Capítulo 46

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Llegué a mí departamento luego de dos horas y media de viaje y treinta minutos en un taxi, como Laura dijo no estaría aquí y aproveché en armar un pequeño bolso con ropa deportiva en caso de necesitarla.

Me duche unos cinco minutos y tome mis llaves.

Mí corazón golpeaba contra mí pecho, estaba ansiosa, no era común.

Busque el lugar con la mirada, la dirección en el GPS y la voz del celular indicándome dónde estacionar, no ayudaba.

Baje el auto y mire alrededor, debía concentrarme.

Finalmente la vi, estaba sentada con su familia a un lado de las gradas, estaba feliz alentando a sus hermanos y a su padre que jugaban en la cancha.

Y luego estaba yo, mí mundo siempre fue muy diferente al suyo, ella tiene una familia feliz y unida en cambio yo vengo de una muy disfuncional familia que casi nunca tenía momentos felices, que podría aportar yo a su vida que no tenga ahora?

Solo iba a destruir todo eso con mí vida, ella está mejor aquí, su vida está aquí, y luego nuestro bebé, en que momento Laura pensó que sería buena idea estar con alguien tan inestable como yo? Tener familia con alguien que apenas sabe lo que es eso?.

Maldita sea.

Quizás era egoísta al querer llevarla conmigo a otra ciudad que no conocía, donde no tendría a nadie conocido y no sabría cómo moverse ahí, peor aún con un bebé.

Trague saliva al pensar en todo eso y miles de situaciones más, ya había tardado mucho, comencé a caminar hasta donde ella estaba, nuestras miradas coincidieron y sus ojos se aguaron, se levantó y vino a mí encuentro.

Su mirada reflejaba todo lo que yo quería ver, veía alegría y emoción al tenerme cerca, algo que casi nunca había visto.

Tome sus mejillas y la bese, ella correspondió sin darme demasiado tiempo a reaccionar, una de mis manos se movió hasta su cintura y la otra se enterró en sus cabellos, algunos segundos después se acomodo sobre mí pecho abrazándome de una manera posesiva y sonreí, había llegado bien.

-Ya estoy aqui- la consolé- tranquila.

-No dejaré que te vayas de nuevo- me aprisiono un poco más y se refugio en mí pecho.

Fuera de la emoción la deje descansando ahí, ajena a todas las miradas que venían a nosotras, algunas curiosas, otras incómodas, algunas con odio, no importaba.

El silbato de entretiempo sonó y sus hermanos se acercaron a nosotras.

-Hola Candela- Gustavo llego primero, estaba sudado y bebía agua de manera descoordinada- que bueno que llegas.

-Si- Gabriel le quitó la botella a su hermano- el amigo de papá está al borde de un paro cardíaco- se burló del hombre detrás.

-Lista?- hasta Julián vino con ellos, casualmente menos afectado que sus cuñados.

-Yo...

-No- Laura intervino y me miró acusadoramente- no Candela, te quedas conmigo.

-Oh por favor Laura no jodas- se quejó el menor- necesitamos un cambio, el viejo no aguantará demasiado- el señor de atrás se rió.

-Oye mocoso tuve más oportunidades de patear que tú- también bebía agua.

-Ni en sueños, Candela se queda conmigo- sonreí dejándome abrazar por ella.

-Se acaba el tiempo- Gabriel se ponía nervioso- papá dile algo- se quejó y me reí.

Pipo nos miró de reojo y Laura volteó a verlo, había una especie de comunicación no verbal que no entendía pero al final ella estaba más tranquila.

Embarazada de mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora