Nivel 1

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CUERPO: DEIMOS| ALMA: N°3

Salí del baño, me dirigí hacia... No sabía hacia donde dirigirme, así que me asomé a la ventana de mi clase, elegí a boleo: una chica con el pelo rubio y muy liso, ojos azules y de estatura media; estaba en la 4º fila, asiento 3 desde la izquierda.

Subí al 4º piso, y me dirigí a la 3ª clase a la izquierda, y siguiendo el mismo patrón, escogí el primer peón de la partida: que casualidad! Era Abadonna! Así que llamé a la puerta, el profesor me miró, había interrumpido su explicación.

-Perdone, puede salir Mario?- le pregunté con una mueca un tanto perturbadora, y voz educada y dulce.

-Claro, pero no mucho, mañana tienen examen.

Mario salió, y sin dirigirle palabra, le miré y me dirigí hacia la primera planta, nadie nos vio mientras me dirigía a la primera casilla del tablero.

-¿A donde vamos Dei?

-Curioso, a penas estoy construllendo el tablero y ya me debes dos.

-¿A que te refieres Dei? Me estas asustando- conversaba asustado siguiendome.

-Cuatro

Entramos en una clase, técnicamente en 4ºC, había seguido el mismo patrón.

Le miré, era guapo, así que...

-Seré comprensivo con el primer nivel- comentaba mientras ponía unos folios en la ventana de la puerta.

-¿A que te refieres Deimos?- me miró medio llorando, se había percatado de mi mirada psicópata.

-Muy bien, has recuperado dos créditos- le dije aplaudiendo, aún de espaldas- vas entendiendo las mormas, ¿No?- le miré.

Andé hacia el, y le empujé, haciendo que cayese contra el suelo. Cayó sobre el borrador, haciéndole una pequeña brecha, de la que brotaban pequeñas y escasas gotas de sangre. Mirándole como lloraba sin hacer ruido, debido al gesto de silencio que le hacía, me puse de rodillas, sobre sus muslos, me incliné y chupé la sangre que brotaba de su cabeza. Tras haber saboreado el sabor de ese mejunje celestial, le mire a los ojos, morreándole, haciéndole saborear el sabor de su sangre. Tras el primer nivel, le puse de pié.

-Elige una mesa.

-Deimos... Por que haces esto?- me preguntaba llorando.

-Elige una mesa, o tendrás que repetir el nivel.

-Por favor, para.

Me acerqué a el, acariciando su cabeza, manchando así mi mano de sangre, y mirándole, la chupé, volviendo a saborear ese delicioso sabor.

-Vale, vale, elijo la última mesa de la derecha.

-Tarde- le dije mientras me acercaba- elige, o te quito dos créditos, o repites el nivel.

-¿Para qué sirven los créditos?- me preguntó llorando.

-Comienzas con 7 créditos- (2014= 2+1+4)- que son los niveles que jugarás, por cada cosa que hagas mal, serán dos puntos menos, cuando quedes con uno solo, sufrirás un juicio de sangre, o corte de venas, o muerte- le expliqué mientras le acariciaba la mejilla- y si quedas con cero o menos, vendrás conmigo, jugaremos un buen rato, y al terminar, pondremos punto y final a los días de "Abadonna".

-Repetir el nivel 1- me dijo con cara traumada.

Le di un golpe con la caja de madera que contenía la navaja, haciéndole otra pequeña brecha.

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