-No lo rompas… por favor. Nunca más te haré daño –ella se puso de pie haciendo oídos sordos a mis suplicas.
Tomó su ropa interior, luego su ramera… y así se sentó a mi lado. Me miró directo a los ojos, tomó mi mano y me sentí como el niño pequeño al que le explican que santa ya no existe.
-Tu engaño y mi orgullo mataron este amor
-Nuestro amor no está muerto
-Pero yo lo quiero matar –mi corazón comenzó a agonizar al oírla decir eso. Una lágrima se aproximó a salir, pero la detuve.
-Si sabes cómo, dime. Porque no tengo idea como matar todo esto que tengo adentro y que late por _________
-Cuando descubra cómo, te lo haré saber –y una sonrisa casi maternal se acunó en su rostro, diciéndome que Santa no estaba, pero ella seguía ahí. Aunque claro, ella era Santa y se me iba de las manos matando toda la magia y esperanzas que llevaba aún con migo.
-Tú haz lo que quieras, no está en mis planes dejarte ir –negó con la cabeza ante mi reproche -No me trates como a un niño pequeño –le dije como un berrinchudo y ella rió
-Harry… si algún día podemos volver a estar juntos, lo estaremos. Sólo que ahora no puedo, y creo que en mucho tiempo más tampoco
-Tu orgullo no me cae bien
-Y a mí no me cae bien Caroline –la miré, su sonrisa seguía ahí. Me confundí bastante
-¿Por qué sonríes? –le dije cauteloso
-Porque por fin creo que te puedo perdonar
-¿Y entonces por qué no podemos estar juntos? –le dije acercándome a ella como un loco.
-Porque la confianza desapareció –sus palabras fueron suficientes para matarme a mí.
Una lágrimas que no vi venir surcó mi mejilla y ella la limpió delicadamente. Ahora yo cerré los ojos ante el contacto con su piel.
-El amor no siempre lo es todo.
-Claro que lo es –dije en un susurro aún si abrir mis ojos –tú eres todo para mí porque te amo, y lo haré hasta que deje de respirar, o hasta que te aburras de mí. Pero no lo dejaré sabiendo que aún existe algo por lo que luchar.
Hice una pausa en la que ella no dijo palabra alguna
-Pídeme lo que sea, que me aleje, que te deje seguir tu vida, pero no me pidas que mate lo que siento porque no quiero hacerlo. Me hace sentir vivo, me hace recordarte.
Su mirada se nubló, pero ninguna lágrima se asomó en ella y me sentí un perdedor por estar llorando como un bebé -Si quieres, puedes seguir y tratas de olvidarme. Pero yo no, no quiero hacerlo aún
-Harry… yo
-No te preocupes, entiendo que merezco esto. Pero antes quiero que sepas algo…
-¿Qué?
-Nunca dejé de amarte. Tal vez en los primeros días luego de terminar, me confundí un poco, pero jamás dejé de amarte
-Harry, no tienes que… –me interrumpió y se movió incómoda
-Pero quiero hacerlo, necesito que sepas por qué –la miré y ella asintió. Tomé aire tratando de relajar mis músculos, pero no sirvió
-Para ti tal vez fue distinto, porque tuviste un novio antes que yo. Pero tú fuiste la primera, la única a quien había amado… la única que he amado –me corregí haciéndola sonreír ante el gesto –estaba aterrado de que te amara por costumbre, que te amara porque era lo único que sabía hacer; me aterré al pensar que sólo estaría con una mujer. Y sí, suena horrible, pero entiéndeme, entré en una especie de pánico.
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Storm {H.S} ×Terminada×
FanfictionÉl había sido mi primer amor. Nuestras familias se conocían de algo así como... décadas. Lo conozco desde que se hizo pipí en sus pantalones en el kindergarden -tal vez desde mucho antes, pero ése es mi primer recuerdo que tengo de Harry. Siempre lo...