Solté un enorme bostezo cuando visualice las instalaciones de la universidad; me encontraba sinceramente agotada. Tenia los pies adoloridos, mi vestido negro me hacía sentir incómoda y apretada y mis ojos suplicaban piedad. Edward me dirigió una mirada de compasión y puso su mano en mi hombro tomando las esencias mágicas que transportaba, me dio un suave beso en la frente, un tipo: “Ha sido un día difícil, te mereces descansar". A veces él, actuaba como un padre y eso me hacía sentir protegida y a salvo a su lado.
-Yo me encargo.- Susurro, separándose de mi. Quise decirle que lo acompañaría pero no me permitió decirle algo más.- Descansa, mañana lo necesitarás. Eres humana, al fin y al cabo, necesitas descansar.- Le dediqué una sonrisa agradecida y adormilada. No quería discutir y agradecía su ayuda de todo corazón. Caminé a la universidad y me adentre en ella, sin pensar en nada, estaba concentrada en el agotamiento. Mi mirada estaba dirigida al suelo. Mis ojos se cerraban cada vez más por cada paso que daba.
Escuché una discusión a lo lejos, ni siquiera le presté atención hasta que choqué con un chico. Él me sostuvo de la cintura e impidió que me cayese. Levanté la mirada sorprendida y me encontré con esos hermosos ojos esmeraldas mirando a los míos con genuina preocupación. En un segundo para otro esa emoción cambió a intriga.
-¿Vestido?.- Preguntó con el mismo tono que había utilizado en la mañana con mi falda.- ¿Tuviste una cita o algo?.- Su tono de voz era juguetón. Me sonrió pero no era esa sonrisa sincera de oreja a oreja que me deleitaba al mirarla, no, esta era más melancólica.
-¿Todo bien?.- Pregunté ignorando un poco lo anterior que él me había dicho, pues, esa sonrisa, su mirada, su actitud, no eran las de siempre. En su rostro hubo una pizca de sorpresa que desapareció tan rápido como había parecido, luego fue de coquetería.
-Por supuesto que estoy bien, un poco celoso, he de admitir. Realmente afortunado para quien te vestiste de esa forma ¿intentaste impresionarlo el día de hoy?- “Si. Intenté impresionarte pero esto último fue mera casualidad” Contesté en mi mente. Le puse la mano en la cara pues su mirada me intimidaba.
-Déjate de cosas, Mead. Y no, no tuve ninguna cita más bien…- No quería decirle lo que había pasado con esas chicas, tal vez porque sabía o sospechaba que él se burlaría de mí si se le contará.- …Fue una misión.
-¿Una misión? Oh, qué raro, soy tu compañero ¿por qué no me llamaron o fue una misión en solitario?- Era extraño su comportamiento, no entendía porqué estaba tan interesado y la verdad me hizo sentir ligeramente incómoda.
-No. Mi compañero fue Edward esta vez.- Dije para tomarle las manos haciendo que voltease a verme. Me sonroje por el contacto.- ¿Mead, te encuentras bien?- Volví a preguntar y el rubio apartó la mirada. No se encontraba bien, ya era obvio pero no me lo diría, por lo menos no en el momento. Él me sonrió.
-Oye, regresemos a casa ¿va?- Ofreció tomando con fuerzas mi manos. Yo me sonroje aún más.
-¿A casa? ¿Te refieres a…?- Dije mirando hacia abajo y él tomó mi barbilla y asintió.- Pero no hay forma. Está prohibido y ni siquiera tengo mi espada o…
-¿o la llave para entrar a esa habitación? Am, tú las tienes. Puedes irte cuando quieras pero aquí te mantienes, aunque no lo entienda.- Dijo Mead soltando mis manos y tomando mi collar que tenía una “A" como dije.- Vamos, aunque sea una hora pero vamos sólo los dos.- Volvió a sonreír y yo, no pude negarme. A veces pensaba que él sabía perfectamente el efecto que tenía en mi, sin embargo, en su mirada sabía que sólo era mi forma de pensar que no soy tan débil con él solo porque si.
-De acuerdo. Vamos, no creo que pase nada malo.- Dije manteniéndole la sonrisa. Él volvió a tomarme de la mano y me arrastró escaleras arriba, llegando al cuarto de conserje. Se detuvo en seco y yo choqué con su espalda, sostuvo mi mirada y se acercó.
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El mundo Perdido (Au2)
Fiction généraleAmanda es una humana común y corriente, o eso es lo que todos piensan. Ella tiene un poder oculto pero diversas circunstancias la hacen dudar de ella misma ¿podrá recuperar su confianza?