Nora
La escuela ya no resultaba tan mala. Por la mañanas Mia pasaba por mi y me traía en auto hasta el colegio, nunca me abandonaba, excepto en ingles. Ella y Jayden se llevaban bien, nos sentábamos juntos en el almuerzo e incluso habíamos quedado para salir de compras todos juntos. Aunque nadie lo notara, Jayden tenia un muy buen sentido de la moda, algo que había capturado la atención de Mia desde el momento en que él le escogió el perfecto atuendo combinando una blusa corta y nos pantalones floreados junto con unas zapatillas muy de su estilo, e incluso le había agregado accesorios. Entre ambos hicieron un milagro por mi guardarropa ayudándome a escoger prendas de buena calidad, lindas y, lo mejor de todo, baratas.
-Lo siento, chicos.- nos dijo Mia mientras guardaba sus cosas y Jayden se metía casi media hamburguesa en la boca. -Me encantaría quedarme a engullir mi peso en comida rápida, pero tengo una cita con mi dentista.
-No se como necesitas ir al dentista con dientes tan perfectos. -respondió Jayden.
-Exacto, son perfectos porque voy regularmente al dentista. -le dedico una amplia sonrisa para que pudiera admirar su dentadura una vez mas.
-¿Te veo mañana?- pregunte tomando unas papas de la bandeja de Jayden.
-Claro, paso por ti a las siente. -se despidió lanzando dos besos al aire y se marcho contoneando las caderas.
Jayden exploto en una risotada.
-¿Puedes creer lo diva que es? -me preguntó dando otra mordida a la hamburguesa.
-Y aun así es la mejor persona que eh conocido estas semanas. -respondí metiéndome un puño de papas fritas a la boca.
-Auch, lastimas mis sentimientos. Nora. -se llevo las manos al pecho como si le hubiera dado un golpe. Sin embargo, la sonrisa en su rostro me decía que solo bromeaba.
Yo me eche a reír.
-Bueno, es la mejor chica que eh conocido en estas semanas. ¿Mejor?- Jayden asintió aun con la boca llena. -Ademas, es posible que to... -Me dirigió una mirada del tipo "no te atrevas" y pensé mejor en mis palabras. -que casi todos los chicos de North High sean unos idiotas.
-No tienes que decírmelo. Yo mismo eh experimentado ser "la víctima" en carne propia. -tomo un poco de su refresco.
-¿Que? -exclamé.
Claro que lo había escuchado bien, pero no podía imaginarme al equipo de fútbol discutiendo sobre quién sería su nueva víctima y resultando ser Jayden.
-Si, aunque no lo creas, lindura. Yo no siempre fui el "Chico Gay" con excelente gusto y fascinación por la moda. Antes, también, fui el chico nuevo. -me sonrió.
-Es difícil imaginarlo. -le respondí.
-Si, por desgracia yo no tenía a Mia en ese entonces, y nadie me dijo lo que estaba pasando. Así que cuando ese idiota de Brandon comenzó coquetearme creí que lo hacia de verdad. -hizo la envoltura de la hamburguesa una bola y la apretó con fuerza. -Me llevo al cine, me invito a su casa, salíamos juntos cada tarde, iba a los partidos, pfff que imbecil. Y justo cuando creí que sería el tiempo correcto par pedirle que fuéramos algo mas que amigos, fue publicado en el periódico escolar. El título era "El chico gay de North High" y había una gran foto de Brandon y yo besándonos.
-¡Oh, por Dios!
-Claro que a él no le afecto y ni un poco. Se gano un puesto en el equipo y se unió a los que me criticaban y se burlaban. -Jayden se levanto y llevo la charola hacia el bote de basura más cercano.
-No se que decirte. Fueron unos verdaderos idiotas.- le dije cuando regreso.
-Bueno, eso no es todo. -suspiro.- ¿Recuerdas a Kyle?
-No, lo siento aun no identificó a todos los chicos.- me encogí de hombros.
-Es el ala izquierda en el equipo de fútbol. Juega con el número 7. Es alto, moreno y musculoso. -me miro para ver si había algún signo de reconocimiento en mi expresión, pero mi mente estaba en blanco. -Bueno, su padre y mi padre son buenos amigos, trabajan juntos y saben que soy gay. Fue fácil para ellos creer que poniéndome cerca de Kyle el tendría alguna influencia varonil en mi, pero estaban completamente equivocados.
-¿De qué hablas? -le pregunte.
-Nos llevaron a acampar juntos. Según ellos esa era la cosa más varonil en el mundo. Lo cierto es que me gusta acampar, se me da bien andar entre el bosque, cazar animales, dormir a la intemperie y todas esas cosas "de machos". Pero a media noche, Kyle se metió en mi tienda y bueno, ya sabes lo que pasó después.- me dirigió una mirada que ni siquiera trate de interpretar.
-Así que se llevan bien ¿eh? -lo tome del brazo y caminamos hacia la salida del centro comercial.
-No exactamente, tú bien lo dijiste, son unos idiotas.- negó con la cabeza -No quiere que nadie se entere y aun así me va a visitar cada noche. Es un idiota.
-Vaya que lo es.- rodé los ojos exageradamente.
-Igual y es lo mejor, digo, no quiero que nadie se entere que me veo a escondidas con un descerebrádo. ¿No crees?
Sus palabras decían eso, pero su mirada reflejaba que le dolía. De repente me surgió una fantástica idea.
-¡Jayden! -grite.
-¿Que pasa? Nora, estoy justo tu lado no tienes que gritarme. -Se llevó la mano libre a la oreja. -Vas a dejarme sordo.
-Tengo una idea. Es grandiosa, tienes que oírla. -se me dibujo una sonrisa en el rostro que no pude ocultar.
-Bueno, niña, ¿Qué esperas? Te escucho. -Me apresuró.
-Yo quiero evitar que Daniel siga molestándome, y tu seguro quieres que esos idiotas del equipo de fútbol sufran ¿no es así?-No creo que me agrade lo que insinúas. -Se alejó unos centímetros de mi.
-No seas niña. -le lance un golpe al brazo.
-¡Ouch! - se llevó la mano al lugar donde había estrellado mi puño. -Necesito ese brazo.
-No importa. Vamos a darles su merecido a esos tontos. Vamos a vengarnos por cada chico y chica que ah sufrido en manos de esos idiotas. Nunca más volverán a burlarse de nadie.
-¡Oh, Nora! Eres una chica mala ¿eh? nunca lo hubiera imaginado, luces tan inocente. -se rió a carcajadas.
-Cállate y sígueme. -no deje que terminara de recuperar el aliento cuando ya lo estaba llevando conmigo.
No dejaría que esos chicos jugarán nunca mas con una chica (o con Jayden) de nuevo. Era hora de darles una cucharada de su propia medicina.
No sabrán ni que los golpeo.
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Una Chica Diferente
Roman pour AdolescentsEn la preparatoria North High existe una tradición casi tan vieja como la secretaria, la señorita Jenkins. Cada año los de ultimo grado elijen a un novato y a una chica a la que él debe conquistar antes del primer partido oficial. ¿Que pasa si no l...