ANDREA ZUÑIGA

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Dejo mi mano sobre la puerta mirandola. Tengo a Andrea Zuñiga en mi casa, pasadas las 00:00 de la noche y no se ni que decir.
Andrea: hola...
No me salen las palabras, no dejo de mirarla y siento como todo me quema por dentro sorprendido.
Dani: este... Hola.
La sigo mirando y ella juega con el teléfono entre sus manos.
Andrea: no podía dormir pensando en todo lo que pasó y bueno, quizás porque también necesitaba verte y saber cómo estabas...
Se muerde el labio, noto como se pone nerviosa mirándome.
Andrea: siento molestarte a estas horas, es muy tarde y bueno mañana bien temprano tenemos que trabajar y todo eso...
Dani: no, no importa. Por favor, entra, no te quedes ahí.
Me hago a un lado para que pase y me mira aún nerviosa.
Andrea: no quiero molestarte, de verdad...
Dani: no lo haces, pasa, por favor.
Sonrio levemente mirándola y ella entra mirando toda la casa.
Dani: hay un poco de desorden porque casi no estoy y cuando llego lo dejo todo tirado.
Río levemente cerrando la puerta.
Andrea: no importa, solo importa que ahora estés bien...
Dani: créeme que ahora mismo me siento muy bien.
Nos miramos a los ojos.
Andrea: quiero agradecerte la ayuda de hoy y bueno...
Se le llenan los ojos de lágrimas y aparta la mirada de mi.
Andrea: quisiera disculparme por no hacer caso a las acciones que tu dabas al ver que no estaba bien...
No puedo evitarlo y la abrazo.
Dani: no... No digas nada más. Todo está bien...
Nos quedamos abrazados por un momento y nos miramos a los ojos separandonos lentamente.
Andrea: si me siento bien mal después de todo lo ocurrido.
Dani: no debes estar así, un poco hombre no se merece a alguien como tú.
Andrea: eso ya es lo de menos, lo que me hace estar mal es no haber abierto los ojos y haber permitido cosas que me enseñaron a que jamás debería permitir. El nunca me levanto la mano, ni nada de eso, solo eran celos y gritos. Discusiones fuertes que no pasaban de palabras.
Dani: no te mereces ni un grito Andrea, no te mereces tener que aguantar estupideces de niño pequeño.
Andrea: si se, pero me quede como ciega ante la situación porque si sentía que valía la pena intentar estar con el.
Dejo mis manos en las mejillas de Andrea mirándola fijamente a los ojos.
Dani: Andrea Zuñiga, eres fuerte, preciosa, nadie merece tus lágrimas y no mereces tener que aguantar lo que has debido aguantar con ese patán.
Acaricia mis manos cerrando sus ojos.
Dani: te mereces a alguien que sepa valorarte y sepa dar lo mejor de él para tu ser siempre tu mejor versión. No necesitas a un niño que te haga estar mal y no sepa valorar lo que tiene al lado.
Andrea de mira y sonríe levemente.
Andrea: gracias por lo que me dices...
Dani: solo te digo la verdad y lo que siento.

Puede sonar extraño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora