacar a uno de nuestros clanes en Rumanía - me señalo los lugares en el mapa extendido en la mesa - pero según los testimonios tomados fue en venganza porque los lobos habían matado a la hermana de uno de los vampiros del clan y estos en venganza habían lanzado un ataque quemando dos de sus cabañas - mire las fotos detenidamente donde se podía apreciar efectivamente dos cabañas quemadas pero ya en cenizas
