Capitulo 16

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Mis sentidos se pararon en ese instante. Harry luchaba por mantenerse erguido, pero aún así mantenía su conciencia.

Su cabello estaba más alborotado de lo normal, sus ojos tenían ese brillo opaco lleno de placer, su boca estaba torcida en una traviesa media sonrisa que comenzaba a expedir lava desde mi vientre hacia todo el resto de mi cuerpo

-¿Qué haces aquí? –Y no me respondió nada. A cambio de eso, su expresión pícara se fue apagando poco a poco hasta que sus labios formaron una delgada línea y sus ojos esquivaron los míos dirigiéndose directo al piso

-Pe-perdón –no estaba segura, pero creo que sus ojos comenzaron a empaparse.

-Perdón por qué –Dije con el tono más frío y hostil que fui capaz de encontrar dentro de las pocas fuerzas que me quedaban luego de escuchar un perdón de sus labios.

-Por haberte lastimado… por haber perdido lo que construimos, por romper lo que teníamos. –Ahora las lágrimas comenzaron a caer silenciosamente, pero de mis ojos no brotaba nada. Levantó su rostro para encontrarse con lo inexpresivo del mío

-¿No dirás nada? –me preguntó con un susurro casi desesperado mientras sorbía su nariz con la manga de su sudadera. Yo me encogí de hombros. 

-Estás ebrio. Te diré algo cuando recuerdes que me pediste perdón

-Sí me voy a acordar de lo que estoy haciendo –Resoplé ante su respuesta que sólo confirmaba aún más su estado que me decía que no recordaría lo que estaba haciendo en ese instante.

Avanzó un paso y automáticamente yo retrocedí otro. Él se detuvo al instante al percatarse de mi acción evasiva y me miró con intensidad a los ojos, rogándome por algo más que simple palabras, por más que un perdón. 

-No Harry. Sí, siempre quise que me pidieras perdón y que me explicara bien lo que había sucedido. Pero no de esta manera, no teniéndote a ti… luchando por mantenerte en pie.

Las lágrimas comenzaron a salir furiosamente de sus ojos y yo me asusté, las únicas veces que lo había visto así fue cuando Gemma se marchó de casa o cuando sus padres se separaron. Por mí jamás lo había hecho.

Pero aún así no podía, estaba tan ebrio que no recordaría nada de lo que hiciera o dijera. Lo admito, mi alma y algo más carnal estaban rogando que me lanzara a sus brazos y lo perdonara por tan sólo una noche. Pero en esta ocasión, mi cabeza fue más fuerte.

Había luchado tanto, que un simple y ebrio perdón no podía ser suficiente para calmar la Guerra Civil que llevaba meses dentro de mí, ni para darle tranquilidad a mi alma que en ese preciso instante estaba comenzando a despedazarse otra vez.

Su dolor se veía tan… real, que me estremecía verlo así. Pero el mío también lo fue, su perdón, por más que lo esperé, no era suficiente para calmar todo lo que yo había soportado. Por más que quisiera correr y volver a tocar sus cálidos labios, no podía.

-Mejor voy a buscar a Niall para… no sé para qué, pero mejor me voy

Me voltee para dirigirme a la puerta, pero al abrirla un par de centímetros un fuerte brazo la cerró de un golpe haciendo que me sobresaltara mientras me giraba involuntariamente: algo dentro agradecía que Harry lo hubiera hecho.

Me lo encontré con su respiración agitada, su boca medio abierta y sus ojos ferozmente puestos en los míos y en mi boca que comenzaba a abrirse lentamente. Me quedé pegada con la espalda a la puerta, de reojo pude ver cómo el brazo izquierdo de Harry me impedía el paso, mientras que su mano libre se aferraba fuerte a mi cadera. Fue inevitable no cerrar mis ojos ante su caricia, ya no recordaba hace cuánto esa corriente cálida viajaba por mis venas para terminar en cada terminación nerviosa a la velocidad de la luz.

Storm {H.S} ×Terminada×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora